—Acabas de pedirme que me vaya. No te contradigas.
Escuchó una risa ahogada detrás de él.
—Quizás llueva, mejor quédate.
—Llover a finales de otoño, ya lo creo. -se dió media vuelta, de nuevo se encontró con esa mirada extraña. —Jeongin debe estar preocupado. -se excusó.
—O dormido. -se recargó en la mesa.
—¿Qué hay del trabajo? Es obvio que no traje el uniforme conmigo. -el rubio se alejó un poco de la bici, su expresión de felicidad aumentaba con cada centímetro que caminaba.
—Creí que tomarías el día libre, puedes hacerlo.
—No voy a faltar, aunque el Drive Thru esté cerrado, los chicos necesitan ayuda.
El pelinegro permaneció pensante, probablemente dentro de su cabeza había un puzzle sin resolver, y todo para encontrar una forma de hacer que el chico se quedara.
—Creo que ya no tengo idea de cómo hacer que te quedes. -dejó caer los brazos, rendido.
Dió un aplauso.
—Ven a mi casa. -dijo Lee, luego de unos segundos, mientras frotaba sus manos. Hacia frío. —Lleva tus cosas e iremos en la bici. Aún tenemos un par de horas para dormir.
Changbin tenía la mirada de un infante siendo invitado a una fiesta de cumpleaños. Asintió repetidas veces, sonriendo.
—Sígueme. Vamos a hacer mi mochila. -dijo antes de correr hasta su habitación.
Llegaron al departamento muy tarde, tanto que solo teníanbuna hora para dormir, así que planearon llegar al trabajo unas horas después de que él café abriera, quizás a las 11 o las 12, incluyendo a Jeongin en su plan.
—Puedes quedarte en mi habitación y yo me quedo en la sala. -susurró al invitado, el pelirojo estaba dormido y despertarlo no era su intención, aún si estaba en su habitación y ambas puertas estaban cerradas. Los mayores estaban sentados en la cama del de pecas con la luz de la mesita de noche encendida.
—No, tú duerme en tu cuarto y yo en la sala. -Changbin se ponía una sudadera encima de la pijama. —Es solo una noche. -habló debajo de la prenda, antes de colocarsela correctamente.
—Binnie - le acomodó el cuello y la gorra de la sudadera. —Necesitas descansar bien. -sacudió sus hombros cuidadosamente.
—¿No vas a dejarme ir?
—No.
—Sólo necesito dormir, Félix. Puedo hacerlo dónde sea.
—Aquí, por ejemplo. -lo empujó, haciéndolo caer recostado sobre la almohada, el pequeño reía desde arriba.
—Eres un payaso. -tomó su muñeca y lo jaló hacía la misma posición, quedando junto a él. —Hay que dormir.
Estiró su brazo y apagó la luz, tomó la cobija y los cubrió a ambos.
No sabía qué hacer.
—Descansa. Gracias por recibirme. -dio palmaditas en su brazo antes de girarse y dormir dándole la espalda.
Tenía el corazón saliendo de su lugar biológico y además de eso le robaba la respiración. Se sintió, en ese instante, con mucho más insomnio que horas antes.
Se giró boca arriba, haciendo su cabello hacia atrás con la mano.
Los conflictos internos respecto a sus sentimientos se hacían presentes en su mente cuando estaba cerca de Changbin, nunca sabía si su manera de convivir con él estaba relacionada con algún sentimiento hacia él o solo actuaba así por costumbre.
Gracias al tiempo en el que Felix había estado viviendo en Corea se pudo dar cuenta de la cantidad de personas que se comportan como una pareja cuando en realidad solo tienen una muy buena amistad.
Pero, las miradas que le da y que solo él puede notar, ¿también son costumbres?
Escuchaba al pelinegro respirar profunda y tranquilamente a su lado, estaba dormido.
"¿Por qué pienso todas estas cosas cuando está a un centímetro de mí? Duerme, Félix."
Se giró hacia él para dormir, con la tenue luz que la luna y las luces de la calle le brindaban pudo ver la forma de sus hombros y su cuello.
Changbin era realmente un hombre con suerte, era divertido, amable, guapo y talentoso, aquellas cosas superficiales que se suelen ver a la lejanía o luego de tres horas de conocer a una persona.
Pero más allá de todo aquello que lo volvía un chico increíble, estaba lo que Yongbok sentía por él, los sentimientos que le transmitía y lo que quería hacer o decirle pero nunca se atrevía. Más allá de todo estaba el hecho de que Seo ChangBin le gustaba, y se sintió encerrado al no saber cómo aceptarlo.
Se acercó a él apoyando la cabeza en su espalda.
—...¿no puedes dormir? -preguntó Changbin luego de suspirar, con la voz más silenciosa que había podido obtener.
"¿Qué no estabas dormido?"
Se giró para quedar frente a frente. Apenas podía verlo, y escondiéndose en la oscuridad, el menor no dio respuesta alguna.
Escuchó una risita salir desde sus labios que permanecían cerrados, cerró los ojos.
—Te dije que durmieras. -Seo se acercó para rodearlo con uno de sus brazos, hundiendo la cabeza de Lee entre su mano y su pecho. Se sintió protegido, incluso del doloroso frío de la madrugada. —Buenas noches.
"¿Por qué haces esto?"
No supo si fué por la comodidad en la que entró al estar en esa posición, pero a partir del primer instante en el que sintió la respiración del pelinegro cerca de él, quedarse dormido no fue ningún problema.
ESTÁS LEYENDO
kids coffee shop ; changlix
Fanfiction"-Mis sentimientos se derriten como el helado de chocolate que vendemos aquí. Bienvenidos al café." «fanfic ; straykids» «pareja principal: changbin & felix» 🌟10/11/19: 1° en #changlix🌟 ¡Gracias! por: @cheeerry_lk