La Esperanza Pelirroja Parte 1

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Midoriya

Antes de salir del hospital, tras doblar mis sábanas y acomodar el sofá cama, me quede parado al pie de la cama, observando la respiración de mi princesa durmiente. Mientras los primeros rayos del sol iluminaban el rubor de sus mejillas, a mi memoria vino un hermoso recuerdo de nuestro curso en la UA. Días después de habernos instalado en los dormitorios de la escuela, tras el concurso del rey de la habitación, Uraraka acostumbrar asaltar el armario de lentes de la habitación de Iida, corriendo por toda el edificio para escapar de nuestro amigo cuando Iida se daba cuenta; en una de esas típicas persecuciones, estaba escribiendo en mi libreta, una de las miles de notas que hacía sobre héroes cuando de pronto, alguien me tiro al suelo, había sido Uraraka quien accidentalmente choco conmigo.

Ante lo cercano de nuestros cuerpos, yo me puse tan rojo, porque aparte de ver un poco de sus pechos, su lindo rostro estaba muy cercas de mi, el cual, se veía más precioso a esa distancia.

- Lo siento - sonriente, se disculpó Uraraka, levantándose de inmediato.

Con un rostro despreocupado, me extendió su mano para ayudarme a ponerme de pie, fue entonces que tras ayudarme a levantar, se aferró a mi brazo, obligándome a correr con ella hasta el jardín, y sin poner oposición, deje que ella me guiara, viendo nubes de colores pastel alrededor de nosotros mientras corríamos. Tras un mágico maratón, volviendo el tiempo más mágico, Uraraka me condujo a un jardín de rosas.

Luego de ocultarnos de tras de los rosales, respirando pesadamente, los dos nos dejamos caer al suelo, y mientras recuperabamos el aliento, muy animada dijo:

- Vaya, en verdad que Iida es muy rápido.
- El más rápido de todos - con voz agitada respondí.
- Lo bueno es que se topo con el profesor Aizawa - acompañado de algunas risillas, respondió Uraraka, sonrojandome por lo linda que se veía.

Y destensando nuestros hombros, los dos estiramos las piernas sentandonos cómodamente en el pasto. Rodeada de rosas rojas y rosas, Uraraka suspiro profundamente absorbiendo el dulce olor de las flores, de no ser por los lentes, cualquiera que hubiera pasado ahí la hubiera confundido con Perséfone, me sentí afortunado de ser el único en verla así.

- Deku ¿Estás bien? Te vez algo rojo - extrañada preguntó, poniendo su mano en mi frente para medir mi temperatura.
-Uraraka...yo, yo estoy bien, no...nada, no es nada- nervioso por este gesto, respondió tartamudeando.
- Que alivio, por un momento me preocupo que fueras alérgico al polen o algo parecido - tras un suspiro, aliviada comento, sonriendo al mirar las rosas a nuestro alrededor.
- No, para nada soy alérgico, aunque me parece extraño que haya un jardín de rosas.
- Según tengo entendido, el director Nezu las planto para crear  productos que mantengan su pelaje brillozo, pero me alegra mucho que haya sido así, ahora no solo tengo un escondite, si no que además, un espacio de inspiración - mirando alegremente las rosas a su alrededor, comentó Uraraka avivando el brillo de sus hermosos ojos cafés.

Sin poder apartar mi vista de ella, despreocupado le comenté:

- Te gustan la rosas ¿Verdad?
- Bueno, no es sólo gustarme ¿Sabes? - extrañamente ella se sonrojo, y nerviosa respondió juntando sus manos para jugar con sus dedos.
-¿A qué te refieres con eso?
- Cuando era muy chica, me gustaban las historias de caballeros, sobre todo el caballero de la Rosa.
-¿El caballero de la Rosa? - curioso pregunté.
- Así es, un caballero francés dedicado a salvar a los menos afortunados, velando siempre por el bien del pueblo, en fin, un héroe de la época medieval - muy entusiasmada contó Uraraka moviendo sus manos conforme hablaba.
-¿Y por eso te gustan las rosas?
- Mientras siga viendo rosas, siempre habrá esperanza de que el bien triunfará, esa era su frase y cuando sea una heroína profesional también será mi credo- muy emotiva se levantó, empuñando su mano al cielo como si aquello fuera su credo, la faceta que más me motivaba a seguir mi camino como héroe.

Resignado a perderte [Izuocha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora