•Between Them• [+18] | Jerome Valeska | Jeremiah Valeska

Capítulo 2.

-murió hace más de 12 horas. No sabemos quien pudo ser. Lo que necesitamos ahora es hablar con Simons Grayson, él debió haber sido. ¡maldito bastardo!...-dijo tío Zack tomando de su botella de cerveza y mirando a todos lados enfurecido y renegado.

Cuando oí eso, mi estómago sintió una gran contracción.
Mi respiración fué de un lado a otro, entre rápido y lento. Quería llorar, pero a la vez sentía demasiado odio por quien lo haya hecho. Y ¿cómo era posible que no nos dijeran desde antes? ¿quién la encontró? ¿Jeremiah sabía? Un momento... ¡Jerome no sabía! Se fué tranquilo al super sin siquiera saber si su madre aún vive. Demonios, tenía que avisarle a Jerome antes de que él la encontrara.

-¿dónde la tienen?.-pregunté con lagrimas en los ojos a punto de caer. Para ser claros la tía Lila había sido como una madre para mi desde que me adoptaron.
Ella me había criado. Me alimentó, me enseñó lo que sé y de más está decir que ella me tomó como a una hija.
Estaba muy triste, muy desconcertada.

-la tenemos acostada en el camión de carga.-contestó Edwin, uno de los trabajadores de ahí que era amigo de la familia.
-¿tu la pusiste ahí?.- pregunté sorprendida por tan descuidados que habían sido con mi tía.-¿¡estás loco!? ¿¡crees que ahí es lugar para tener un miembro de la familia fallecido?!.-le dije enfadada y todos me trataron de tranquilizar, ya que me había puesto de pié molesta por su contestación.
-es todo por hoy, gracias por la comida tío Zack...-agradecí y me fuí de la mesa a toda prisa rumbo a mi vagoneta.

Supongo que asumieron que estaba triste al igual que todos. Bueno, unos que otros que ya lo esperaban, era como algo obvio que le pasaría algúna desgracia a tía Lila con tanto amante que traía por ahí y por allá.
Pero por otro lado, yo no estaba contemplando su muerte dentro de otros 30/40 años.
Lila tendría unos 46 años cuando la asesinaron. Y durante todo ése tiempo me había hecho sentir como si estuviera en un hogar. Algo tóxico pero un hogar.
Me había dado trabajo que hacer e incluso el mandato de cuidar de Jerome cuando eramos niños.

-Oh, demonios... -me dije a mi misma en la vagoneta, con la frente recargada en la ventanilla y sin poder contener las lagrimas, me dejé llevar.
Sentia dolor por ella, si. Claro que me sentía triste por su muerte.
Pero pensar en Jerome, en cómo reaccionaría.
No. No le contaría. No le iba a contar ni un carajo.
Preferí que alguien más le contara a que yó le contara algo.
Cielo Santo. Ojalá que todo marche mejor de ahora en adelante. Al menos no seguirá fomentando odio en el mismo, la presencia de su madre. Que aúnque se había pasado la mayor parte de su adolescencia tratando de ganarse el afecto de su propia madre. Yo creo que si la querìa. Y que aún la amaba. Pero me resultaba algo reconfortante saber que ya jamás tendría que lidiar con el ambiente tóxico y deplorable que Lila generaba a diario por las noches.

Pensé y pensé que tal vez era cierto. Tal vez alguno de los G tuvieron algo que ver. Pero era tan irreal. Era tan descabellado que decidí pensar en otra cosa.
El show debe continuar. No cerrarán el circo hoy. Pero si esperaba la presencia de la tía Lila en mi primera presentación a solas.
Lástima que no pasaría.
Miré mi traje nuevo, lleno de brillantes tonos azules y morados.
Solloce y tragué saliva mirando a la nada. Pensando en que. Me había quedado sin madre, por segunda vez en mi vida.

* * *

Al llegar las 8 de la noche, ya se habían presentado los payasos, el domador de leones, las bailarinas principiantes del medio tiempo, el show de mágia y los elefantes que hacían malabares y cosas asombrosas.

Ahora era mi turno.
Una luz tornasol en morado y verde apareció en la mitad del escenario redondo y ahí estaría parada yo en algúnos segundos.

Pensé rápido en la tía Lila. En que ya no estába.
Pensé en Jeremiah. No estaba tampoco.
Y para variar. Mi confidente, mi Jerome estába seguramente llorando en algún lugar por la desagradable noticia.

Suspiro y miré hacia arriba, tragué saliva y sacudí el cuerpo y la cabeza. Sonaron los tambores y la gente aplaudía y chiflaba, todos estában ansiosos. En esos momentos mi mente sólo pensaba en algo. "Házlo bien, lúcete, inspira, no defraudes a la tía Lyla, haz que valga cada maldito segundo en tu acto, recuerda que es tu primera vez ¡Vámos Nina! ¡tu puedes! "

Comenzó la música. Para ése acto habían puesto un popurrí de las canciones más populares de ése año. Era 2014 y estában canciones de pop y algo de rock suave moderno.
Todo era fantástico. Me movía tan fluidamente que nisiquiera sentía que estuviera triste. De hecho, hacer eso me provocaba una sensación de satisfacción y alegría. Sabía muy por dentro, que aunque yo fuera atea, le brindaba y dedicaba mi esfuerzo a la tía Lyla que seguramente estaría en algun rincón del cielo. Sonreía y movía los aros de un lado a otro, pasandolos desde mi cintura hacia mi cuello y desde un brazo a otro. Me encantaba lo que hacía, me desestresaba.
Por un momento olvidé lo que estaba sintiendo.
Pero duró poco. O para mi lo fuè. Se acabó mi acto. 10min en puesta escénica. Di las gracias y me retiré feliz.

Al llegar a donde estába, todos me dieron ánimos y palabras que nunca ántes me habían dicho a mi sóla. Estába muy felíz. Estába entusiasmada.

Miré en cada uno de esos ojos y esas sonrisas y miradas contentas, la alegría de la tía Lila.
Me tranquilicé y respiré hondo.

-vaya Nina! Lo hiciste increíble. -me dijo tío Zack dándome una palmada en la espalda.

-gracias tío, no estoy realmente feliz, no del todo pero gracias por los ánimos.
-hey, mírame... -me dijo poniendo sus dedos en mi mentón... -Lyla estaría orgullosa de tí. -me sonrió. De igual manera contesté ese gesto, pero ahora mi intriga era, ¿si alguien le había avisado ya a Jerome?

Apenas iba a preguntar, cuando depronto ví afuera de las bambalinas un alboroto enorme.
La gente gritaba y se empujaba tratando de salir.
Pensé en que tal vez algún león se había escapado o algo por el estilo. No creo que el show de los trapesistas les dé miedo.

Y aún más raro fué cuando oí una voz decir "GCPD que nadie se mueva! "
¡Demonios!
Asomé la cabeza para alcanzar a ver mas, entre tanta de nuestra gente en sus vestuarios.
Cuando dilucide al grupo de payasos Valeska y a los Grayson peleándose.
-Por el amor se Dios, ¿¡ahora que?!...-dijo tío Zack y corrió a meterse en la pelea.

No dejaban de pelearse.
La gente ya había salido del circo. Oí cómo uno de los Grayson habló callando a medio mundo.
-¡hey! ¡hey! ¡hey! ¡esperen un segundo! ¿¡crees que YO le pondría una mano ensima?! -era Simons Grayson levantando ambas manos como haciendo el ademán de "mis manos están limpias" Y luego otro de mis familiares ..."familiares" ...interrumpió.
-¡tu eras ése malnacido que le traía diario su paquete de cocaína a Lila! ¡y todos estámos de acuerdo!.-la mayoría de los que estában ahí que eran parte de mi familia asistieron y dijeron que si de manera molesta.
-!no me vengas con esas cosas Bladimir! ¡tu sabes bién que esa ramera...- Oh, Oh. Creo que ahí Simons había metido la pata.
-¿¡que has dicho?! ¡te voy a romper la boca, maldito imbécil!
-dijo Vladimir (tío lejano de Jerome y Jeremiah) y de nuevo iniciaron los golpes.
Hasta que el oficial que venía en camino a nosotros levantó un arma y la hizo disparar en la carpa del circo.
Todos gritamos y yo tapé mis oídos al oir tremendo ruido.
-¡basta de ésto, señores! Vendrán todos conmigo a la comisaría ¡ahora mismo! -dijo el oficial en tono molesto.
Y en éso llegaron unas 4 patrullas y una ambulancia.
Todos empezamos a caminar hacia la salida del circo. Una vez afuera empezaron a atender a los heridos. Al parecer los Valeska le habían arrojado una botella de vidrio en la frente a uno de los Grayson en pleno acto.

Yo por mi parte estába muy desconcertada. Hoy mi día había transcurrido de una manera muy distinta a casi todos los días.
Jerome andaba raro.
Habían asesinado a tía Lyla.
Se pelearon. Y había sido todo eso en el justo día de mi presentación.
Vaya que tenía algún karma pagando o algo así.

Entonces nos trasladaron a la comisaría. Nos interrogaron.
A mi me interrogó uno de los oficiales, un tal Harvey Dent que no paraba de mirar mis pechos al hacerme las preguntas. Muy desagradable. Y a los Grayson y a los Valeska los interrogaban varios policias. Ambos estaban aún enojados entre sí.
Al terminar de interrogarme. Me puse una de las frazadas que me habían ofrecido en la comisaría y me quedé sentada mirando a la nada pensando en tantas cosas de hoy. Pero sobre todo.
¿dónde estába Jerome? Carajo.

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(04-junio-2019)
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