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Narra Azula

¡¿Que acabas de hacer Azula?! —me gritó.

-¿Yo?...No, no quiseretrocedi, estaba asustada y confundida.

No me explique como pude hacer que las aves que alimentaba los atacarán.

No mientas, ¡Lo hiciste ha propósito híbrida idiota! —me empujó.

...No. De verdad, no lo hice Tío Ron, Primo Ed. Deben creerme.

¡Aquí en llamas Tío!. Jamás seré algo de ti —levanto su instrumento de viento, creí que me golpearía nuevamente.

¡Baja eso Ron! —la voz de la Abuela fue música para mis oídos.

—... Abuela —murmuró asustada.

Acercate pequeña —me estiró la mano.

Así lo hice, me levanté rápidamente y corrí a sus brazos protectores.

Madre, no trates con el enemigo como si nada —oiga sus reclamos.—Por culpa y los de su especie, debemos disminuir la fuerza de nuestro santuario.

—Ya basta, muchacho impertinente. Vete a seguir con tus clases, Edward.

—Si, Gran Sacerdotisa.

—Espero, que la próxima vez que Ronald tenga esta loca idea de venir a intimidar a su sobrina, lo detengas o al menos lo hagas entrar en razón.

—...Y-yo... Perdoname Gran Sacerdotisa, así será.

—Bien, váyanse antes que los haga limpiar todo el santuario del norte. Vamos pequeña Azula, todo estará bien —me consoló, pasando sus arrugados dedos por mi cabello corto.

Madre —la voz de mi tía se hizo presente.

—¿Que ocurre esta vez Yua? —le pregunta la Abuela.

Salgo lentamente de las vestiduras notando la expresión preocupante de la Tía. Hasta que dí con la razón, él bulto que traiga en brazos, para ser más específicos; el bebé que cure hace unos días y que lamentablemente, perdió a sus padres.

—¿Que vamos hacer ahora?. No podemos simplemente arrojarlo por donde vino, no estamos segura si sus Padres lo espe- —se vio interrumpida por la mano de la abuela.

Ya no sigas, se tú punto... —se quedó un rato, pensando.

Mirando a la nada y luego al bulto que traía la Tía Yua.

De acuerdo, tomaremos al toro por las astas —se agachó hacia mi.

Cogiendo mis manos, y se tomó un largo tiempo contemplando las. Finalmente, me sonrió levemente poniéndose derecha nuevamente, alejándose de mí.

—Lleva Azula al lugar, y explícale lo que debe hacer —le pido sería.

La tía se vio sorprendida.

No Madre...Azul...ella.

—De todos modos sus Padres lo quisieron así. Démosle el gusto a los muertos, ellos estarán bien —volteo haberme por última vez.

Espero que no te equivoques...no, nuevamente  Madre —finalizo.

Inclinándose levemente sin querer dañar al bebé que cargaba, se despedido de la abuela.

  ʸᵃᵏᵒ ˡⁱⁿᵉᵃᵍᵉ        [sєsshσmαru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora