Capítulo 31.

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Mis hermanos estan aquí. Es algo que no esperaba, no lo esperaba. Y ahora estoy frente a ellos, afortunadamente William se regresó al auto por unas cosas comestibles que olvidamos y no les va caer como bomba verlo aqui. Tanto yo como el no tenemos ni teníamos buena relación con ellos.
Rocío y Charlie estan en medio de mi sala. Mi hermana se levanta y me da un abrazo al cual yo no respondo. Creo que ya deje claro cual es el tipo de relación que tengo con ellos y justo verlos aquí no es muy agradable que digamos. Además se que vienen por orden de mi madre y no por que realmente yo les preocupe. Crei que le habia quedado bien claro que no los queria aquí. Ya no quiero problemas, y la presencia de mis hermanos significan eso y mas.

Charlie no se levanta. Esta sentado en el sofá con los pies arriba, justo como recuerdo que siempre hacia en casa. Lleva una gorra estilo de musico urbano, unos jeans muy rotos y una playera gigante. Una cadena que asumo es de oro cuelga de su cuello y un pequeño piercing en su oreja izquierda. Siempre he pensado que mi hermano se viste como cholo pero jamas se lo he dicho.
Esta enfrascado por completo en su celular, y solo levanta la mirada pero no me dice nada. Odio que se porte como si estuviera en otro mundo y nosotros fuéramos los extraterrestres en el.

Rocio me zafa de su abrazo y me mira detenidamente. Puedo ver como escanea mi forma de vestir y todo mi cuerpo en particular. Esto siempre ha sido motivo de discusión entre ella y yo.
Mi hermana es una Kim Kardashian versión no. Mil, su cuerpo o mejor dicho sus atributos los ha conseguido a base de cirugías que obviamente mi madre ha pagado con mi dinero. Se viste de una manera extravagante y medio vulgar. Justo ahora lleva un vestido color azul rey demasiado pegado para mi gusto. Una maxi bolsa color plata y unos tacones vertiginosos del mismo color. Su maquillaje es sumamente cargado, creo que no hay un centímetro de su cara que no tenga un producto de belleza. Su cabello es rojo. Segun recuerdo la última vez que la vi lo llevaba lacio, pero ahora es una maraña de rizos esponjados como el de Mérida de la película de Valiente.
Su vestimenta y su cabello la hacen ver como una mujer voluptuosa y demasiado curvilínea. Segun ella llama la atención por donde pase, y seguro que lo hace, pero no creo que de buena manera.

Ella siempre insistió en que me vistiera diferente. Que enseñara más piel y todo eso, pero yo jamás acepte. Causando asi que nuestras peleas fueran demasiado frecuentes porque ella siempre estaba criticandome por todo. A pesar de ser tres años menor que yo, creo que se ve mucho mayor..

Amalia esta parada a un lado del sillón principal. Me mira con ojos de disculpa, supongo que esta apenada por que yo le dije que quería la casa sola y vaya sorpresita que me encontré.

-Lo siento, mi niña. No pude avisarte que tus hermanos habían llegado porque tu hermana no me dejo. Dijo que era una sorpresa. De verdad lo siento. -

Camino hasta ella y tomo sus manos. Amalia es testigo de como me pongo si no siguen mis órdenes al pie de la letra, o eso era antes de que llegara Will, ahora soy mas flexible en mi carácter. Y se que no tiene la culpa, mis hermanos pueden ser desesperantes en ocasiones.

-¿Como la llamaste criada igualada?, - Rocío se pone frente Amalia con su típica pose de patrona.
Se que acostumbra tanto ella como mi madre humillar a la gente de servicio, pero en mi casa no lo voy a permitir. Amalia es muy importante para mi, ella al igual que Jason han estado conmigo en todo momento. Aconsejandome y apoyándome en las decisiones que tomo.

Entrecierro los ojos y me coloco a un lado de Amalia. Miro fijamente a Rocío antes de decirle, procurando no alzar la voz.

-No voy a permitir que le digas criada igualada. Amalia es mi amiga y la respetas, si no crees poder lograrlo te sugiero que tomes tus maletas y te vayas por donde viniste. -

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