Estaba leyendo en la cama cuando volvieron mis padres de la fiesta.
—Aún hay luz en la habitación de Jungkook —oí susurrar a mi madre.
—Estoy despierto —grité. Les oí quitarse los abrigos y los apresurados pasos de mi padre camino del baño. Mi madre apareció en la puerta de mi habitación.
—Hola, cariño. ¿Llevas mucho tiempo solo?
—No. Taehyung se fue hace media hora o así.
— ¿Qué hicisteis?
—Hablar. — Oímos la cisterna en el baño. Mi madre salió; en ese momento, entró mi padre y se sentó en la cama.
— ¿Lo habéis pasado bien? —pregunté.
—No estuvo mal —respondió—. Sí, bien. ¿Y tú? ¿Viste la película?
—No.
— ¿Por qué?
—Me aburría. Era predecible. —Me miró.
—Me pareció buena en mi juventud. La vi en una sesión matinal. —Hizo una pausa—. Bueno, ¿y qué hicisteis?
—Escuchar música. Hablar.
— ¿De qué?
—De muchas cosas —mentí—. Nada en particular. Lo que iba surgiendo.
Mi padre estaba triste. Cambié de postura y, al dar la vuelta, mi mano se posó en su brazo por pura casualidad.
Al principio se puso rígido. Luego, cubrió mi mano con la suya y la acarició.
— ¿Te encuentras bien?
—Sí, más o menos. — Desvió la vista y descubrió los cochecitos. —Has vuelto a sacar tus juguetes. —Cogió el Austin azul—. Te lo compré cuando cumpliste tres años. En la juguetería que está cerca del puerto. Salí a comprarlo a la hora de comer.
— ¿Por qué lo elegiste?
— ¿No te gusta? —preguntó, sorprendido. Me reí.
—Claro que sí. Era mi coche favorito. Me gusta mucho.
—Sí, a mí también —dijo mi padre—. Por eso te lo compré. Era el más bonito de la tienda. ¿Recuerdas cuando lo escondiste y no lo encontrábamos? Estuviste muy disgustado durante días. ¿No te acuerdas?
—No, pero mamá me lo ha contado.
—Lo encontramos en el fondo de uno de los armarios del pasillo. Detrás del panel que siempre se caía cuando tu madre pasaba la aspiradora. —Me puse tenso de pronto.
—No, no me acuerdo. ¿Qué panel?
—El que cubría la base —explicó mi padre—. La parte frontal. Todos se caían hasta que los atornillé. ¿No te acuerdas? Supongo que aquel día también cayó la parte frontal. Utilizabas la base abierta como garaje para tus coches. Y seguramente tu madre o yo colocamos el panel sin comprobar si había algo dentro. Por eso tardamos una semana en encontrar el Austin.
No podía dormir. Estaba demasiado alterado. Junto a mí, en la mesilla, tenía el Austin azul. Me pareció que escintilaba, como un objeto mágico. Y el color azulado, que nunca me había gustado, de pronto se volvió precioso.
Miré mis dos armarios con los paneles blancos en la base. Mi hermano también se había criado en aquel piso, en aquella habitación. También él había jugado con sus cochecitos en el pasillo. Tal vez incluso usase los paneles de los armarios como garajes para sus coches, para su remolque de caballos color burdeos.
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Mi Hermano y Su Hermano --- JHS+MYG
FanfictionNos narra la historia de uno de ellos. Jungkook, de dieciocho años, que ha pasado su adolescencia rastreando en la historia de su hermano fallecido. La necesidad de crear una imagen de su vida, le lleva a investigar las causas de su muerte. En la b...