•Between Them• [+18] | Jerome Valeska | Jeremiah Valeska

GOTHAM NO TIENE HÉROES

Aún sentada en el sillón de la sala, mirando hacia el frente,  donde lejos se podía ver un Sol joven y reluciente,  iluminando las calles de Gotham.
Me di cuenta de algo que dejaba en lagrimas mis ojos. 
Era una tonta. Me dejaba manipular por casi todo lo que el dijera o hiciera. 
Éso era cosa del pasado se suponía. Yo iba a cambiar este año,  pero, todo se vino abajo.
Me tenía descompensada y herida.
Suspire y miré detrás mío, lo único que oía era la regadera y un Jerome felíz de gozar el agua tibia mientras chiflaba una tonada extraña. 
Me levanté casi hipnotizada por la sensación de irrealidad que me causaba estar adolorida y traumada. 
Caminé directo a la bañera con Jerome. 
Mi mirada era fija y mi boca estaba cerrada. 
Creo que en este punto solo queria sentirme real y amada.
Y era un error creer que el me pudiera amar pero... Ahí estaba yo,  entrando al baño.

Abrí la cerradura de la puerta con cuidado de no hacer ruido y ahí,  detras de la cortina corrediza se veía la silueta de Jerome,  desnudo.
Que extraño era todo.
El vapor que emanaba el agua era de un agua hirviendo.
Volteé a ver el espejo y había una carita feliz dibujada con el vapor.
Me acerqué a ver mas detalladamente y ahí en em reflejo se veía una Nina sonriendo y demente.
Comprendía las cosas,  comprendía que tal vez necesitaba dejar de aferrarme a esa Nina buena y llena de esperanza y convertirme en una Nina mas salvaje y negativa.
Sin miedo a intentar o detener mis impulsos,  sin filtros... sin detenciones.

Miré el lavabo y ahí estaba el rostro de Jerome.
Las grapas estaban esparcidas en todo el suelo.
Jerome no paraba de tararear y reir depronto.

Me harté.
Me quité la blusa,  el brasier,  el pantalón, las botas y mis panties.
Mi cabello largo y bicolor caía sobre mis pechos.
Miré nuevamente el espejo y vi a una Nina que posiblemente podría nacer en éste instante.
Al momento de volver a los brazos del demente de mi hermano.
Ya no me importaba. 
Cogeando un poco,  por el cuchillazo de Jerome en mi pantorrilla,  pude llegar a la cortina de baño.

La abrí y Jerome algo aturdido pero sonriente me observó.
Su rostro estaba ensangrentado y rojo.
No me horrorice. No me espantes ni grité, me valía un pepino todo.
Amaba a Jerome insanamente. De manera obsesiva y tóxica.
Y sé que a nadie le gusta esa clase de relaciones, pero... Hay gente sin terapia rondando por todo el mundo que ya es tóxica con su pareja pero no se da cuenta.
Pues ésto era mas allá de la raya,  solamente éso, estaba tres peldaños arriba de lo que es una relación obsesiva y insalubre.

Me metí a la bañera con Jerome y lo tomé del cuello con cuidado.
Jerome me miraba algo impresionado pero también deseando mi cuerpo junto al suyo.
Su rostro no dejaba escurrir sangre.
El agua que pisabamos era roja.
Entonces acerqué mi cara a la de él y el tomó mi cintura.
El agua estaba hirviendo,  la locura,  el dolor,  el deseo y todo lo que conllevaba era demencial.

-Vaya,  Nina... Ahora si que me impr...
-Shhh... Calla,  Jerome... -le dije tapando con un dedo su boca llena de sangre y me acerqué a darle un beso.
El agua enjuagaba por supuesto todo aquel raro aroma que su rostro emanaba.
Así que fué fácil tomar valor para hacerlo.

Jerome apretó mi cintura con ambas manos y luego las llevó por debajo de mis nalgas cargandome.
Gemi entre besos y le tomé del cabello pelirrojo.
Se sentó en el borde de la bañera y yo enredé mis piernas a sus costados. 
Nisiquiera preguntó,  nisiquiera le dije que si o que no. Solamente introdujo su erección dentro de mi.
Solté un jadeo fuerte.
Nadie nos podía callar,  nadie podía oírnos.
Soltamos toda esa tensión desde que pasó la ultima vez.

Me besó el cuello y yo me comencé a mover sobre él.
Sus gemidos eran casi guturales,  pues sus cuerdas vocales dañadas no le dejaban más que gemidos así de deformados.