4. Chuu-chan

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Ese día mi turno ya había terminado aunque permanecía en contacto con la Agencia, por si llegaban a necesitarme. Estaba en la cocina preparando la cena, Dazai había estado fuera todo el día al parecer trabajando como jurado en un juicio... sí, el lunático suicida de mi prometido como jurado.

Desde que yo había despertado él había comenzado a actuar muy raro, era mucho más cariñoso de lo normal y eso era algo que me superaba. No me molestaba tener su atención, simplemente era algo fuera de lo común y todo eso sólo me tenia esperando el momento en que me dijera que tenía a alguien que me dijera que tenía a alguien que me hubiera coqueteado, en el sótano... aunque no tuviéramos uno.

-CHŪYA~ -exclamó el castaño asustándome mientras me abrazaba por detrás.

-¡DAZAI!- exclamé exhalado ya que casi me tiraba el curry que acababa de hacer encima- ¡Casi haces que me queme!- le regañe molesto dándole un leve golpe en la cabeza con la cuchara que tenía en la mano.

-¡Ay! Chuu~ yo sólo quería sorprenderte- dijo haciendo un puchero mientras llevaba sus manos a la cabeza.

-Pues puedes sorprenderme haciendo otra cosa, como poniendo la mesa, por ejemplo- dije llevando mis manos a la cintura mirándolo con molestia.

-Buu~ está bien, pequeño gruñón- dijo antes de salir corriendo de ahí, evitando que lo golpeara con una sartén.

Luego de que Dazai pusiera la mesa serví los platos de comida, cenábamos en completo silencio mientras que yo lo miraba con atención notando lo feliz que se veía, yo suspiré y lo miré con cierta severidad.

-Puedes decírmelo- dije recargando mis brazos sobre la mesa.

-¿Qué cosa, Chūya?- me preguntó alzando la vista mirándome con curiosidad manteniendo su sonrisa.

-Qué secuestraste a alguien y lo tienes en alguna habitación, y si no es eso ya platícame tu plan malvado con el que quieres sorprenderme porque la curiosidad me está matando- dije arqueando una de mis cejas, él se puso muy serio.

Por un momento creí que había sido pésima idea preguntarle ya que había dejado sus cubiertos a un lado, y me miraba con demasiada atención haciéndome notar ese brillo carmesí en sus ojos que me hizo tragar saliva.

-No he secuestrado a nadie y no creo tener algún "plan malvado" como tú crees- dijo sonriendo muy levemente- pero si que es una sorpresa, la única pista que podría darte es que en estos días me he estado viendo con alguien- dijo de una forma demasiado tranquila, yo lo miré sorprendido.

¿Ver a alguien? ¿HA ESTADO VIENDO A ALGUIEN?

Yo baje mi vista hacia mi mano derecha notando mi anillo de compromiso, tenía que haber una explicación para esas palabras ¿si, verdad? No podía ser tan frío y cruel para romper el compromiso así de fácil, aunque fuera Dazai, él... ¿debía preguntarle?

-¿Me estás siendo infiel?- pregunté con un hilo de voz sintiendo mis ojos escocer, por lo que agaché la vista unos segundos más.

Al alzarla fruncí el ceño confundido al notar su expresión de sorpresa mientras parpadeaba mirándome fijamente.

-Creo que has malinterpretado mis palabras- dijo Dazai sonriendo muy levemente antes de levantarse de su silla, caminar hacia mi y arrodillarse- con quien he estado viéndome es para arreglar un encuentro y en todo caso, tú eres más probable que me seas infiel- dijo tomando mis manos.

-Eso es una tontería, tú siempre les coqueteas a todas las chicas que se te ponen enfrente- dije frunciendo el ceño pero esta vez con molestia, él rió y suavemente beso acda una de mis manos.

Dioses y Demonios ||SOUKOKU||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora