A pesar del dulce despertar y de sentir como su cuerpo volvía a urgirle por tenerla de nuevo, se levantó y vistió, para desayunar en el salón con el resto de asistentes. Cada vez quedaban menos rezagados. De hecho pensaba que solo quedaban aquellos que tenían nombre pero no tenían dinero o lugar en donde caerse muertos.
Retomo sus quehaceres y contenía la respiración cada vez que la veía desde lejos. Sabía que estaba reaccionando como un cachorro enamorado, aunque aún no sabía si de eso se trataba.
Negó con la cabeza.
No podía ser amor, solo era lujuria por un perfecto cuerpo femenino de curvas suaves y proporcionadas, rellenadas correctamente en donde debía de estar rellenas.
Agito la cabeza queriendo alejar esos pensamientos que le hacían entrar en fase animal y querer saltar sobre ella.
Cuando llego esa noche a su dormitorio, ella ya estaba dormida, así que aunque un tanto frustrado, decidió no despertarla, sabía por referencias que el cuerpo femenino, debía acostumbrarse tras su primera vez, -sonrió- y podría decirse que fueron varias consecutivas.
La mañana siguiente le alcanzo solo y encontró la cama inmensa y fría.
Era la primera vez desde que se habían casado en que ella se había levantado antes que él.
Cuando entro en el salón para desayunar, ella ya salía, así que lo saludo con una inclinación de cabeza que le impidió alcanzar su mejilla con un beso.
Despacho los asuntos de sus territorios y de nuevo se juntaron para comer, cada vez que él se inclinaba sobre ella para decirla algo, ella abría los ojos desmesuradamente como si algo se la viniera encima.
Finalmente ella rechazo el cabalgar con su compañía por la tarde.
Eso le convenció de que le estaba evitando por alguna razón, cosa que le puso de mal humor.
*-¿Qué diantres ha pasado?
*-¿Decías?
Su eterno guardián y amigo Liam, el hermano de su lujuria, como siempre andaba cerca.
*-A veces me olvido de que eres mi sombra.
*-Solo hay un lugar que te mantiene libre de mi presencia y más desde que allí dentro tienes a mi hermana para defenderte.
El regente bajo la mirada para evitar ser descubierto.
*-¿Que pensarías si finalmente yo no deshago este matrimonio?
El otro hombre se llevó la mano a la barbilla intentando calcular sus palabras.
*-Creo que es algo que debes hablar con ella. Si solo deseas mantener tu este matrimonio, no funcionara, si solo deseas seguir acostándote con ella porque su cuerpo te provoca, no funcionara, si solo....
*-Que estás diciendo¡¡
Liam le miro sin saber a qué se refería.
*-¿Cómo sabes tú...que yo...que nosotros....? ¿Ella te ha dicho?
Lian levanto los ojos y negó con la cabeza como pidiendo paciencia al cielo-
*-¿Acaso se te olvida que se con cuantas mujeres te has acostado? ¿Que hemos compartido cuarto mientras lo hacíamos aunque no hemos compartido mujer? Creo recordar un par de veces que las hemos intercambiado incluso.
Aidam entero la cara entre sus manos ocultando el rostro.
*-Sé que cara tienes después de una noche de pasión. Sé cómo sonríes e incluso como caminas. Además Kara nos evita a los dos desde ayer.
Eso le hizo levantar el rostro rápidamente.
*-¿A ti también? ¿Porque?
El muchacho encogió los hombros quitándole importancia al asunto.
*-Supongo que no quiere que su hermano sepa que ya no es doncella. O quizás no quiere que su hermano se enfade con el rufián de su amigo que la ha tomado a pesar de decir que no lo haría. O quizás no quiere seguir casada contigo después de todo. –según había ido hablando, se había ido alejando de el- O quizás es que eres un amante desconsiderado que se puso a dormir sin decirla que le había gustado yacer con ella. O quizás es que eres un malísimo amante...