Capítulo 11.

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La escuela llamó a los padres. Oh, no a los de Becket y los demás matones, por supuesto. No, a los padres de Richie y Eddie, pues, al parecer, toda la culpa era de ellos.

Luego de eso, los expulsaron por ese día, para que "reflexionaran".
Eddie se quedó un rato en el baño y, antes de que se diera cuenta, Richie ya se había marchado.

"De verdad me gustas, Eds"

"Desearía besarte ahora"

"Te quiero, Richie"

"¿Mañana a la misma hora?"

Eddie salió de la escuela y, esta vez, no lloró. Le dio un último vistazo al lugar antes de iniciar su ida a paso lento hacia su casa. Le ardía y punzaba el rostro y el cuerpo por los golpes.

Su madre iba a matarlo, o peor aún, iba a odiarlo.

Ya no valía la pena llorar por lo inevitable.

"No me arrepiento"

Y no lo hace.

....

—¡No quiero un hijo marica!

Su madre le ha gritado desde que entró por la puerta. Muchas cosas, muchos insultos donde ella es la víctima y él el culpable de su sufrimiento.

—Te llevaré con una especialiste, si, Eddie, tu vas a estar...

—Mamá, basta— Eddie la mira, y suspira—. Esto no es una enfermedad, es lo que siento.

—¡Silencio!

Su madre acaba de abofetearlo. Eddie se limita a bajar la mirada al suelo. No va a llorar, no aún.

La señora K si llora cuando le grita que no se atreva.

—Mamá, yo lo quiero...

—¡Fuera de mi vista! ¡No quiero volver a verte! ¡Y no saldrás ya nunca de esta casa! ¡¿Me oíste?! ¡No permitiré que te sigas revolcando con ese...!

Eddie sube las escaleras, entra a su habitación y cierra la puerta tras de sí, apoyándose en ella.

Las lágrimas le lastiman las heridas del rostro cuando bajan.

<<No me arrepiento>>

Y no lo hace.

....

Richie llega a una casa silenciosa.

Nadie le grita. Nadie le habla.

Su padre está rodeado de botellas de cerveza, prácticamente inconsciente.

Escucha a su madre lavar platos en la cocina. No detiene su actividad para salir a verlo.

En el fondo, Richie desearía que ella le gritara. Dime algo, por favor. Pero ella solo sigue fregando los platos.

—Mamá...

Ella no voltea a verlo.

—En el baño de tu habitación hay un botiquín— dice ella, fría—. Asegúrate de que tu padre no te vea, o sabes lo que pasará.

—¿Tú no estás molesta?

Su madre no lo mira. Nunca lo mira.

En secreto | Reddie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora