Capítulo 35.

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*ALINA*

Abro mis ojos un poco aturdida por la luz blanca de la lámpara del techo. Que yo recuerde la luz de mi habitación no da esa claridad, ¿en donde diablos estoy?. Siento dolor en cada puta célula de mi cuerpo y eso sin contar que tengo un putero de cosas conectadas a mi. ¿Acaso estoy en el hospital?. ¿Que rayos fue lo que pasó?.
Incorporo un poco la cabeza y veo a William de pie junto a la ventana por donde entra una luz blanca que de inmediato lastima mis ojos.

-Will... William.. - le hablo pausadamente ya que incluso mover mi lengua me ha dolido.
El se da la vuelta y puedo ver la sorpresa en sus ojos como si no me hubiera visto en mucho tiempo. Pero si apenas ayer salí corriendo como loca de casa y.... No recuerdo nada más desde ese punto...
Se acerca a mi cama..

-Aquí estoy hermosa.... Estoy contigo... Aqui estoy... -

Me besa lentamente y yo no quiero responderle porque siento un sabor horrible en mi boca y temo tener mal aliento... El sigue besandome y después de unos segundos deja de hacerlo.

-¿Donde estoy?.. - mi pregunta lo hace fruncir el ceño mientras presiona un botón junto a la cama.

-Estas...., bueno, estas en el hospital... ¿No recuerdas lo que pasó?. -

-Solo recuerdo que sali de casa en uno de los autos.... Llegué a la empresa y de ahí no recuerdo nada más... ¿Dime que pasó en realidad?. -

-Pues..... Tu.... - se interrumpe por que es ese momento entra un hombre vestido de blanco. Mi mente lo reconoce como el doctor Rogers, alguien con quien a fuerzas me hago chequeos de rutina cada seis meses.

-Bien, al parecer nuestra paciente ya despertó... ¿Como te sientes?. - Su voz es tranquila y suena como si yo fuera un bebé y estuviera tratando de que entienda lo que diga.

-En realidad siento que un tren con mil vagones me pasó por encima... -

Sonrie un poco y me revisa los ojos y también revisa los aparatos que estan junto a la cama. No comprendo nada, el también se ve como si no me hubiera visto en días.
De pronto un gran alboroto de murmullos y pisadas se escucha junto a la puerta y por ella entran cuatro personas inesperadas.

-¡Hija.....! Ay dios mío, al fin has despertado. Bendito sea... -

¿Como que al fin he despertado?.

-Papá...., mamá...., Rocío... Charles..... ¿Que hacen aquí?.-

-Pues estamos aquí contigo. Nos asustamos mucho con lo que paso, pero no pudimos venir luego porque tu padre se sintió mal por al menos cuatro días.... - mi madre me habla con una dulzura que hace mucho tiempo no escuchaba en ella. Me sorprende ver que incluso mis hermanos se ven preocupados y en sus rostros se notan unas tenues ojeras como si no hubieran dormido bien. Y mi padre se ve mucho peor, y no es solo porque con el llevo una mejoe relación sino que de verdad sus ojos me demuestran un miedo increíble pero a la vez un amor infinito.
No comprendo porque todos se notan cansados y por que tuvieron que llegar asi como asi. Si yo ayer estaba bien y no recuerdo haberlos llamado.
Es ahi cuando en mi mente se forma una pregunta que me asusta...

-¿Cuan...., to tiempo estuve dormida....? -

Mi madre le dirige una mirada a William que no logro descifrar. Este ha permanecido impasivo y tranquilo a un lado de la cama. De hecho no ha dicho ni una sola palabra, solo las que me dirigió cuando abrí los ojos...

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