Capítulo 31

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Chaeyoung.

El sol se volvió un poco más molesto conforme la tarde avanzaba, así que arrastre mis pies con pesadez durante mi caminata en el parque y acomode la capucha del suéter sobre mi cabeza cuando sentí aquel dolor tan poco agradable, pero muy conocido aproximarse. Me sentía cansada, débil, pero ya que Mina decidió ir a trabajar y mi madre volver a recordar algunos sitios de la cuidad, decidí salir luego de quedar con Yeri en un lugar cerca del departamento.

Fue la única oportunidad que obtuve de salir sin ser atrapada.

Solo era un poco más de mediodía, aún sentía aquel enorme peso de la culpa sobre mis hombros por todo lo ocurrido, seguía sintiéndome como la mierda y en ocasiones gracias a las imágenes que llegaban como flashes a mi cabeza me daban muchas náuseas. Podía recordar de una forma muy vaga el cuerpo semidesnudo de Rose sobre el mío, sus labios recorrer mi piel, sus manos tocándome y no era agradable.

— No, no. —negué con mi cabeza rápidamente— Dios, no...

Respiré profundamente al detenerme a unos cuantos pasos de Yeri, ella al notar mi presencia se levantó con rapidez de la banca donde estaba sentada. Pude ver un gran cambio en su rostro, el enorme cansancio se encontraba enmarcado en él, incluso la sonrisa que lo adornaba cada día ya no estaba.

— Hola, Yeri. —saludé en voz baja, pero ella no respondió y me quité la capucha de la cabeza al acercarme un poco más— mm... ¿Estás bien?

Yeri mantuvo su mirada puesta sobre mí, lo sé, mi aspecto no se encontraba en las mejores condiciones, mi holgada ropa deportiva sinceramente no había sido mi mejor elección, pero pude notar que sus ojos se cristalizaron sin razón algún y sin darme tiempo a preguntar algo más, sus brazos rodearon mi cuerpo con mucha fuerza.

— Lo lamento mucho, Chaeyoung... —apretó mi suéter y escuché sus bajos sollozos— no quise hacerlo...

— ¿Qué cosa? —pregunté un poco confundida y me alejé de ella— ¿De qué hablas?

— Debí haberte contado las cosas mucho antes...

— ¿De qué hablas, Yeri? —volví a preguntar, pero por alguna razón una parte de mí no quiso escuchar su respuesta.

— Rose... —mencionó en voz baja.

— ¿Qué hay con ella? —el simple hecho de escuchar su nombre me molestó de sobremanera— ¿La viste? —ella negó lentamente— entonces, ¿Qué pasa?

— ¿No recuerdas lo que pasó la primera noche que salimos? —limpió sus lágrimas y yo traté de recordar aquello.

Solo recordaba el molesto sonido de la música, las risas, las voces, solo eran ecos que me desagradaban y me molestaban.

— No recuerdo nada importante, Yeri...

— Esa noche ambas conocieron a Kai, él suele vender éxtasis en el local y... Rose dijo que sería divertido probar, incluso quiso compartir la píldora contigo, pero no soportaste el haber bebido demasiado y acabaste vomitanto todo. —sus manos comenzaron a temblar y sentí un gran estremecimiento recorrer mi cuerpo— que no recuerdes nada es por el alcohol, ella de algún modo logró convencerte para que bebieras demasiado... Esa noche ella logró manejarte a su antojo...

— ¿Q-qué? —pregunté con un hilo de voz, pero ya que volvió a quedarse en silencio me tomé unos segundos para pensar. Eso quería decir que, ¿Todo empezó ese día? Fui realmente una idiota. Yeri sorbió su nariz y volví a mirarla— ¿Entonces? Dime, ¿Qué más pasó?

— Después de eso nos marchamos, conducí el auto de Rose ya que tampoco estaba en sus mejores condiciones y al llegar, ella insistió en ayudarte a caminar, pero yo las seguí ya que no podían andar muy bien y entonces las vi... —acabó sollozando con más fuerza y cubrió su rostro con ambas manos— vi que ella te obligaba a hacerlo...

Umbrella 2; MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora