*DOS MESES DESPUÉS *
El mes de Diciembre ha llegado y por ende el invierno también ya está aquí. Adoro la época de frío aunque eso significa subir cinco kilos y pasar penurias por las nevadas y las lloviznas con hielo. Eso supongo que es normal en la ciudad de Nueva York.
Mi familia se ha quedado todo este tiempo. Eso me tiene muy feliz porque gracias a eso la relación con mi madre y mis hermanos ha mejorado notablemente. Incluso estoy sorprendida que las dos mujeres de mi familia no hayan querido vaciar mis cuentas con sus compras compulsivas.., pero no, ellas se han mantenido comprensivas y puedo ver lo mucho que sufren por tener que repetir atuendos día con dia.Al fin recordé todo sobre mi ataque. William me ayudó un poco al decirme que fue Maya quien me encontró desangrada tirada en el estacionamiento. Recordé a la mujer y todo lo que me dijo, pero eso se lo omití a la policía que me interrogó, porque después de que Jason insistiera una y otra vez al final decidí levantar una denuncia. Hicieron un retrato hablado y como por arte de magia el rostro de la mujer que me atacó fue el mismo que el resultado del dibujo. Lamentablemente no han tenido suerte para atraparla, pero eso no importa. Lo que quiero saber es porque me dijo todo eso, ¿en que se supone que soy impostora?, ¿y por qué no debo estar donde estoy?. Son preguntas que he mantenido para mi misma solo para no preocupar a los demás pero de verdad ansío saber las respuestas.
La empresa marcha viento en popa, Isabel se hizo cargo de todo en el tiempo que estuve en reposo. Con suerte el contrato con los japoneses quedará listo en cuatro meses y lo de abrir mi propia línea de hoteles tendrá que esperar un poco, pero mantengo la fe en que se hará realidad. Isabel me ha visitado casi todos los días pero ambas podemos ver que a mi familia no le cae muy bien, así que ha dejado de hacerlo frecuentemente. Pero seguimos en contacto por el teléfono.Mi vida ha tenido muchos cambios en cuanto a lo personal se refiere. Ya no vivo sola gracias a la presencia de mi familia en casa. Al principio les costó un poco adaptarse a esta ciudad pero lo están haciendo lo mejor que pueden. Todos los dias hay ruido por donde sea, mi madre y Amalia tienen serias guerras en la cocina ya que la primera cuando se lo propone puede ser una excelente cocinera y Amalia no quiere ceder su territorio.
Lo mismo pasa con el jardinero y mi padre, ya que éste por su enfermedad del corazón no puede hacer mucho esfuerzo, pues va y da opiniones no pedidas al pobre de Don Toño el jardinero. Yo solo sonrío cuando veo estas situaciones y para no quedar en medio de la batalla, prefiero escabullirme con Maya y Hercules a dar un paseo.
También los chicos están un poco hartos de la actitud melosa de mi hermana, que a como de lugar quiere conseguirse un galán entre los diez o más gorilas que rodean mi casa. Pero en cuanto la ven existen los intercomunicadores y salen corriendo.
William y yo hemos estado mas unidos que nunca, y eso me pone feliz, porque por primera vez tengo a mis personas importantes a mi lado y puedo estar tranquila.La recuperación de mi herida fue un poco lenta gracias a que ni William ni yo soportamos una semana más de abstinencia y terminamos en la cama. Eso provocó que mi herida no sanará rápidamente pero al dia de hoy solo hay dos líneas rugosas en un costado de mi abdomen. Rocío insiste en que me haga una cirugía para quitarmelas, ya que según ella no me veré igual en bikini, pero no le hice caso. Esas cicatrices son el recuerdo de vencer a la muerte y cada vez que las veo mi alma se fortalece y me juro no tener miedo.
Hoy he decidido que les daré un gusto a mis mujeres. Como ya se acerca Navidad quiero que compren lo que quieran pero siempre y cuando no me dejen en bancarrota.
En la mañana que se los anuncié Rocío gritó de la emoción y mi madre dio un suspiro de alivio. Las conozco y se que haberse mantenido en abstinencia de comprar en todo este tiempo ha sido una tortura. Asi que hice repartición de cuatro tarjetas de crédito con un límite de capital para que compren lo que necesiten. Mi madre, mi hermana y yo iremos al centro comercial mientras que a mi padre y a mi hermano William los llevará a comprar a otro lado.
No fue de su agrado esta decisión, pero he visto que aún se siente incomodo con mi familia y que mejor que una tarde de hombres para que yerno, suegro y cuñado limen asperezas.
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Mi guardespaldas
RomanceAlina maneja la empresa que recibio de herencia por parte de su tio, por la cual tuvo que dejar todo atrás, pero el destino le tiene preparado un reencuentro con su gran amor del pasado, ¿Podra soportar su cercanía ahora que William sera su guardesp...