Decididos a buscar la Cura

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Narrador.

Hace apenas unos días había salido del hospital, y nuevamente a Bakugo le dieron el informe de que su amiga Uraraka estaba internada, pero está vez, en un hospital especializado en toxicología... tóxico, la simple palabras erizo su piel.

Al llegar a recepción, de inmediato, el doctor se acercó a Bakugo, llamándolo en su consultorio. Sentándose, el doctor tomó un folder con unos estudios, y tras carraspear la garganta, dijo:

- ¿Cuál es la verdadera relación que usted tiene con la heroína?
- Soy su mejor amigo - con un serio semblante, respondió Bakugo.
- ¿Y que me dice de los padres y la familia de la señorita Uraraka? Me parece extraño que ella no quiera darle aviso a ellos.
- Aunque sus padres gozan de un buen seguro médico, los dos tienen problemas del corazón.
- Entiendo, de todos modos, lo mejor sera decirles del estado real de la señorita Uraraka.
- ¿sucedió algo con el gas cloro?- preocupado, Bakugou preguntó ante el pálido semblante del doctor.
- Bueno, ciertamente la señorita Uraraka estuvo expuesta a un gas tóxico, pero de haber sido gas cloro, seguro, sus fosas nasales, garganta y piel tendrían severas quemaduras.
- Si no fue gas cloro ¿Porque el humo era de color verde?
- Al parecer ese humo era una bomba con nitrato de potasio y gas nitrógeno, lo cual, explica su incapacidad de actuar racionalmente; aunque fue riesgoso la exposición del mismo gas, gracias a la máscara no hubo problema alguno en sus sistema neurologico, desgraciadamente ese, no es el motivo por el que lo llame señor Bakugo.
- ¿Y entonces? - preocupado, el rubio se inclinó hacia el doctor.
- El problema es la bacteria que vive dentro de la señorita Uraraka, en sus órganos está teniendo un efecto muy similar al del cáncer, y por la evolución del mismo, las quimioterapias ya no son suficientes para contrarrestar la bacteria.
-¿ Eso significa?
- Significa que a ella le queda menos de un mes de vida señor Bakugo, y por lo desconocido de la bacteria, me temo que no podrá abandonar el hospital hasta determinar si la bacteria se puede volver contagiosa.

El semblante de Bakugo palideció ante la noticia, dejando caer al suelo su celular, mientras el doctor seguía dándole los detalles de la estancia de su amiga, a la mente de Bakugo vivieron breves recuerdos de Uraraka, desde el día de su encuentro en el festival, el día del enfrentamiento al ejercito de Liberación, cuando Uraraka salvo a su madre de los escombros de un terremoto, hasta el ataque en la bodega, donde la chica pelirroja advirtió de las intenciones de Overhaul y Blackplag, un mes de vida, la destrucción de el y Midoriya.

- Entiendo lo difícil que debe ser escuchar esto, pero me gustaría que pudiera firmar este permiso para hacer estudios experimentales con ella - inseguro, el doctor comento esperando no hacer enojar a Bakugo.
- Firmaré el permiso, solo con una condición.
- ¿Que es lo que quiere señor?
- Tengo una amiga que desde hace meses lleva trabajando en el patógeno del virus, pero me gustaría que ella estuviera aquí y los apoyará en la investigación, su nombre es Melissa Shield.
- ¿Melissa Shield? ¿Se refiere a la hija del doctor David Shield y la actual coordinadora del departamento de ciencias en Boston?
- Así es, la misma.
- Por mi parte será un honor compartir trabajo con ella.

Al salir del consultorio, Bakugo se encontró con Midoriya, Kaminari y Kirishima, quienes, tras una larga jornada desalojando a los civiles, llegaron al hospital preocupados por la salud de Uraraka.

- Viejo ¿Como está Uraraka? En cuanto Kaminari me dijo que estaba internada aquí, me preocupe mucho.
- No te preocupes, de momento ella está fuera de peligro - con un frío semblante, Bakugo respondió, mirando fijamente a Midoriya.
- ¿Estás seguro? Mina dijo que la exposición al gas cloro es muy peligroso - dudoso, pregunto Kaminari, cruzándose de brazos.
- No fue gas cloro a lo que estuvieron expuesto, según el doctor, si no a nitrógeno.
- Menos mal - tras un suspiro, tanto Kaminari como Kirishima respondieron.
- Por cierto ¿Podemos pasar a verla? - preocupado, Midoriya pregunto.
- Antes de eso, quiero hablar contigo a solas - con una fría mirada respondió Bakugo al pecoso.
Aunque los chicos miraros confundidos la seriedad con que Bakugo se dirigía a Midoriya, entendiendo el mensaje, los dejaron solos pasando a la habitación de Uraraka.

Resignado a perderte [Izuocha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora