Algo húmedo estaba sobre mi cara, algo tibio y con un olor asqueroso,intenté abrir mis ojos pero me sentia demasiado cansada, aparte me dolia el cuello y la espalda por haber dormido en el sofá toda la noche. Al sentir un peso encima de mi desperté de golpe, solo para encontrarme con Maya que al parecer quería comerse mi cara.
-Maya,que asco, bajate, cuantas veces tengo que decirte que odio que lamas mi cara. Esta prohibido. -
Como siempre hacia cuando la regañaba, me puso sus ojitos mas lindos y caia de nuevo en su juego.
-Ven aqui, hermosa, ¿?sabias que te adoro?, ¿quien es la perrita mas linda?, a ver, ¿quién? -.
-Guau.... Guau!!!! -.
-Anda ven vamos a desayunar que después iremos abajo porque hoy tenemos entrenamiento, y tu también iras, te hace falta un poco de ejercicio. No repliques.Estas gorda-.
Los fines de semana me la pasaba sola en casa, los dos dias se los daba libres a la gente de servicio, mas que nada porque no salia y me encantaba sentir el silencio, cocinar yo misma, y hacer uno que otro quehacer doméstico, ademas cada Sábado era dia de entrenamiento, Jason insistió en que tomara clase de defensa personal, y aunque jamás habia requerido de mis conocimientos, se habia convertido en una rutina practicar. Hoy sería diferente, tenia que elegir a los dos aburridos gorilas que me acompañarian a todos lados y que los dias como este rondarian mi casa como fantasmas, eso era lo que mas me molestaba, la invasión a mi privacidad, ya eran suficientes los que había en la puerta principal, no necesito otros cerca de mi, pero en fin, Jason era un buen tipo y además tenia que retirarse, asi que por el gran cariño que le tenía aceptaba ese martirio de tener un guardespaldas,aunque viendolo bien era mejor que fueran mujeres, pero al parecer los hombres tenian mejor táctica de combate y servicio de seguridad.
Después de desayunar, me cambie para bajar a mi gimnasio personal o también la sala de entrenamiento de Jason y el equipo de seguridad, estaba en la parte trasera de la casa asi que no tenía que escuchar nada, eso era bueno, los fines de semana solo eran míos. Me puse mi ropa de ejercicio, y tome mi celular para llamar a Isabel, quería que hoy me acompañara a elegir los dichosos guardespaldas, y de paso con el ejercicio que nos pondría el entrenador se le pasaria la resaca que de seguro tenia después de uns noche de fiesta, aunque realmente dudaba que estuviera despierta.
-¿Hola? ¿Quien habla? -.
-Soy yo, Chabela, desperesate, y ven a mi casa, necesito que me acompañes con Jason, quiero tu opinión para elegir a los adecuados-.
-¿Adecuados? ¿De que estas hablando? -.
-Los guardespaldas tonta! Anda levantate y ven a mi casa. Entrenemos juntas ¿Si?-
-Esta bien, estare ahi en 20 minutos, pero quiero que al llegar me des un jugo de naranja y una pastilla, mi cabeza me mata-.
-Ok, aquí te espero -.
Estaba nerviosa, por eso quería a Isabel conmigo, sentia algo en mi interior que no me dejaba tranquila, era como un presentimiento,nunca había elegido yo a los de seguridad, de eso se encarga Jason, pero hoy tenia que decidir cual me parecia bien para estar a mi lado todos los dias. En la oficina, en todas las reuniones y viajes, en el transcurso a mi casa y también en ella, Jason queria dos a mi servicio personal, un chófer, y 4 mas en un vehículo siguiendome, yo creo que exagera pero esta bien, lo soportare, le tengo un gran cariño. Hare lo que él crea que es necesario, se esfuerza mucho para cuidarme y bueno, tratare de ser menos malcriada y obedecerlo. Al no tener a mi familia cerca, el a veces tomaba el papel de consejero, y muchas platicas que hemos tenido me siguen sirviendo.
El interfono sono, el guardia de la puerta me avisaba que Isabel acaba de llegar, me dirijo a la puerta para recibirla, no sin antes poner en la mesa un vaso de jugo y su pastilla requerida, yo ya estaba lista, si ella no venia preparada no quedaba mas que prestarle algo de ropa, con suerte éramos la misma talla.
-Ali, buenos días -.
-Hola, ¿como amaneciste tu?¿que tal tu noche de chicas?
-Increíble, en realidad, solo que la cruda de esta mañana no lo era tanto -.
-Te dije que no tomaras, pero en fin, vamos a la sala y veras como con el sudor se pasa tu malestar -.
-Esta bien, muero por ver a esos 10 hombresotes que de seguro estan para comérselos-.
-Eres una golosa, conformate con tu griego, por cierto ¿ya planearon una segunda cita?
-La verdad no lo he llamado, quiero ir un poco despacio-.
-Haces bien, si le interesas en serio te buscara-.
-Tienes razón, bueno, a entrenar, quiero dar golpes y patear tu trasero-.
-Quiero que intentes eso-.
-Jajajjaja -.
El gimnasio tiene todo lo requerido para practicar ejercicio, en la siguiente habitación puedo escuchar mucho escándalo, son los agentes que entrenan para hacerle una demostración a Jason. Al llegar lo saludo, mi entrenador ya esta aqui asi que Isabel y yo hacemos la rutina que el nos va diciendo, cuando ya ha pasado una hora Jason se acerca a mi y me dice que es momento de elegir, lo primero que haré son saber sus nombres y evaluar su porte, ver si en realidad parecen guardespaldas o no, y al final haremos un simulacro de ataque para que cada uno me muestre sus habilidades. Bien, comencemos con esto.
Jason les pide que formen una línea recta frente a mi, den un paso al frente y digan su nombre con voz fuerte y clara, yo estoy empapada en sudor después del arduo ejercicio, asi que me volteo a secar mi cara mientras escucho sus nombres.
-Desmond Tyler -.
-James Roka-.
-Steve Grensh-.
-Ronald Hilton-.
-Mark Hudson -.
-Héctor Rivers-.
-Franco Dolce-.
-Leonard Bruce -.
-Robert Spencer-.
-William Carter -.
Mis oídos no pueden creer lo que acaban de escuchar, me doy la vuelta para ver a los individuos frente a mi, y recorro cada uno con la mirada, al llegar al último mis ojos se detienen, aspiro aire con fuerza.¡No puede ser él!
-¿Podrías decir tu nombre completo por favor? - Lo miro fijamente y el me devuelve la mirada, clava sus hermosos ojos verdes en mi, y dice claramente algo que solo he escuchado en mi mente todo este tiempo, su nombre.
-William Ricardo Carter Ruiz. -
Mi cabeza comienza a zumbar, y todo da vueltas,lo sigo viendo fijamente, sus ojos fríos sin inexpresivos. Después todo se vuelve oscuridad.
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Mi guardespaldas
RomanceAlina maneja la empresa que recibio de herencia por parte de su tio, por la cual tuvo que dejar todo atrás, pero el destino le tiene preparado un reencuentro con su gran amor del pasado, ¿Podra soportar su cercanía ahora que William sera su guardesp...