PROBLEMAS (Karma x tu x Asano)

Cap 2: Buena influencia.

Al llegar a la casa vi que era enorme. Sinceramente, muy grande para dos personas sólamente. Entramos y si por fuera se veía bonita y grande, por dentro más todavía. Me hizo recordar mi casa al lado de la de mi mejor amigo, Anthony,  que siempre fue un hermano para mi. Es verdad que mi casa es muy grande para solo vivir yo. Lo bueno es que así varios amigos se pueden quedar.
Asano me llevó a donde estaría mi habitación, curiosamente estaba al lado de la suya. La habitación era minimalista, pero muy bonita. Asano me explicó dónde estaba cada parte de la casa. No se por qué, pero tengo la impresión de que este chico va a estar muy presente en este curso y que nos vamos a llevar bien, o por lo menos lo intentaré, en fin, es el hijo del director y siempre viene bien tener contactos. Asano me ayudó a colocar mis cosas y luego nos dirigimos al comedor. Allí estuvimos hablando de cosas de mi educación, de como vivía yo y todo eso. Entonces salió el tema de en qué clase estaría:
Director: Irene, sé que tus notas son excelentes, pero te vas a unir a la clase 3-E. ¿Sabes cómo funciona nuestro sistema, no?

El sistema del Kunugigaoka consiste en que la clase A es la más fuerte, la clase de élite, y el nivel va bajando gradualmente hasta llegar a la clase E, la de menos nivel y la marginada. No me convence mucho ese método, pero yo no soy la directora.

Yo: Me parece bien, pero me gustaría saber el por qué.
Director: Pues porque creo que si ven como te esfuerzas, intentarán mejorar sus notas, con suerte nadie estará en la clase E y los alumnos se reforzarán todavía más para no "reinaugurar" la clase E.
Asano: De todos modos padre, no me convence que sea ella la que valla. Es decir, es una alumna de intercambio y tendríamos que darle la mejor experiencia posible. Por no hablar de que sería un desperdicio tenerla allí cuano puede rivalizar conmigo académicamente... *se sonroja levemente* O incluso superarme.
Director: Ya está decidido Gakushū.
Asano: Sigo sin comprenderlo, pero lo que digas padre.
Yo: Asano da igual, de todos modos tu padre me dejará bajar al campus principal en el recreo, ¿me equivoco? Además de que necesitaré un guía en la ciudad para que me la enseñe.

No se por qué tuve la necesidad de consolarlo o relajarlo, supongo que porque se ha sonrojado antes al admitir que puedo ser incluso mejor que él en los estudios. Pero no es la primera vez que alguien se sonroja por mi culpa, en las misiones de infiltración suele pasar y no me importa. ¿Qué me pasará?

Asano: Como sea. Yo me voy a retirar, buenas noches.
Director: Buenas noches hijo.
Yo: Que descanses Asano.
Asano: Igualmente. Irene, no tienes por qué llamarme Asano, me puedes llamar por mi nombre.
Yo: Gracias, pero me he acostumbrado a llamarte Asano.

Asano se fue escaleras arriba y yo me dispuse a hacer lo mismo, pero el director me detuvo:

Director: Irene, una cosa antes de que te retires.
Yo: Si, ¿qué quiere comentar?
Director: Es darte las gracias. Gracias por ser tan comprensiva con mi hijo, a pesar de que los dos sabemos que eres bastante fría, te has mostrado muy amable. Y creo que eres una buena influencia para mi hijo, no le vendrá mal aprender lo que es la competitividad sana y el significado de la derrota, cosas que por tu pasado conoces bien, imagino.
Yo: Muchas gracias señor. Ahora si me disculpa me retiro. Buenas noches
Director: Buenas noches.

Subí las escaleras y me cambié. Hoy había sido un día agotador y quería dormir, pero no dejaba de pensar en lo de que el director cree que soy una buena influencia para su hijo y en lo de que Asano se sonrojó y yo después lo traté de una manera en la que hacía mucho tiempo que no trataba a nadie así, desde antes de que mis padres murieran. Al final acabé cayendo en los brazos de Morfeo.