amargo - ❝ milo manheim ❞

✧i (extra)

— ¡Cuidado, Kaelyn! — Gritó Milo, corriendo detrás de ella.

La chica estaba en el suelo, con su rodilla raspada mientras que soltaba varías risitas, todos habían llegado al rato después con la femenina que estaba en el suelo. Esta estaba riendo mientras que todos estaban preocupados por ella, solamente les sonrió. 

— ¡Son exagerados! Solamente me caí. — Comentó, mientras que se ponía de pie. 

Ella nuevamente comenzó a caminar, lejos de su grupo de amigos. Si había algo que le emocionaba a Kaelyn era pasar tiempo con Milo y también con sus amigos, y también le emocionaba el festival de primavera. Hoy era el primer día de aquél festival, todo estaba decorado con luces, y juegos. Se sentía tan emocionada con el festival, un gran escenario con gente mostrando sus talentos y sobre todo, le encantaba estar con Milo nuevamente. Hace un año que llevaban saliendo juntos y de cierto modo eso le emocionaba tanto. 

— ¡Milo, quiero ese peluche! — Comentó, emocionaba viendo un panda colgando. — ¿Puedes ganarlo para mi? 

El chico asintió, Kaelyn le daba ánimos que siguiera intentando pero él realmente tenía una puntería del asco, al ver como este no lo había logrado la miro algo triste, ella lo abrazó con fuerza mientras que le dejaba un pequeño beso en la mejilla de él. 

— ¡No importa! Lo hiciste bien, será para la próxima vez. 

Kaelyn a lo lejos miró a una chica de piel pálida con un cabello rojizo, sabía quién era claramente era una de sus mejores amigas en ese tiempo. Y estaba feliz de verla nuevamente, gritó su nombre, la pelirroja se había girado para sonreírle. Los ojos de ella se habían achinado, mientras que saludaba a lo lejos, al lado de ella había un chico asiático, al parecer era su novio, Milo y Kaelyn se acercaron a ellos. 

— ¡Kaiyo! — Abrazó a la pelirroja.

— ¿Por que no me habías avisado que vendrían? —Preguntó, mientras que saluda a Kun. 

— Por que, supuse que quería estar a solas con Kun. 

— ¡Nada que ver! Nos divertimos muchos con ustedes. — Comentó Kun. 

— ¿Subirán a la ruleta? — Ambos asistieron. — ¿Quieres subir conmigo, Milo? 

El castaño simplemente asintió, sintió que era una oportunidad de estar a solas con Kaelyn. Hicieron la fila mientras que Kaiyo, tomaba a Kaelyn de los hombros para decirle algo a solas, se alejaron un poco de ellos. 

— ¿Y bien? ¿Cómo van? — Kaelyn, sonrió. 

— De maravilla, pienso que pronto nos iremos a vivir juntos. 

— Vaya, me alegro que estén juntos al fin. — Kaelyn asintió. 

— ¿Y Kun? 

— Él volverá pronto a Japón. 

— ¿Te irás con él? — Ella negó. 

— Quiero disfrutar al máximo mis días con Kun, por eso no te he visto. Se irá el viernes. 

Kaelyn soltó un suspiro, su mejor amiga mirar al chico, que por cierto era su primer amor. Al parecer estaba devastada, sus ojos se veían tan tristes y caídos. Sabía lo que era ese dolor, los sabía perfectamente, ambas volvieron a la fila. Kaelyn se puso adelante de ellos, al llegar a donde estaba el hombre. 

— ¿Irán en parejas o los cuatros? — Preguntó el hombre. 

— En pareja, por favor. — Respondió Kaelyn, le sonrió a Kaiyo. 

Kaelyn y Milo subieron mientras que el juego comenzaba a moverse, tomo la mano de Milo mientras que miraba por la ventana, sin más le dio una cálida sonrisa al chico que estaba al frente de ella. Él sin más, comenzó a hablar. 

— ¿Quieres vivir conmigo, Kaelyn? — Preguntó, ella sonrió. 

— Esperaba que lo pidieras, quiero vivir contigo por el resto de mi vida. —Acarició las mejillas de él. 

— Te prometo que seremos felices por el resto de tu vida, mi bella Kaelyn. 

Kaelyn sonrió, mientras que este le dejaba un pequeño beso en los labios de ella,  de tan solo mirar la brillante ciudad con la persona que más amaba era lo único que deseaba en ese entonces, vivir con Milo sería muy divertido. Y cada día, enamorarse más de él, era lo único que quería en su vida.