{En el espacio}
Al fin el viaje espacial estaba llegando a su fin, Bulma había logrado con la ayuda de su amigo Goku recolectar mucho de ese mineral llamado Azul #15, pronto cada uno se reuniría con sus familiares.
― ¡ Que bueno, ya puedo sentir el Ki de la tierra!
Dice Goku muy entusiasmado.
―¡ Un momento Goku ! ¿A caso estás pensando en usar tu teletransportación y dejarme aquí sola?
Le grita Bulma.
― Vaya Bulma, si que eres muy inteligente, lo dedujiste muy rápido.
―No entiendo por qué tanto afán de llegar a la tierra, Goku.
Bulma sabía lo despreocupado que era Goku, por lo tanto le parecía muy extraña la actitud que había tenido durante todo el viaje.
― Bulma lo siento mucho, pero en verdad necesito regresar lo más pronto posible a la tierra. Es que me urge hablar con Piccoro. Además llegaras a la tierra en aproximadamente medio día, no creo que me necesites más ¿Verdad?
― Está bien Goku, vete y muchas gracias.
Dice Bulma dándose por vencida.
―Nos veremos luego Bulma.
Y sin más el Saiyajin coloca sus dedos en la frente, se concentra en el Ki de Piccoro y desaparece instantáneamente.
Pero Bulma sigue con la intriga de saber que era lo que le preocupaba tanto a su mejor amigo.
{ En la Corporación Cápsula}
La nave espacial aterriza con éxito en la Corporación Cápsula, el viaje había terminado y Bulma se sentía muy feliz por regresar a su casa.
Vegeta estaba atento a la llegada de Bulma, y aunque no lo demostrara se sentía muy alegre por su regreso, la había extrañado mucho.― Hola Vegeta, ¿cómo has estado? ¿ Sí has extrañado a tu bella e inteligente esposa?
Sin decir nada, el príncipe se acerca y carga a Bulma sobre sus hombros, como si fuera un bulto, y se dirije hacia el interior de su casa por el pasillo principal.
―¿Vegeta qué haces? bájame ¿qué no ves que tengo trabajo que hacer?
¿Vegeta que no me oyes? ¡ Vegeta !― ¡ Ya cállate mujer!
―¡ ¿ Qué me calle?! ¡ a mí nadie me manda a callar ¡ ¡Te ordeno que me sueltes Vegeta!
Bulma se mueve tanto intentando soltarse del agarre de su marido que a él no le queda más remedio que liberarla.
― Vengo de un viaje muy largo, ¿y así es como me recibes, vegeta?
El Saiyajin arricona a Bulma contra la pared, con una mano la toma firme por el cuello, mirandola fija y penetrantemente, pero Bulma nunca se ha dejado intimidar por nada ni por nadie, y la mirada desafiante de esos ojos azules era lo que hipnotizaba al príncipe. El carácter de Bulma le fascina, y la ausencia de su mujer lo estaba volviendo loco.
Ahora los fuertes brazos del guerrero se encuentran a lado y lado de su mujer, apoyándo sus palmas en la pared.
―Fueron siete días Bulma, siete... malditos... días. Tu y el inepto de Kakaroto, los dos solos en el maldito espacio...
Dice Vegeta muy celoso.
― No pasó nada Vegeta, Goku y yo somos como hermanos, eso ya lo sabes muy bien. ¿ Cuándo dejarás de sentir celos de Goku ?
― ¡ Yo no estoy celoso, maldita sea !
Pero Bulma sabía que sí lo estaba, y eso le encantaba, saber que su marido la celaba le parecía sexy y muy atractivo.
Por alguna extraña razón cuando los dos comenzaban una discusión sus hormonas se activaban y las ganas de sexo aparecían, era algo así como un afrodisíaco que se disparaba instantáneamente cuando había un desafío de caracteres.
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LA SOSPECHA DE UN SECRETO
Fanfiction¿Serías capaz de arriesgarlo todo por una mujer prohibida, hasta el punto de intentar abandonar tu orgullo?