El Guardián del Templo

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Asentí y nos dirigimos a la cima de la colina, y nada más llegar a las escaleras que daban a la puerta del templo una extraña sensación nos invadió. Subimos algunos escalones, aumentando así aquella extraña sensación en nuestros cuerpos y al final nos detuvo una sombra a varios escalones de nosotros.

???: Lo lamento mucho, pero no puedo dejar que sigáis vuestro camino.

Klaus: ¿Quién anda ahí?

???: Servant Assassin, Sasaki Kojirou.

Klaus: Servant Rider, Klaus.

Assassin: Perdona, no quería que te presentaras también.

Con mi espada en mis manos y a varios escalones de mi enemigo, un flashback apareció en mi mente.

???: Toma. Esta espada te pertenece ahora. Su nombre es-

Klaus: ¡Cenibel!

Puse mi espada frente a mí, en horizontal, mientras gritaba su nombre y la agarraba únicamente del mango. De pronto el arma comenzó a brillar y se convirtió en una katana. Assassin se sorprendió y avanzó hacia mí con una katana más larga que la mía en su mano. Cloe se alejó un poco del combate y yo di un salto hacia atrás para caer en un descansillo de 3 x 5 metros. 

Nuestras espadas chocaron en el centro del lugar, forcejeamos por unos segundos y después nos separamos un par de pasos para atacar después de nuevo, chocando nuestras katanas y soltando algunas chispas que iluminaban la oscura noche.

Nuestros ataques eran veloces, pero también nos movíamos con rapidez y los esquivábamos. Sin embargo, mi velocidad de reacción era menor a la suya y me estaba llevando bastantes rasguños.

Assassin: Me impresionas. No esperaba a ningún otro rival que no fuera el Rey de los Caballeros. Además, manejas realmente bien la espada para ser un Servant de clase Rider.

Klaus: Me alegra escuchar eso, pero eso significa que te pondrás más serio.

El Servant de pelo largo sonrió y volvió a lanzarse contra mí, agarrando su katana y realizando un ataque ascendente con dicha arma, haciendo un corte en mi mejilla derecha. El resto de ataques fueron rápidos movimientos tanto de pies como de manos que me hicieron bajar un par de escalones.

Di varios giros hacia la derecha de Assassin para esquivar una estocada suya y hacerle varios cortes, dejándolo asombrado.Volví al descansillo y aún así no tardó mucho en contraatacar. Se puso de lado con su espada en paralelo a él, apuntando hacia mí y mostró el poder de su Hougou.

Assassin: [¡Tsubame Gaishi!]

No tuve mucho tiempo de reacción y vi el ataque del Servant enemigo venir a por mí. Apareció detrás mía mientras yo escupía sangre por la boca y sangraba por el pecho, uno de los costados y el hombro izquierdo.

Assassin: ¡Increíble! No esperaba que le quitases fuerza a dos de mis ataques.

Se dio la vuelta para mirarme y rematarme, pero yo ya iba hacia él con mi ataque.

Klaus: [¡Washi no Nageki!] (Lamento del Águila)

Mi cuerpo se movió solo y volví a girar varias veces mientras avanzaba hacia Kojirou y acabé haciéndole un corte diagonal en el pecho que no fue mortal. Clavó su espada en el suelo para sujetarse y no caerse mientras escupió un poco de sangre.

Estábamos de espaldas el uno al otro. Ambos heridos y con sangre por el suelo. Por mi parte, me tambaleaba levemente, pero no me iba a rendir a pesar de estar tan herido y los dos nos giramos al mismo tiempo, agarrando con firmeza nuestras armas y apuntando al enemigo frente a nosotros.

Assassin: Lo reconozco, has luchado realmente bien, Klaus. Recordaré ese nombre.

Klaus: Muchas gracias, es un honor, Sasaki Kojirou.

Ambos estábamos quietos, escuchando el susurro del viento al mover las copas de los árboles que había alrededor, cuando hubo otro que acabó con ello y los dos envainamos nuestras armas.

Assassin: Parece que hay alguien husmeando en los asuntos de otros.

Asentí y Kojirou subió hasta la puerta del templo, mientras que yo hice el esfuerzo para bajar y reunirme con Cloe. Ella me miraba preocupada mientras bajaba junto a mí.

Klaus: Tranquila, estoy bien. La pelea a sido dura, pero esto solo son unos rasguños.

La miré y sonreí, simplemente para que no se preocupara, pero, ¿a quién quería engañar? Me dolía todo el cuerpo después de esa batalla.

Seguimos bajando las escaleras juntos cuando apareció Saber con su armadura puesta. Cloe se puso detrás mía y miré a la espadachina, quien me apuntaba con su espada invisible.

Klaus: Saber, ¿lucharás contra un enemigo herido? Eso es muy poco caballeresco.

La rubia bajó la espada, molesta, y miró hacia la cima. Le hice una seña para que no fuera y a regañadientes, dando media vuelta y volviendo a la residencia Emiya.

Me mareé un poco después de aquello y volví a mi forma espiritual a descansar hasta el día siguiente.

Tras varias hora de descanso Cloe y yo estábamos en su casa. Ella aún dormía así que no quería despertarla, pero aún así salí y me dirigí a la cocina para preparar el desayuno. A la media hora escuché las escaleras de madera crujir cuando mi Master bajaba por ellas.

Klaus: Buenos días dormilona. Siéntate, ahora te llevo el desayuno.

La pelirroja me miró con asombro y se sentó en silencio. Llevé una bandeja con un poco de fruta cortada en tacos, un plato con huevos fritos y bacon, y un poco de salmón en tiras en otro plato pequeño. Después agarré la arrocera y me senté frente a ella, llenando un bol de arroz para ella y otro para mí.

Cloe: Me sorprendes. No esperaba que supieras cocinar con las herramientas de esta época.

Klaus: Lo sé, yo también estoy sorprendido. En cuanto he visto la cocina sabía como funcionaba todo.

Ella simplemente sonrió y comenzamos a desayunar. Terminamos después de un buen rato y recogí la mesa mientras Cloe se estiraba en el suelo, antes de ir al baño a ducharse. Salió  y fue a vestirse, pero esta vez no llevaba el uniforme del colegio, sino ropa casual.

Klaus: ¿Hoy no vas a la escuela?

Cloe: No. Hoy vamos a ir en busca de Matou Shiji y a explorar un poco Shinto.

Fate/Stay Night: Un Nuevo ServantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora