26

134 14 0
                                    

Narrador omnisciente

Una figura masculina ingresaba apresuradamente a la mansión, su rostro mostraba lo molesto que estaba, gotas de sangre yacían sobre su ropa y rostro.

Evadió a una mujer bella que trato de impedir que entrara, su largo cabello rizado marrón se meneaba al ritmo de sus pasos. Con ambas manos abrió la gran puerta frente a él.

—¡¿Dónde está ella?! —pregunto directamente a las tres mujeres que estaban en la habitación.

La más joven evadió la fuerte mirada del hombre que repentinamente entro, mientras su madre suspiró.

—Ron —llamo, a los segundos otro hombre guapo alto y con unas alas atrás de su espalda se hizo presente.

—Me llamaste, Madre.

Se hincó sobre una rodilla, por él respeto a la gran sacerdotisa que se mantenía en silencio con los ojos semi-cerrados.

—¿Sabes algo de ellos? —pregunto neutral.

—No hay noticias —respondió sereno.

—Lo oíste, no sabemos nada de ellos —se dirigió al pelimarron.

—No fue lo que pregunte.

A la velocidad de la luz, desapareció, apareciendo frente de la mujer mayor, tomándola del cuello.

Alrededor de sus ojos café comenzaron a tornarse rojos como sangre, colmillos comenzaron acrecer en sus dientes y sobre su frente apareció una llama de fuego roja.

—Suelta la —amenazó Ron apuntándole con una de sus largas plumas que se asemejaba a una espada filosa. —¡Ahora! —la mujer trataba de zafarse del agarre sobre su cuello que apretaba cada vez más, sus pies colgando se movían con desesperación.

Un sonido fuerte se oyó por todo el lugar.

—No me importa, lo signifiquen para ella. Ya no...por los años encerrado en ese agujero —apretaba con sus manos el cuello ajeno.—Ustedes, no cumplieron con algo tan simple, como protegerla —arremetió contra una de las paredes del lugar destruyendola.

La mujer mayor cayó al suelo.

—¡Madre! —exclamo Ron acercándose con rapidez a la mujer que se mantiene en el suelo sin moverse. —¡Madre reacciona! —la movió.

El desconocido intento atacar al contrario que bajo la guardia, pero una voz se lo impidió.

—¡Detente!, ¡Por favor!.

La Madre de Azula, se coloca frente del atacante colocando un campo circular en su alrededor.

—Soy quién tiene la culpa, mi Madre no es la persona correcta para desquitar tu rabia —argumenta.

El contrario la mira con enojo.

—Tu —señala, el desconocido a medio vestir y cubierto de sangre.

—No, un solo paso más y estás muerto —lo amenaza con su arma blanca.

—Debes tener mucha confianza para amenazarme tan salvajemente —ríe de lado.

—La tengo, no lo dudes —se pone de pie, se acerca lentamente al otro, pero su madre lo detiene.

—Detente Ron —advierte la mujer en el suelo, una ligera gotas de sangre descienden de sus labios, se soba su cuello levemente rojo que va curandose instantáneamente.

—Si madre —agacha la cabeza.

—Jhmp, pierdo mi tiempo hablando ustedes —gira sobre sus talones de regreso a la salida.

  ʸᵃᵏᵒ ˡⁱⁿᵉᵃᵍᵉ        [sєsshσmαru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora