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Caleb sería el tema más  hablado durante el siguiente par de días

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Caleb sería el tema más hablado durante el siguiente par de días. A su vez, Nathaniel lucharía contra la extrema curiosidad con la que su mejor amigo intentaba taladrarle la verdad de aquello que había quedado en un "pronto lo sabrás".

Camille se hacía la tonta al respecto, pero estaba plenamente informada de aquello que rondaba en la imaginación de Nathaniel. Cosa que, ella, por cruel curiosidad, no se atrevió a ignorar. Mientras, Caleb mantenía bajo control sus berrinches lo mejor que podía.

Así habían mantenido las cosas hasta el jueves. Había sorprendido a todos paseándose por todo el instituto llevando un gorro de cumpleaños en la cabeza y repartiendo invitaciones a aquellos que, a su parecer, eran dignos de divertirse con él.

–¡Fiesta en la piscina! No olviden llevar pareja –decía cada tanto al hacer entrega de sus pintorescas invitaciones.

Caleb, en compañía de Camille, lo miraba de lejos mientras intentaba averiguar el verdadero plan de Nathaniel. Entonces el príncipe se convirtió en una opción en su cabeza, cosa que no había pensado hasta el momento.

–Nat, eres un puto genio –murmuró al verlo correr detrás de Jeremy para entregarle una de sus invitaciones. Camille empezó a reírse al notar aquello y lo abrazó buscando llamar su atención, pero estaba del todo absorto.

A su vez, Jeremy haría el intento de rechazar la invitación, pero, Nathaniel, como buen maestro de la manipulación, haría un intento furtivo por evadir el rechazo y sacarlo de su mente en el acto.

–¡Oye, vamos! Eres "el príncipe", el más popular del instituto –decía; –No puedo hacer una fiesta si los invitados VIP no me acompañan.

–¿VIP? Pero si no te conozco.

–Bien, tú ganas. Soy Nathaniel, es un placer –dice dándole la mano muy aparatosamente; –Ahora que me conoces, por favor, no faltes. Y recuerda llevar pareja.

Jeremy, sonrojado y confundido, solo pudo tomar la invitación y verlo alejarse con una sonrisa animada súper pícara en el rostro. La idea de ir a una fiesta no le incomodaba, en lo absoluto. Que se tratase de una fiesta en la piscina, eso sí que lo incomodaba bastante.

Samuel y sus sombras también habían sido invitados, y no por pura casualidad. Nathaniel sabía que el príncipe no tenía más amigos que el trío de Samuel, Louis y Ralphie, así que los consideró parte importante de su plan. Plan que tenía una sola cosa como objetivo: comprobar y nada más.

Las cosas que se había inventado para Caleb eran, por mucho, muy diferentes.

Consideraría aquella fiesta una oportunidad para recolectar información sobre el supuesto príncipe, así como, en cualquier fiesta, intentar armarle alguna treta a cuarto cerrado y manchar su nombre para siempre.

Pero, Nathaniel sabía que aquello tendría que llevarse a cabo solo y únicamente por sus manos y la ayuda de Camille. Si el propio Caleb movía su pieza, todo lo que él quería podría venirse abajo y conseguiría resultados indeseados para ambas partes.

A diferencia de Caleb, él si haría lo imposible por acercarse a Jeremy y obtener la información directamente de su fuente.

Llevaría a cabo su propia misión de doble agente, engañaría a su mejor amigo y estrecharía lazos con la persona que, a su parecer, se había robado la completa atención de éste.

–¿Y cómo hiciste para...?

–No hice nada, la verdad –responde Nathaniel entregándole la última invitación.

–Todo es gracias a mi regalo de cumpleaños –añadió Camille tomando la invitación en sus manos y señalando la dirección del domicilio.

Caleb la conocía. Su mala cara no se hizo esperar. Camille sabía que no le gustaba aquella casa y que su primo y él se llevaban de la patada, pero le aclaró que la casa estaría solo para ellos. Era por eso que la fiesta se haría el sábado, todo el día, gracias al apoyo de su tío.

Caleb se calmó un poco entonces. Volvió la vista hasta donde se encontraba el príncipe, con la mirada perdida entre páginas, y un leve tono le tintó las mejillas en el momento. Camille lo notó, al igual que Nathaniel, y no pudo evitar sentirse celosa.

–La primera parte se ha hecho.

–Yo me encargaré de los otros preparativos.

–Y yo evitaré que mi mejor amigo haga algo estúpido en ese tiempo.

–Y yo evitaré que mi mejor amigo haga algo estúpido en ese tiempo

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Sensible e insensato ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora