Mi cuerpo se sentía pesado, mis párpados apenas y podía abrirlos, ¿estaba muriendo? ¿Por fin había logrado mi muerte sin dolor? Aunque la curiosidad de saber que era lo que me pasaba fue la que me obligó a abrir los ojos encontrándome con un pacífico blanco; confundido, parpadeé repetidas veces hasta darme cuenta que estaba observando un techo, eso me dejó aún más confundido.
Con pesadez me senté en mi lugar frunciendo el ceño extrañado notando que estaba en una habitación con paredes azul pastel, al piso al igual que el techo eran de un pulcro blanco, estaba sobre una cama matrimonial de sábanas blancas, vestía un pantalón de pijama azul de rayas y una playera blanca de manga corta mientras que una gran cobija de finos y bastante elegantes diseños me cubría (por suerte llevaba vendas puestas, específicamente unas nuevas). Traté de llevar una de mis manos a mi cabello para rascar mi cabeza pero en eso sentí un pinchazo algo doloroso en mi brazo, al mirarlo me di cuenta que he tenía una aguja en mi brazo conectada a un suero lo cual me dejó descolocado, con cuidado para no lastimarme y causarme más dolor (que además odiaba) me quité la dichosa aguja.
Algo mareado saqué mis pies de la cama tocando descalzo el helado suelo, lo cual me ocasionó un ligero escalofrío por todo el cuerpo después de unos minutos, de haberme recuperado de mi mareo miré hacia mis pies desnudos sorprendiéndome al notar un brazalete de arresto domiciliario y además que también era de esos brazaletes para neutralizar poderes, e igual de especial como el que Céline me hizo usar en cierto momento.
Desorientado y sin saber dónde estaba exactamente, me levanté de la cama y caminé hacia la puerta que curiosamente no estaba asegurada. Termine saliendo a un pasillo completamente vacío que tenía las paredes con un elegante tapiz beige con decorados dorados damascos y el suelo era de madera, al no ver a nadie decidí que lo mejor era explorar o tratar de encontrar algún signo de vida por ahí.
Caminé tranquilamente por el pasillo hasta que me encontré con dos puertas una del lado izquierdo y otra del derecho, traté de abrir ambas pero estaban cerradas, por lo que no me quedo de otra que continuar caminado y no fue por mucho ya que pronto me encontré con una puerta de cristal en la que tenía un cartel con las siguientes palabras: "Clínica 1". Yo rasqué mi cabeza confundido, ¿estaba en un hospital? ¿Si es así no debería haber alguna enfermera supervisándome o algo? Encogiéndome de hombros abrí la puerta encontrándome con la típica sala de hospital, con enfermeras caminando de un lado al otro y entrando a distintas habitaciones apuradas con muestras y demás cosas.
-Eh... disculpe bella y maravillosa mujer...- dije coqueto deteniendo el andar de una enfermera que pasaba frente a mi.
-Señor, ahora no, estoy ocupada si necesita algo pro favor pase a recepción- dijo sin voltearme a ver para luego meterse a otra habitación contrataría por la que había salido, yo fruncí el ceño.
Notando que ninguna me haría caso seguí caminando hasta que me encontré con unos chicos que entraban por una puerta lateral, se trataban de tres jóvenes con uniformes de soccer, dos llevaban a otro que parecí estar lastimado del tobillo y aún así sonreía y reía, su apariencia era singular; tenía el cabello negro y rizado, su piel era tostada o más bien morena, era algo alto y delgado además de tener un curioso lunar en la comisura del labio.
-¿Entonces ya superaste a ese pendejo con el que saliste?- le preguntó el chico moreno a uno de sus compañeros que lo sentaban en una silla cercana- ¡WEY YO PENSÉ QUE LO SEGUÍS QUERIENDO, NO MAMES!
Uno de ellos se alejó seguramente en busca de alguien disponible mientras que con él se quedaba uno que se veía algo mayor que él con un cabello tintado de azul brillante y piel blanca con infinidad de lunares.
-Véte a la verga ya lo superé- dijo con tono molesto cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.
-No, no, no wey, no lo dudo- dijo el otro haciéndose como que le creía y con un acento algo curioso- ¡MIRA AHÍ TA' WEY!- exclamó con emoción señalando hacia la puerta pro al que entraron.
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Dioses y Demonios ||SOUKOKU||
Fanfic"-Me preocupo por ella, todo el tiempo..." "-Este mundo es un error, para salvarse necesita redimirse y limpiar todos sus pecados. Y los únicos que pueden hacerlo son los dioses, dueños de este mundo..." Una historia que nunca se debió de haber cont...