Capítulo 17

2.1K 241 92
                                    

Chaeyoung.

— ¿Qué les parece si vamos a beber un poco al salir? Hoy afortunadamente nuestra jornada termina a las siete y ya estamos a nada. —dijo Yeri con la boca ligeramente llena.

— No lo creo, la última vez fue pésima. —respondí mientras negaba con mi cabeza— además, mi novia no estuvo tan feliz esa vez...

— ¿Dónde tienes la correa, Chaeyoung? —preguntó de la nada al darle una última mordida a su hamburguesa de queso.

— ¿Qué correa?

— Pues la que Mina tiene sobre tu cuello. —se burló— por Dios, no seas así. —hizo un mohín lleno de decepción.

— ¿Quieres callarte?

— ¡Vamos! Mira a Rose, creo que ha estado así todo el maldito día. —señaló a la chica que solo jugaba con su ensalada— ¿Está respirando? ¡Su pecho no se mueve! —gritó, pero la rubia cerró los ojos un poco molesta y Yeri suspiró llena de alivio.

— No seas exagerada. —crucé los brazos al apoyar mi espalda por completo en el respaldo de la silla— ya sabes lo qué pasó, no seas tan dura con ella.

— ¿Qué piensas, Rose? —me ignoró por completo y puse los ojos en blanco— tu despecho no puede durar más de dos días y tengo un lugar excelente para que ahogues tus penas. —se encogió de hombros y me dio una rápida mirada al ocultar su sonrisa— yo puedo ir contigo ya que la pequeña aquí presente debe volver temprano a casa.

— ¿Cómo puedes...?

— Está bien, chicas. —dijo al mirarnos, sus ojos se encontraban apagados y terminó por alejar el plato de su ensalada— al salir iremos a un bar, no lo sé...

— ¿Estás segura? —pregunté— no te dejes llevar por esta loca. —señalé a Yeri.

— Oye, idiota. —golpeó mi hombro en respuesta— al menos esta loca intenta subirle los ánimos.

— ¿Llevándola a beber? —contraataque.

— Te recuerdo que...

— ¿Pueden dejar de discutir como niñas? —preguntó al interrumpirnos y pasó ambas manos por su rostro en señal de cansancio— creo que puede estar bien... Supongo que será divertido, una salida de amigas no me vendría mal. —una sonrisa apareció en sus labios, una no muy sincera como las anteriores.

Nuestra hora de salida llegó, quise llamar a Mina para informarle lo que haría, pero no obtuve respuesta alguna y tampoco contestó los tantos mensajes que le había dejado. "Maldición." pensé antes de hacer un nuevo intento.

Quise que dejaran nuestra salida para el fin de semana, no quería ir a beber ya que no tenía los ánimos ni las ganas suficientes, pero ellas insistieron y Rose en ningún momento quiso apartar su mirada de mí porque pensó que en algún momento terminaría huyendo.

— Hola, Chae.

— Hola, mi amor. ¿Estas ocupada? —pregunté a través de la línea.

— Lo estaba, mi padre quiso darme más trabajo antes de irse. ¿Qué sucede?

— ¿Aún sigues ocupada? —volví a preguntar, esta vez un poco más apenada— lamento si te he interrumpido...

— Solo un poco. Estos días han sido muy duros, lo sabes. —su voz sonó algo cansada— pero esta bien, Chae.

— Sí, lo siento... —susurre, había extrañado su voz.

— ¿Estás bien? ¿Sigues en el hospital?

Umbrella 2; MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora