CAPITULO TREINTA Y UNO

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Le costó mucho rehacerse mentalmente ante el comentario del maestro.

Lo hablaron entre los tres, con sus pros y contras.

Dialogaron si sería o no posible y si fuera, si ella no lo sabría o no quería decirlo, o si no lo quería tener o si....

Tenía tantas cosas dándole vueltas en la cabeza que al entrar en su dormitorio, no advirtió con una sola mirada que algo pasaba.

Se desnudó sin advertir nada, dejando la ropa como siempre hacia en el suelo, o bien ella o bien el servicio la harían llegar a la cocina en donde la lavarían y darían los tratamientos oportunos, para que pasado un par de días, dicha ropa volviera a ser útil y  le esperara nuevamente en su armario.

De dicho armario saco ropa limpia, que dejo encima de su cama y fue hasta la jofaina en donde puso agua para lavarse. Estaba bastante fría, así que le saco una mueca, aunque luego lo agradeció.

Tiro el lienzo sucio y mojado al pie del mueble y procedió a vestirse.

Desde allí sentado pudo observar que faltaba la tina, esa tina que estaba perpetuamente al lado de la chimenea desde que se había casado.

Tampoco estaba el arcón con las pertenecías de Kara con ungüentos pociones y antídotos.

Se levantó y anduvo hasta el otro armario, en donde ella había puesto su ropa al convertirse en su esposa y estaba vacío.

Se quedó tan extrañado que apenas podía ni gesticular.

Su respiración comenzó a acelerarse, faltaban sus cosas, ósea que había sido ella misma la que había mandado sacar sus cosas de allí.

Le había abandonado sin ni siquiera decirle una palabra.

Abrió la puerta con más fuerza de la necesaria y esta giro deprisa sobre sus pernios, golpeando la pared y haciendo que los transeúntes del pasillo se sobresaltaran.

*-KARA¡¡

Camino a grandes zancadas por el pasillo, bajando los escalones de la escalera como si alguien le persiguiera

*-KARA¡¡

Entro en el salón, donde solo estaba el maestro dormitando al lado del fuego y que solo levanto el rostro al percibir de su presencia.

*-La ha visto? Ha visto a Kara?

*-Por última vez al mismo tiempo que tú.

Que está pasando muchacho?

*-Se ha atrevido a abandonarme –El enfado en su voz solo provoca risa hilarante en su maestro, al que dejo solo en el salón-

Camino fuera de la mansión

*-KARA¡¡

Los hombres que por allí estaban a sus tareas, le negaron con la cabeza haciéndole saber que no había pasado por allí.

Liam venia caminado rápido hacia el, parecía venir de la cuadra.

*-Kara?

*-Por eso he venido a buscarte, ya la conoces, me pidió que la acompañara y tuve que hacerlo, ella no suele pedir favores, así que pensé que era algo importante.

*-Termina diantres o te voy a golpear.

*-Hemos ido a la abadía, allí estaban el letrado y el cardenal que se ocuparon de legitimidar el documento que firmasteis antes de la boda. – Aidam palideció de pronto—

Ella esta anulando vuestra boda.

Y de repenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora