Capítulo 04

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Mina.

Me encontraba en la oficina de mi padre desde hace aproximadamente quince minutos, pero desde que entré no hizo más que leer y firmar un montón de papeles sobre su escritorio, algo tan típico de él cuando se encontraba sumamente concentrado en algo, pero debía admitir que ya necesitaba saber el por qué de su urgencia al querer verme.

— Mina. —llamó mi atención cuando comencé a mover mis dedos sobre la mesa, ocasionando un ligero ruido sin darme cuenta.

— Lo lamento. —dejé las manos sobre mis piernas— ¿Qué sucede?

— He estado pensando en la reunión del viernes, ambos sabemos que no podrás asistir, así que... —hizo una pausa y suspiró— creo que las señoritas Minatozaki y Hirai podrían hacerlo bien, obviamente irán con el señor Kim.

— ¿Eh?

Tal vez escuché mal, no estaba segura, ¿Mi padre realmente quería que ellas asistieran en mi lugar? ¿Hablaba en serio?

— No te sorprendas, he visto el gran desempeño de ambas y quiero darles la oportunidad. Sé que podrán hacerlo bien, ¿Crees que ellas...?

— ¡Por supuesto que aceptarán! Será la primera vez, así que sin duda lo harán.

— Bien. —mi padre sonrió, pero no por mucho tiempo— luces algo cansada, Mina.

— Solo dormí un poco tarde...

— Recuerda que el trabajo no lo es todo.

— Lo sé, papá.

— ¿Lo sabes? —preguntó sin dejar de mirarme, pero ya que no respondí soltó una pequeña risa— bueno, eso ha sido todo.

Fui en busca de mis amigas, me sentí muy emocionada de que mi padre pensara en ellas ante una reunión tan importante y a decir verdad, estaba segura de que iban a hacer un excelente trabajo con la guía del señor Kim Heechul, un hombre de mucha confianza y socio, mi padre realmente confiaba plenamente en él.

Encontré a Sana en su puesto de trabajo, pero la silla de Momo estaba vacía así que toqué el hombro de la rubia cuando se encontraba tecleando algo en su computadora. Ella se sobresaltó un poco, pero al ver que era yo suspiró llena de alivio.

— Mina, hola. —sonrió.

— Hola. —me senté a su lado— ¿Dónde está Momo?

— Ya vuelve.

— ¿Qué hacías? —pregunté cuando cerró el archivo en su computadora.

— Escribía una lista sobre las cosas que quiero hacer con Dahyun. —confesó con sus mejillas rojas.

— Oh... ¿Será su aniversario? ¿Algo especial?

— S-sí y... —hizo una pausa corta al morder sus uñas— ¿Puedes creer que me insinuó el querer un anillo?

— ¿Eh? —volteamos al escuchar a Momo quien se acercó mucho más a nosotras— ¿De verdad? Entonces, ¿Habrá boda? —preguntó.

— No lo sé... —dijo mediante un largo suspiro— realmente también quiero hacerlo, pero sé que ahora es muy pronto.

— Dahyun ha matado tu lado mujeriego... —comentó Momo con la mirada perdida— recuerdo cuando solías ir con Eunha...

— Cállate. —la interrumpió al mover sus manos y negar con su cabeza— es pasado.

Momo y yo sonreímos cuando las mejillas de Sana comenzaron a cambiar de color nuevamente, tornándose tan rojas gracias a sus palabras.

— B-bien, dejen de mirarme así. —hizo un mohín y me miró— ¿Qué querías decirnos?

— Oh, sí... Solo quería desearles suerte en la reunión que tendrán este viernes. —dije con una sonrisa en mis labios, ellas no captaron el mensaje al principio ya que mantuvieron una mirada confusa, pero con el pasar de los segundos el asombro comenzó a aparecer.

— ¿Hablas en serio? —preguntó Momo al tomarme de los hombros y yo solo respondí un corto "sí"— ¡¿Hablas en serio?!

— Eso fue lo que dije... —dije mientras reía— confíamos en ustedes, sabemos que lo harán muy bien.

Estaba segura, no nos decepcionarían.


6:30pm.

Mi celular comenzó a vibrar sobre el escritorio, pero no me tomé la molestia de leer el mensaje ya que quería acabar mi último papeleo del día lo más pronto posible para poder regresar a casa, pero aquel aparato volvió a vibrar, esta vez mediante una llamada de Chaeyoung.

— Chae.

— ¿Qué haces, cariño? —preguntó.

— Aún sigo en la oficina, oh... ¿Tu horario acabó?

— De eso quería hablarte, saldré con las chicas... Es el cumpleaños de Yeri, no te preocupes en venir, yo...

— ¡Chaeyoung, vamos! —escuché de pronto por lo que alejé el celular de mi oreja.

— Oh...

— No será por mucho tiempo, ¿Está bien?

— Está bien, cariño, solo no bebas de más... Recuerda que mañana debes ir al trabajo nuevamente. —dije con voz firme, pero cariñosa.

— Sí, mamá...

— Ahg, ¡Chaeyoung! —su contagiosa risa me hizo sonreír¿Entiendes que eso fue muy raro? 

—  Lo sé, lo siento.

— Mmm...

— Bien, te amo. —dijo y escuché el sonidito de un beso antes de colgar.

Esta vez me tomé el tiempo necesario para revisar los papeles, pero gracias a eso terminé saliendo de mi oficina casi a las nueve de la noche y sí, debía admitir que moría de sueño y solo deseaba llegar a casa pronto. Aunque pareciera sencillo solo leer, crear o firmar documentos, realmente era algo estresante y agotador.

Luego de conducir un par de minutos, por fin llegué al edificio y esperé pacientemente a que el ascensor llegara al primer piso, pero eso jamás pasó, al parecer dejó de funcionar justo en ese momento y para mi mala suerte debía subir trece pisos caminando.

"Maldición" pensé cuando tan solo había subido tres pisos y cuando llegué al indicado, completamente sin aire, abrí la puerta rápidamente, obviamente Chaeyoung no se encontraba allí y suspiré con mucha fuerza al dejar mi maletín a un lado y mientras caminaba hacia la habitación, fui despojándome de la ropa y me dejé caer en la cama cuando el agotamiento me ganó. 




Estoy muriendo....

de calor.

Umbrella 2; MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora