Capítulo 11

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Mina.

Durante la mañana del domingo, decidí ir a la casa de mis padres. Ya no solía pasar tiempo con ellos como antes y aunque me encontrara con mi padre todos los días en la empresa, no era lo mismo. Solo manteníamos conversaciones de trabajo y no una real entre padre e hija, así que mientras Chaeyoung iba a visitar a Nako, yo me tomé el tiempo para visitarlos a ellos.

Recargue mi brazo en la ventana, luego mi cabeza en el puño de mi mano y comencé a jugar con mis dedos en el volante al seguir un ritmo improvisado. Podía lucir tranquila, pero necesitaba hablar con mis padres y a pesar de tratarse sobre un tema complicado y bastante serio, me sentía muy emocionada.

— Señorita Mina. —dijo la señora Park muy sorprendida cuando abrió la puerta y yo solo sonreí antes de abrazarla. Hacía días que no la veía— ¿Cómo ha estado? ¿Y Chaeyoung? —preguntó mientras cerraba la puerta.

— Chaeyoung no podrá venir hoy. —sonreí a modo de disculpa— pero lo hará pronto.

— Me resulta tan extraño no verlas por aquí. —acarició mi rostro con suavidad. Su mirada aún seguía transmitiendo aquel cariño tan sincero— pero veo que ha cuidado muy bien de usted, eso me hace sentir muy feliz.

— ¿Mina? Hija, ¿Qué haces aquí? —la voz de mi madre lleno la sala.

— Estoy bien, mamá, gracias por preguntar. —respondí con algo de sarcasmo y luego de recibir un cariñoso abrazo de su parte, me dio una señal para que la siguiera a la sala. La señora Park me dio unos golpecitos en la espalda y se retiró con una gran sonrisa.

— ¿Acaso ocurrió algo? No sueles venir aquí a menos que te lo pida. —cruzó piernas al sentarse en el sofá y me miró durante un momento con los ojos entrecerrados, la sonrisa en mi rostro era enorme— definitivamente pasó algo.

— ¿Acaso una hija no puede visitar a sus padres? —traté de sonar lo más natural posible— luego dices que me he olvidado de ustedes.

— No me vengas con eso, ya no lo haces si no hay una razón importante. —sonó un poco lastimada.

— Lo sé, lo siento. —tomé su mano al acariciarla— pero debes admitir que esta razón es muy, muy importante.

— Bueno, la verdad sí. —sus ojos se iluminaron de un momento a otro— por cierto, Chaeyoung llamó hace poco, dijo que lamentaba no venir, pero la entiendo.

— ¿Aún sonaba triste? Me duele que siga así.

— Solo un poco, cariño. —le dio una suave caricia a mi mejilla y sonrió con cariño— por cierto, tu padre está en el jardín, ve a saludarlo y por favor, pero no hablen de trabajo, aquí no.

Asentí con una pequeña sonrisa en mis labios y caminé hacia la parte trasera de la casa, pasé aquella gran puerta de cristal y de inmediato, a los pocos metros, logré ver a mi padre sobre una escalera apoyada en el árbol. Me acerqué a él y cuando notó mi presencia desde arriba, me regaló una sonrisa antes de dejar una pequeña casa de madera sobre una enorme rama.

— Supe que hay un pequeño que viene a visitarnos, entonces... ¿Por qué no dejarle algo más cómodo donde quedarse? —preguntó con una sonrisa al estar frente a mí y sacudió sus manos.

— Tu gesto ha sido lindo, pero debes tener más cuidado. —señalé la escalera, no se encontraba en el mejor estado, estaba un poco vieja.

— Sé cómo cuidarme. —tomó la escalera y la desplazó hacia abajo para tomarla con más facilidad— ¿Solo viniste a regañar a tu padre?

— Ya sabes por qué he venido. —abulte un poco mis labios y suspiré cuando mi padre me dio una mirada rápida. Se veía mucho más cómodo, cuando se colocaba aquel traje y corbata, su actitud cambiaba por completo. Esta era un poco menos gruñona.

Umbrella 2; MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora