Mi guardespaldas

Capítulo 30.

Vamos en el auto rumbo a un restaurante. Yo me siento todavía en las nubes por lo que acaba de pasar, fue maravilloso.... No tengo palabras para definir como me siento justo ahora.
William va conduciendo y de vez en cuando toma mi mano para depositar suaves besos sobre ella. 

Mis pensamientos vuelan en un rumbo diferente. Estos dias he hablado pocas veces con mi familia. Se enteraron no tengo idea como, de lo que habia pasado en mi casa. Mi madre me llamó, cosa rara, un poco preocupada, y mi padre también. Incluso sugirieron que mis hermanos vinieran unas semanas a quedarse conmigo para no estar tan sola. Yo no pude resolverles nada. Mi relación con ellos es prácticamente nula, hacia varios dias que no revisaba mis redes sociales y ayer cuando lo hice, me volví a decepcionar de lo que vi.
Mis hermanos subieron fotos de sus acostumbradas fiestas y salidas de noche o mejor dicho de sus despilfarros de dinero.
Yo no digo que me siento orgullosa de tenerlo bajo mi control, claro que no, al contrario siempre me he preguntado, ¿por que yo?. En cambio ellos viven sin preocuparse ni tener obligación alguna sobre trabajar para ganarselo. Solo esperan la cantidad mensual que les mando y felices con sus reuniones de amigos que yo no tengo.
Eso es lo que mas duele. Ver como ellos si pueden socializar con la gente y tener la facilidad de contar con personas diferentes cada dia. Que en cierta forma no son amigos de verdad, pero al menos te hacen compañía unos cuantos días. En ocasiones siento un poco de envidia, por no poder ser asi como mis hermanos. Libre......

No quiero que vengan, realmente no lo quiero. Mi hermana se la pasara criticando mi gusto raro por la ropa e insistiendo en que vacíe todas las boutiques reconocidas de New York, y mi hermano...., bueno, mi hermano es un vago que se dedica a nada. Solo jugar videojuegos, fumar cigarrillos, y salir con la loca de mi hermana de juerga, cada que esta tiene ganas, que eso sucede prácticamente todos los días.

Sigo pensando en como decirles a mis padres que no los quiero aquí, pero William me saca de mis pensamientos al volver a besar mi mano.
Es ahi cuando me doy cuenta de lo bien que me siento sola, sin mi familia problemática a mi lado, sin amigos que se dicen ser, solo William y yo. El es mi mundo y deberia bastarme con eso. Se que aun me siento un poco inestable en cuanto a lo emocional se refiere, pero yo soy feliz asi. Con mis gustos raros por vestir y maquillarme. Por no salir de fiesta y tomar hasta perder la conciencia. Por hacer cosas que a los ojos del mundo parecen ser demasiado infantiles. Por tener como mejor amiga a una perra. Por ser simplemente yo..... Ya nada importa.... El destino volvió a poner a Will en mi camino y no dejaré que esta vez nuestro amor se pierda.

Le sonrio y lo miro a los ojos. Veo por la ventanilla que ya casi llegamos al restaurante donde queremos comer, bajo mis manos por la falda de mi vestido para acomodarla un poco y que no se vea tan arrugada. Al momento de pasar mis manos por mi muslo interno, me doy cuenta de algo que hace que mis mejillas se pongan rojas como jitomate mexicano.

¡POR DIOS....... OLVIDE PONERME LAS BRAGAS.!

Esperen.... No lo olvide..... Simplemente que mis braguitas terminaron rotas en las manos de Carter..... Y ahora que recuerdo,tengo una considerable cantidad de dólares que descontar de su sueldo.

William me ve y frunce el ceño. Rápidamente subo mi mano a mi cintura para que parezca que no pasa nada....
Rayos.... ¿Que hago ahora?.....,no puedo bajar del coche y arriesgarme a que el viento otoñal levante mis naguas y todos mis guardespaldas vean mi culo.... Joder... Joder...... Hare nota mental para la próxima vez tener bragas de repuesto en mi oficina..... Un momento....., dije... ¿Proxima vez...? Claro, estoy asumiendo que lo que acaba de suceder sobre el escritorio de mi oficina algun dia se repetirá.