«13»

4.4K 669 275
                                    

"Afuera hace frío ¿podrías quedarte mas tiempo conmigo?

Las gruesas capas de tela de tus abrigos cubrieron tu suave piel, tus cálidos brazos en los que quiero permanecer ¿A dónde irás ahora? ¿A dónde más puedes ir en una mañana nublada y goteante de preguntas sin respuestas? Recuéstate un minuto más. Déjame sentirte cerca, respirar tu aroma de vainilla y menta. Estaré triste si cruzas la puerta. ¿Por qué quieres pasar desapercibido de mi falso sueño?"

El sonido de su teléfono lo despertó desde la lejanía, había una llamada presente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sonido de su teléfono lo despertó desde la lejanía, había una llamada presente.

Felix se había quedado dormido sobre el teclado de la computadora, con una partida pausada desde hacía varias horas.

Poniendo una mano sobre su mejilla enrojecida y marcada por los bordes cuadrados de las teclas se encaminó hacia la ubicación del aparato móvil, con sus piernas tambaleando un poco por el repentino cambio de posición. Parecía un títere.

—¿Hola? -respondió con una voz más ronca de lo habitual. No sabía quien estaba del otro lado de la línea, pues no se había dado el tiempo de mirar el contacto antes de responder.

—Wow... ¿tu voz puede ser aún más grave? -era Seungmin. Se escuchaba bullicio desde su micrófono.

—No es así. -bostezó. —¿Qué pasa? ¿Está todo bien?

—Vamos todos de camino a tu casa. Woojin te ha escogido pastel.

—¡Es Red Velvet! -alcanzó a escuchar a Woojin gritar.

—¿Estarán aquí muy pronto? -comenzó a buscar ropa acercándose al armario, deteniendo el teléfono entre su oreja y su hombro para liberar ambas manos.

—No lo creo. Aún debemos comprar la cena. -escuchó a los otros chicos jugar en el fondo. —Danos una hora.

—Seguro. Los veo.

Cortó la llamada, lanzando el teléfono sobre la cama y llevando ropa a sus manos, debía tomar una ducha rápida antes de su llegada.

Como Seungmin había prometido, los chicos y él habían llegado a casa luego de una hora, trayendo consigo comida y una muy necesaria alegría al lugar. Para el rubio era agradable y de cierta forma divertido ver a un puño chicos sentados en un pequeño sofá, tratando de ganar mas espacio para cada uno, lo cuál era imposible, mientras que otros estaban en la cocina, probablemente a punto de quemarla por completo.

—¿Cómo has estado, Félix? ¿Te sientes mejor? -Bangchan abrió sus brazos indicándole que podía sentarse en sus piernas debido a la escases de espacio en el sofá.

Cuando Lee estuvo sobre sus piernas rodeó su cuello con su brazo izquierdo:
—No sé cómo me siento exactamente.

Sintió un par de brazos rodear su cintura desde su espalda, los cuales le jalaron hacía atrás, haciéndole quedar recostado entre las piernas de Chan y el pecho de Jeongin, quien lo sostenía como a un bebé.

kids coffee shop ; changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora