Cap 19: ¿Lo dices de verdad?

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El peli naranja apartó la mirada, claramente debatiéndose con su orgullo y sopesando cada palabra que fuera a dejar sus labios, y entonces, estos empezaron a hablar.
Asano: Escucha. Siento mucho si te ofendí el otro día. No quería ofenderte, de verdad que no. De hecho, lo decía a modo de cumplido. Dije que eres la versión de Rem porque puedes enamorar a cualquiera. Pero no dije que hicieras lo mismo que él. Rem manipula a las chicas con su belleza para que caigan a sus pies. Tú sin embargo eres tan bonita, amable, inteligente, graciosa, elocuente y misteriosa que enamorarías a cualquiera, incluso sin proponértelo. Y es que hasta esos pequeño gestos como cuando frunces el ceño levemente cuando estás enfadada o molesta, cuando muerdes un poco el lápiz cuando piensas, cuando repiqueteas las uñas contra la mesa por aburrimiento o esos hoyuelos que se te forman en las mejillas con una sonrisa de pura diversión, son preciosos y harían que cualquiera se enamorase de ti.

Su mirada seguía desviada, clavada en el suelo, sin querer mirarme. Se le notaba muy rígido, pero sus palabras fueron reales, de eso estaba segura. Sabía que hablaba enserio, y eso me derretía el corazón.

Yo: Si que te gusta observarme. Tanto que me extraña que no te quedes embobado o algo.

Asano parecía algo molesto con mi comentario, pero es que tras todo lo que ha dicho, tan bonito y sincero, sólo se me ocurría bromear.

Asano: Irene por favor este no es momento para bromas. Quiero que me perdones, y estoy hasta dispuesto a venir aquí y decirte algo así, abrirme y decirte cuan maravillosa me pareces para que me perdones.

Asano completó esa frase con un "porque me importas mucho" murmurado. Y por alguna razón quería que lo dijera en alto. Que me abrazase y me lo dijese.

Yo: ¿Qué es lo último que has dicho? Creo que no te he entendido bien.
Asano: Que me importas Irene, me importas mucho.

Con esa frase no tuve más opción que ir a abrazarle, sonriendo como una tonta. Por alguna razón, necesitaba que me dijera eso.

Yo: Podrías haberte ahorrado todo el discurso con la última frase, te habría perdonado igual.
Asano: No, no es así. Sé que la última frase ha hecho mucho pero tú necesitabas explicaciones de por qué dije eso. Y me alegra que ya estemos bien.
Yo: Y a mí. Igual te echaba un poco de menos y todo.

Asano me miró con ojos de cachorrito y preguntó con tono casi esperanzado.

Asano: ¿Entonces vendrás hoy en el descanso?
Yo: Claro que sí. Además me tocará bajar antes, tenemos la asamblea escolar.
Asano: Es cierto. Me tocará dar un discurso, como presidente del consejo estudiantil.
Yo: ¿Tienes algo preparado?
Asano: Tengo un par de puntos definidos vagamente. Si siempre es lo mismo, por no decir que tengo un don para los discursos.
Yo: Eso lo veré hoy. Por cierto, tengo que ir tirando a clase, que se tarda un poco y le prometí a Karma que subiría con él en nada.
Asano: ¿De verdad no quieres que hable con mi padre para que te cambie de clase?
Yo: No lo necesito, de verdad. Me gusta esa clase. Los compañeros son muy amables y el profesor es muy... Particular.
Asano: Como quieras, pero compara estar con esos "compañeros agradables" con estar conmigo más tiempo.
Yo: Es muy tentadora la oferta, pero la voy a rechazar. De momento estoy bien. Bueno, me voy. Hasta luego.

Me solté del abrazo de Asano y subí la montaña hasta aquel destartalado edificio al que hasta había cogido cariño y entré en él, sentándome en mi sitio y tomando mi móvil y mis auriculares para escuchar música. No hablé con Karma porque no estoy del todo cómoda después de lo de esta mañana, así que prefiero mantener distancias un poco.

Como es obvio, mi plan no podía salir bien, y en apenas dos minutos tenía a Karma a mi lado robándome uno de los auriculares para ponérselo él y escuchar lo que yo. Lo miré de reojo con una sonrisa ladeada.

Yo: ¿Quién te ha dado permiso para que me quites un auricular?
Karma: ¿Y quién te da permiso a ti para quitarme el chocolate en casa?
Yo: Buen punto.
Karma: Por lo que has tardado deduzco que las cosas entre la zanahoria y tú están arregladas.

Una sonrisa involuntaria, de estas que intentas esconder y no puedes me cruzó la cara antes de responderle.

Yo: Si, supongo que sí. Se ha disculpado.
Karma: Esa sonrisa es muy sospecha. No me digas que vas a caer ante sus ojos morados al final.
Yo: No, que va. Es sólo que no pensé que se fijase tanto en mis gestos o mis costumbres como para poder nombrarlos y decir que soy casi hipnótica. Y sus ojos no son lo único bonito que hay en él. Aunque no lo creas, también puede ser amable.
Karma: Lo que digas. Al final tú eres su amiga, no yo. Será cosa tuya cuando le entren sus enfados o envidias.

No le respondí a ese comentario. En su lugar dejé pasar el tiempo garabateando hasta que llegó Nakamura. Me fui con ella a charlar y tomar el aire.

Yo: Admite que Marhara es mono.
Nakamura: No digo que no lo sea, pero también es idiota.
Yo: Claro que lo es. Por eso precisamente te parece atractivo. Da la sensación de sin futuro que tanto nos gusta por regla general a las chicas.
Nakamura: Si eso es así, ¿Entonces por qué Isogai es atractivo?
Yo: Porque es un chico bueno, ejemplar que se esfuerza. Y si lo piensas, no es que sea atractivo. Es más un tipo de admiración y que su sonrisa es adorable, ¿No crees?
Nakamura: Mierda, tienes razón. ¿Pero qué pasa con Karma y con Asano entonces? A ti al menos te parecen claramente atractivos y no son el típico chico "sin futuro".
Yo: Mis gustos a lo que hombre se refiere se va a la otra rama de lo que nos gusta por regla general también. Karma es que es el típico chico malo, el que da la sensación esa de "too cool for school", no sé si me entiendes. Asano sin embargo, es ejemplar y se le ve el chico perfecto. Normalmente no me llamaría la atención alguien así porque lo vería demasiado bueno. Pero Asano no es tampoco un chico bueno, no da esa sensación. Su prepotencia y arrogancia tienen algo. Supongo que ese es su encanto. Los arrogantes tienen algo que me llama la atención. Esa especie de sensación en la que sabes que son atractivos pero te debates por no asumirlo, eso es lo que me provoca Asano.
Nakamura: Me encantaría restregarte que por fin admites abiertamente que esos dos te gustan—
Yo: No. No me gustan. Son atractivos. Es muy diferente.
Nakamura: Bueno, pues que son "atractivos", pero tenemos que ir a clase. Llegamos tarde.

La rubia y yo nos fuimos corriendo a clase, entrando justo cuando la llamaban a ella pasando lista. Tras un par de horas de clase que se me hicieron especialmente soporíferas por ser de física y matemáticas, llegó la hora de bajar hasta el campus principal para la asamblea escolar.

PROBLEMAS (Karma x tu x Asano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora