17

284 26 0
                                    

Narrador Omnisciente


La niña no solía quedarse por mucho tiempo escuchando las aburridas explicación del diminuto demonio verde, aunque lo hiciera inconsciente mente. Aunque ahora, le prestaba más atención porque el tema es Lord Sesshomaru.

Oh, hasta que en la vista de Lin acto al exterminador; nuevo compañero de viaje de Azula, sentado en la rama alta de un árbol.

—¿Entendiste?. No me digas, no me estabas prestando atención —comento en refunfuño.

La niña se puso de pie, alejándose de la bestia de dos cabeza donde estaba sentada escuchado al siervo verde.

—¡Oye!¡Es de mala educación ignorar a tus mayores mi-.

—Señor Jaken, ¿Quien ese niño? —señalo con su dedo.

Los iris marrones se cruzan con los contrarios del desconocido.

—¿Que cosa? —interroga, siguiendo la dirección señalada por la fémina. —Oh, esa persona... Lin, atrás de mí —pide, corriendo lo más rápido que puede frente de la niña.

Amenazante con su báculo en mano, la empuja lentamente hacia atrás; sin notar que los iris de la pequeña brillaron de felicidad al reconocer al joven.

—¡Kohaku!. ¿Que haces ahí? —pregunta, avanzando hacia el nombrado.

Que por un segundo se sorprende ser nombrado, ¿de donde conocia a la niña?.

—Pierde te.

La boca y ojos de Jaken se abrieron de sobremanera, sorprendido ante el trato del contrario con  Lin.

—Oye tú —enfado, señala con su báculo.

La enorme vena se notaba desde el lugar del muchacho que ignora el peligro que llegara hacer la diminuta  criatura.

—Como te atreves hablarle así a Lin, no tienes respeto ni a tu madrecita —le recriminó. —Disculpate.

—Díselo a ella. No la conozco de nada, porque debería dirigirse a mi como su amigo —contrataco.

Dejando sin argumentos a Jaken, en cierta manera la pequeña siempre actuado imprudentemente y no sabia si de verdad, Lin conocia al exterminador que acompañaba a Naraku. El muchacho tenia un punto a su favor, pero no lo diría en voz alta; también tenía su orgullo.

—Muchacho insolente —murmura apretando los dientes. —Solo a mi me pasan este tipo de cosas.

Por otro lado, el Yokai pelirrojo ahogó su sonrisa ante tales escenas que la pequeña humana realizaba, sin falta cada día.

—Lo veo, y no lo creo. Amo, usted tiene una suerte —afirmo, Shoga. Saliendo de su asombro. —Ningún otro miembro de los Yako, encontró tan rápido su pareja de vida como usted —salta, emocionada por su amo.

Él sabía que Shoga tenía razón, nadie de su linaje había podido encontrar a tan temprana edad a su pareja de vida; incluso se atreviera afirmar que casi nadie de su familia la haya.

Pues debe pasar siglos para encontrarla, o simplemente aceptar la opción del compromiso arreglado; o morir esperando.

Si, los de su especie son demisexuales. Claramente alarmante, cuando su raza casi llega a la extinción, por su depresivo modo de vivir su longevidad.

—Todo lo contrario —contradice, manteniendo la mirada en su inesperada pareja. —Es insólito; lamentable.

« LA FAMILIA YAKO »

  ʸᵃᵏᵒ ˡⁱⁿᵉᵃᵍᵉ        [sєsshσmαru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora