Mina.
Dentro de la sala no pude concentrarme completamente en las palabras de mi padre o el señor Kim, mucho menos de la molesta voz de Moonbyul y su intento de llamar mi atención. No me sentía con grandes ánimos. Cuando acabó la reunión, todos salieron de la sala a excepción de mi padre, él se acercó a mí y dejó sobre la mesa algunos importantes documentos.
— Aquí tienes, quiero que todo esté en perfecto orden, ¿Cuento contigo? —preguntó con una mirada completamente seria, pero aún así pude notar un pequeño brillo en sus ojos.
— Lo haré, no te preocupes. —sonreí un poco.
— Me preocupo, porque incluso Heechul sabe lo importante de la reunión y paro de mencionarlo. —apretó ligeramente el puente de su nariz y suspiró con fuerza— pero ya, continua con tu trabajo.
Cuando salí del ascensor, como cosa extraña noté que Solar no estaba en su puesto de trabajo, pero no le presté mucha atención y solo entré a mi oficina, pero justo cuando cerraba la puerta unos brazos rodearon mi cintura y sentí un cuerpo presionar el mío contra ella. Miré a la persona frente a mí, mi respiración se volvió irregular por el enojo y la alejé con un gran empujón en su pecho.
— ¡¿Qué pasa contigo?! —pregunté muy furiosa.
— Y-yo... ¡Pensé que eras otra persona! —se excusó al levantar sus manos en modo defensivo.
— ¿Qué? ¿Quién más, idiota? ¡Es mi oficina!
Moonbyul mordió sus labios, pero su timidez no duró mucho ya que volvió a acercarse a mí.
— ¿Tan nerviosa te pongo? —sonrió con algo de arrogancia y tocó las puntas de mi cabello.
— No lo haces, déjate de tonterías. —le di un manotazo al alejarme— ¿Qué haces aquí? No puedes simplemente entrar a mi oficina cuando te plazca.
— Ah... ¿Te esperaba? —cruzó sus brazos y apoyó su espalda en la puerta— hoy estás más guapa de lo normal, Mina.
No dije nada, así que solo la hice a un lado y abrí la puerta, pero ella hizo un movimiento con su cabeza al negar lentamente.
— No le diré nada a Chaeyoung, descuida.
— Gracias por tu molesta visita. —dije al señalar la salida— y no menciones a mi novia en medio de tus idioteces.
— No soy molesta. —habló un poco ofendida.
— Lo eres. —sonreí sin gracia— y también, concéntrate en tu trabajo en vez de coquetear con cualquiera que se te cruce por el camino.
— ¿Así que solo quieres que lo haga contigo? —volvió a morder sus labios— bien, me gusta.
Cerré de un portazo cuando por fin se dignó a salir y fui directo a sentarme.
"Idiota." Pensé.
—
— ¡Te veo más tarde, cariño!
La voz de Sana llenó por completo la sala y tras finalizar su llamada se echó sobre el sofá, Momo fue un poco más calmada al ir detrás de ella y se sentó a su lado. Las chicas no pasaron por alto mi patético semblante durante todo el día, así que decidieron pasar un rato conmigo en casa luego de salir del trabajo.
— ¿Dónde está Chaeyoung? —preguntó Sana al mirarme.
— Sigue en el hospital, supongo que es obvio. —respondí en voz baja.
— ¿Ya le contaste? —intervino Momo.
No respondí, solo negué con mi cabeza y suspiré con fuerza.
— Creo que es genial lo que hiciste. —Momo dio algunos golpecitos en mi hombro.
— ¿Qué pasará si a ella no le agrada?
— Yo misma me encargaré de decirle lo idiota que es. —Sana hizo una mueca— ¿Es broma? Es algo que ha estado esperando, aunque no lo admita. —finalizó mediante un encogimiento de hombros.
— No puedo estar segura...
Luego de tantos días llenos de trabajo, finalmente había conseguido una familia adoptiva para Nako, pero aún no le había dado la noticia a Chaeyoung y gracias a eso mi cabeza se había encontrado en medio de un caos total.
¿Y si a ella no le agradaba? Sana tenía razón, Chaeyoung adoraba pasar tiempo con Nako y la razón del por que era muy obvia. Chaeyoung sabía que Nako en algún momento se alejaría de ella.
— Solo trata de darle la noticia, estoy segura de que se pondrá muy feliz. —Momo apoyó su cabeza en mi hombro.
— Ahora quita esa cara. —Sana imitó su posición y tomé aire lentamente al asentir— por cierto, ¿Cómo ha estado su relación últimamente? ¿Ha hecho bien su trabajo?
— Jamás negaré lo feliz que me hace. —una sonrisa apareció en mis labios, pero esta se borró lentamente— pero Chaeyoung no ha parado de mencionar a su compañera y eso...
— Te llena de celos. —finalizó Momo con algo de burla y me miró— no recuerdo que hayas sido del tipo celosa, Mina.
— Ni yo. —intervino Sana y soltó una pequeña risa— Dahyun mencionó algo... ¿Ellas salieron? —asentí sin ganas— dijo que esa chica logró olvidar hasta su nombre de tanto beber y que incluso intentó besarla, pero...
— ¿Qué? —pregunté de inmediato al interrumpirla.
— Oh... —colocó los dedos sobre su boca y miró a Momo en busca de ayuda, pero incluso ella se mostró muy sorprendida— ella... No te lo dijo, ¿Cierto?
— Supongo que olvidó mencionar ese pequeño detalle. —el sarcasmo en mi voz fue más que notorio.
— Yo... Pensé que...
— Ya metiste la pata, Sana. —la interrumpió y volvió a mirarme— Chaeyoung no haría eso, ella te quiere.
— Con lo ingenua que es a veces...
— Sana, guarda silencio...
— Sana tiene razón. —dije en voz baja— Chaeyoung es muy buena, demasiado y puedo apostar a que ese no fue su primer intento en acercarse a ella... Esa chica no me agrada...
— Mina, si Chaeyoung no quiso decirte algo tal vez fue porque no le importó. Ella no le importa. —la pelinegra tomó mi mano y dio un suave apretón.
— Chaeyoung es tonta, ingenua, coquetea incluso sin darse cuenta, pero sé que te ama muchísimo. —Sana trató de animarme— y tú sí le importas, pienso que no quería preocuparte...
Pero mi enojo aún era enorme y que Chaeyoung decidiera guardarse aquel importante detalle hacía que mi pecho se estrujara con fuerza, ¿No confiaba en mí? Siendo importante o no, no tenía por qué ocultarme tal cosa.
No quería que algo tan importante en nuestra relación como lo era la comunicación se echara a perder, pero gracias a eso podía notar la enorme grieta que había creado.
ESTÁS LEYENDO
Umbrella 2; MICHAENG
Fanfiction"Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes". - Khalil Gibran.