Cap 6: La trampa

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El martes por la mañana me desperté al día siguiente y me fui a asearme y vestirme. Esta vez aprendí la lección y me puse botas estilo militar con punta antibalas y con mucho tacón, para no parecer tan baja. Cuando salí de mi cuarto preparé el desayuno (es lo menos que puedo hacer como agradecimiento por dejar que me quede en su casa hasta que la otra familia pueda acogerme), y saludé a Asano.
Yo: Buenos días Asano.
Asano: Buenos días Irene-chan.
Yo: ¿A qué viene el -chan?
Asano:*con tono inocente* No sé, me ha apetecido llamarte así.
Yo: Ya, claro. Ayer querías robarme un beso y hoy me vienes con formalidades? Se nota que quieres fastidiarme.
Asano: No, es que lo he reconsiderado y pienso que las formalidades son mejores. También he reconsiderado lo que dije ayer de que podrías ganarme, lo retiro. Sin duda serias una oponente dificil, pero no como para ganarme *sonrisa de lado*
Yo: Cuando quieras ya demuestro que soy mejor que tú, Asano-sempai.
Asano: ¿También vas a empezar con las formalidades?
Yo: Tú empezaste primero. Y además sabes que no me gusta que me digan -chan. Te lo dije ayer.
Asano: *acercándose* ¿Y qué piensas hacer al repecto?
Yo: De momento, sólo apartarte, pero no tientes a la suerte.

Me separé de Asano y me dirigí a la mesa del comedor para desayunar, y Asano hizo lo mismo. Poco después llegó el director y nos fuimos. Asano y yo no paramos de picarnos el uno al otro en todo el camino, de hecho ya se había hecho una especie de costumbre lanzarnos indirectas. Cuando llegamos el director se fue primero y Asano y yo nos quedamos hablando apoyados en la reja del centro ya que aún nos sobraba tiempo. Al despedirnos Asano me dio un beso en la mejilla, y gracias a mi instinto de asesina, noté que más de una persona nos miraba. Miré hacia la ventana del despacho del director, por la que se veía todo el patio, y efectivamente el director había visto la escena, y se veía ¿complacido? No sabría como describir eso. También sé que unos cuantos estudiantes nos vieron, pero no sabía si alguno era de la clase 3-E. Lo que me sorprendió es que a Asano no le importó nada de eso, porque la gente diría cosas de que por qué el presidente del Consejo estudiantil e hijo del director hablaría siquiera con una chica de la clase del End,y mucho menos besarla. Asano se fue sin decir nada después de ese beso y yo me retiré hacia mi clase. Sorprendentemente, a pesar de que ese pulpo vaya a Match 20, nunca me pilla dibujando. Cuando llegó la hora del recreo cogí un trozo de bizcocho anti-sensei, me guardé un cuchillo en la Liga de mi falda y ofrecí la sonrisa más relajada y sincera que pude, no me costó, sólo tuve que pensar en algo que me gustará o en alguien que me cayera bien.
Yo: Hey, Koro-sensei. ¿Quiere probar mi bizcocho de menta? Lo he hecho yo misma.
Koro-sensei: Claro Irene-chan. Será un placer.

Le ofrecí el trozo a nuestro profesor, pero de me olvidó ponerle una sevilleta para que al pulpo no le perjudicara la supuesta menta hasta que se lo comiera, así que en cuanto tocó el bizcocho, su tentáculo explotó. Pero por suerte, mientras que él estaba en estado de shock, conseguí cortarle tres tentáculos más y le iba a asestar una puñalada en el pecho, pero esta última la esquivó. Todos se quedaron atonitos por lo que había hecho, pero yo sólo me limité a volver a mi sitio, donde se me unieron Kayano, Nakamura y Naguisa con cara de asombro ante lo que acababa de hacer. Ellos me preguntaban y yo les respondía hasta que llegó el presidente de la clase, Isogai, y me preguntó algo que me descolocó.
Isogai: Oye, Irene-chan. ¿Cuánto tiempo llevas saliendo con Asano? Creía que estabas en Japón desde el domingo.

Me recompuse lo más rápido que pude y le respondí fríamente (vamos, como suelo responder, pero un poco más cortante).
Yo: Y es lo que has dicho, llegué el domingo. Pero no estoy saliendo con Asano, de momento vivimos juntos, pero eso cambiará en una semana aproximadamente.
Isogai: Oh, lo siento. Pero sigo sin entender por qué te ha dado un beso en la mejilla esta mañana, además de que cuando os vi hablando tenías cara de enamorada.
Nakamura: Irene, ¿pero como no me cuentas eso?
Yo: En primer lugar, no creo que tuviera cara de enamorada porque hace mucho que no expresó mis sentimientos y sólo me ha gustado una persona en mi vida, y no era tan fuerte como para decir que me enamoré.  En segundo lugar, Nakamura, no te he dicho nada porque lo encuentro irrelevante. Y en tercer lugar no te quejes porque estás más al día de lo que me pasa que mis mejores amigos de España, que los conozco desde que tenía 3 años, así que no te quejes. Por cierto, esta tarde los tendré que llamar.
Isogai: Era sólo curiosidad, gracias por responder, Irene-chan.
Nakamura: Me halagas por lo de que estoy más enterada que tus mejores amigos, pero eres una sosa.
Yo: Lo que digas.

PROBLEMAS (Karma x tu x Asano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora