Reencuentro

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//Klaus//

Asentí a la regañina que me estaba dando el Servant de clase Caster y vi como se transformó en partículas y volvió a mi cuerpo. Estaba medio curado en realidad, aún me dolía un poco la parte derecha del cuerpo.

Dejé atrás la entrada del templo y fui al lugar en el que peleaban Emiya y Kotomine, viendo a Cloe sujetada por una sustancia negra que se asemejaba a fango, a un metro del suelo, justo encima de un lago de esta misma sustancia. Estaban extrayendo maná de su cuerpo y se podía ver que sufría. 

Por otra parte, fije mi mirada en la pelea entre el cura y el joven Master de Saber. El pelirrojo estaba haciendo retroceder a Kotomine con cada ataque. Llevaba equipadas las espadas gemelas de Archer y chocaba contra las Black Keys del mayor, hasta que consiguió desarmarlo.

Emiya: ¡Este es tu fin, Kotomine!

Una de las espadas del joven estudiante estaba a punto de atravesar el corazón del falso cura, así que detuve su ofensiva con mi espada, dejándolo sorprendido. El moreno cayó al suelo aún más sorprendido, pues no esperaba salir con vida de aquella pelea.

Emiya: ¡Joker! ¡¿Qué haces?!

Klaus: Cloe no quiere bajas humanas. Yo también pienso que no merece vivir.

Kotomine seguía sorprendido y más aún cuando le apunté con mi arma.

Klaus: Ella decidirá. Mientras tanto, mantenlo bajo vigilancia.

El chico aceptó a regañadientes y entonces pasé de aquellos dos para ir a por la pelirroja. Toqué aquel fango con mi calzado, pero este se desvaneció y acabé tocándolo con mi pie desnudo, haciendo que me quemara al tocarlo. Retiré mi pie rápidamente y me eché para atrás mientras miraba aquel lago de fango.

Tras mentalizarme entré definitivamente dentro de esa sustancia negra y me hundí hasta la rodilla mientras sentía como me quemaba poco a poco. Avanzaba lentamente hasta que llegué a donde estaba Cloe. Liberé sus brazos cortando el fango que sujetaba sus extremidades superiores.

Agarré a mi Master entre mis brazos y cubrí su desnudo cuerpo con mi chaqueta. Estaba inconsciente y un poco débil, pero pronto se pondría bien.

Me di la vuelta y comencé a caminar hacia Emiya mientras resistía el dolor que sentía en mis piernas. De repente, sentí que me hundía más y el dolor se hacía cada vez más punzante, pero no podía detenerme.

Al final llegué a tierra firme y puse a Cloe tumbada en el suelo antes de desplomarme a su lado. Mis pies no aguantaron más. Miré mis piernas y vi que las tenía en carne viva, desde un poco más arriba de la rodilla. No sangraban, solo dolía mucho, pero pude rescatar a mi Master.

Cloe: Klaus...

Escuché que susurró la pelirroja y después noté su mano acariciar mi mejilla.

Klaus: Siento haberte hecho esperar, Cloe.

Ella sonrió levemente y negó con la cabeza. Comencé a recuperarme a una pasmosa velocidad, al igual que mi Master, quien ya podía ponerse en pie tras un par de minutos. Le presté ropa para que pudiese taparse al mismo tiempo que llegaba Saber al lugar donde apareció el Grial, el cual salió de aquel fango negro; el Grial todopoderoso que conseguí junto a Mamá, junto a Cloe.

Saber: ¡Shirou!

La rubia se puso entre su Master y nosotros, en guardia, con su espada apuntando hacia nosotros.

Klaus: Gracias por vuestra ayuda, Saber, Emiya.

Hice una reverencia ante las dos personas que había frente a mí y después me giré para ver a mi ama.

Klaus: Ahora, antes de la pelea final, ¿qué hacemos con Kotomine, Master?

El nombrado se arrastró levemente por el suelo mientras miraba a la chica aún con el pelirrojo apuntándole.

Cloe: Lo dejarremos vivir. Así que haz bien tu trabajo, supervisor.

El chico movió su espada y dejó de apuntarle con ella para después levantarse y mirarnos. El cura se lo agradeció a Cloe y se puso a un lado a mirar la última batalla.

Fate/Stay Night: Un Nuevo ServantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora