•Between Them• [+18] | Jerome Valeska | Jeremiah Valeska

Capítulo 18. Te Amo Nina

Abrí los ojos y ahí estaba él.
Mirándome,  con su maldita mirada psicópata y encantado de verme en ése estado tan débil.

-¿que hora es?...-pregunté en conjunto con el tambaleo de mis brazos,  los cuales se colocaban detrás de mi adormecida espalda.

-Cuidé de ti tanto,  Nina. Casi como cuando TÚ cuidabas de mi ¿sabes?  Incluso,  creo que cuido mas de ti que de mi. -río entre dientes alzando ambas cejas.

-Jerome, ¿que hora es?  ...-pregunté con voz firme. Jerome solamente dejó de sonreír en seco y me miró con una mezcla de molestia y fastidio.

-¿por qué jamás me sigues la corriente ya,  Nina?. -preguntó en tono triste y algo desconcertado. Pero desconcertado en serio.
Pasó sus dedos por mi mejilla,  luego detrás de mi oreja,  jalando un poco de mi cabello al final. No tan fuerte,  pero parecía esconder un arranque de ira. Porque acto seguido observó mi reacción como esperando que me asustara o algo. Pero solamente dió con una enfurecida Yo.
Mis labios pegados y tensos, mi mirada baja,  no me importaba que me trajera tomada del cabello con algo de fuerza.
El al ver éso no pudo evitar reír como si le acabaran de contar un mal chiste que de tan malo era bueno.
Me soltó y comenzó a aplaudir sarcásticamente.

-Vaya,  vaya... La señorita Nina ya está grandecita ahora ¿eh?...¡hahahaha! ¿quién diría que la niña huérfana,  al pasar sólo dos semanas con el otro huérfano se convertiría en una mártir de las fuertes y valientes? 
¡Ya sé! ...en lugar de haberte rescatado, supongo que debí haberte abandonado a tu suerte,  herida y perdida en ese bosque, ¿cierto?.-dijo Jerome exagerando cada palabra en tono de voz catarino. Yo revolee los ojos y me crucé de brazos resignada.
Pero antes de que me metiera por completo en mi papel de mujer fuerte y empoderada. Se acercó de un momento a otro y me tomó del cuello tan fuerte que hizo que abriera los ojos como platos y pegara un salto del susto.
Traté de detener su mano en mi traquea,  la cual presionaba con malicia.

-Dime algo Nina...-prosiguió.- ¿me odias?... ¿quieres matarme? ¿éso quieres?¿después de haber pasado por tanto?¿la ayuda?¿las desveladas?¿el llanto?¿el amor?¿las cicatrices? ¿después de haber casi fornicado contigo? ¿hacerte llegar al límite?...-cuando dijo éso soltó mi enrojecido cuello,  las marcas de sus dedos en el.
Me soltó pero no dejó de recorrer con su mano mi cuerpo.
Llevó su mano hasta mi tórax desnudo,  pues sólo traía puesto un corpiño que me llegaba abajo de los pechos.
Acarició con la yema de sus dedos mi piel sensible llena de moretones firmados con su nombre.
Entonces aún sin mirarlo siquiera,  me tomó del mentón y me dió un besos suave,  como cuidando no lastimarme.
Se separó de mi y acto seguido sonrió cínico y burlón.

-Nada cambiaría en ti solamente para probar un punto... Eres débil... -se puso de pie y salió de la habitación.
Pero no pasaron ni dos segundos cuando volvió a entrar con una sonrisa amplia,  mirándome aún en cama y algo enojada con él.

-Te Amo Nina...-me guiñó el ojo mientras sonreía y chistaba la lengua con los dientes y el cachete.

Salió del cuarto cerrando la puerta. 
Yo me quedé ahí, sorprendida, una sonrisa se dibujó en mi rostro,  un estado mental de obsesión inquietó mi pecho. Mi corazón latió de nuevo. Parecía que me manejaba como él quería. 
No podía creerlo.

Incluso me quedaba pensando en como era posible que después de que me haya hecho tanto daño físico,  emocional y mental,  yo siguiera enamorada de él.
Es que no lo comprendía.
¿de verdad estaba mal de la cabeza yo también? 
Podría ser que en el yo veía a mi padre. Un padre que jamás estuvo conmigo. 

Suspire pensativa sobre todo.
Miré mi pierna,  estaba vendada. Mi muñeca igual. Tenía venditas de curación en varias partes de mi cuerpo. A un lado de la cama en lanmesita de noche se encontraba un plato de avena y un vaso de agua (nada comparado con los desayunos en la mansión Wayne) pero aún asi era un detalle de Jerome.