Capítulo 13.

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Llegan a Boston cuando ya ha amanecido. Richie duerme con la boca abierta babeandole el hombro a Eddie y éste a su vez esta acurrucado en su respaldo con las piernas sobre el asiento.

Eddie es el primero en despertar. Le cuesta un poco orientarse, darse cuenta de que de verdad se subió al tren, de que Richie está a su lado y... ¡y le está babeando el hombro!

—¡Eres un asqueroso!— exclama, echándose para atrás, y la cabeza de Richie se desliza sobre el asiento hasta despertarlo.

—¿Qué pasó? ¿Dónde estoy?— Richie se endereza en su asiento, limpiándose la baba de la mejilla con el dorso de la mano.

Richie mira a Eddie, que está limpiando arduamente su hombro empapado de saliva con un pañuelo.

—Hey, que ahora llevarás mi ADN a todos lados. Disfrútalo— le dice.

Eddie le mira con los ojos entre cerrados.

—¿Tienes idea de cuántas enfermedades produce la saliva al contacto prolongado con la piel?

—No decías eso cuando nos besábamos en el baño ayer— Richie le murmura al oído.

A Eddie se le tiñen las mejillas de rojo y desvía la mirada.

—Eso...Eso es diferente.

—Me encanta cuando te sonrojas, Eds.

—No seas bobo— Eddie toma su mochila y se la coloca de ambos hombros—. Vamos, ya llegamos.

—Si, llegamos. Emm ¿me recuerdas a dónde llegamos, Eds?

Eddie ríe bajito.

—A Boston, Rich.

—¡Por supuesto!

Se bajan. Al pasar por entre la gente, nadie nota que caminan tomados de las manos porque el lugar está repleto de personas.

Boston es horriblemente grande. Wow, si que lo es. Hay mucha gente por todos lados y Eddie agarra fuerte la mano de Richie para no perderlo (Richie se ha perdido en tiendas pequeñas de Derry, este definitivamente es otro nivel).

Es una ciudad grande y bonita y llena de personas. A Eddie le gusta como le brillan los ojos a Richie cuando observa todo,
Porque Eddie si había salido de Derry (a visitar tías gordas aprieta-mejillas y demás), pero Richie jamás había salido de Derry.

—Demonios, Eddie. Definitivamente nos mudaremos aquí cuando nos casemos.

Eddie se sonroja y niega con la cabeza repetidas veces.

—No...No digas tonterías— pero sonríe al imaginarlo.

....

Hacen una evaluación del dinero disponible. Hay suficiente si eliminan los gastos de un lugar en que pasar la noche.

—¿Y dónde dormiríamos, genio?— pregunta Eddie cuando Richie propone prescindir de un lugar de hospedaje.

—Seamos creativos— responde él—. Seguro que Boston tiene sus propios "barrens" en los que acampar.

—Aja...

Richie se asegura entonces de que nadie los esté viendo y le da a Eddie un fugaz beso en los labios.

—Vamos a explorar, mi princesa de la torre.

—Tarado.

—"Tú" tarado.

....

Bill mira a Stanley por más de diez minutos (Stan está seguro de eso, porque los ha contado) y no ha dicho una sola palabra.

—¿Bill?

—¿P-P-Por qué hiciste e-eso?

Stanley traga saliva y está apunto de responder algo muy muy improvisado cuando Bill vuelve a hablar con esa voz tan neutra, esta vez con un tono más dulce.

—¿Por qué no vuelves a hacerlo?

Ni siquiera tartamudea.

Stanley pierde el aliento. Está mal, muy mal. Y aún así se inclina hacia Bill y vuelve a besarlo en los labios. Esta vez, Bill le sigue el beso.

—¿T-Te confundo?— pregunta Bill cuando se separan.

Stan desvía la mirada.

—Si así fuera, llevarías años confundiendome.

Bill se sonroja, avergonzado. El nunca había mirado a Stanley de esa forma hasta que tuvieron que pelear con un payaso asesino.

—¿Nos e-estamos a-aprovechando de la v-valentía de R-Richie y Eddie?

—Posiblemente.

Silencio.

—¿Stan?

—¿Si?

—Ha-Hazlo otra vez.

Dicho y hecho.

....

Eddie no puede creer que de verdad haya un pequeño bosque abandonado como aquel en un lugar como Boston.

No hace frío, pues aún quedan vestigios del verano que hace muy poco se acabó. Se ponen toda la ropa que llevan y se acuestan en el patizal. Eddie recuesta su cabeza sobre el pecho de Richie y este a su vez le pasa un brazo por sobre los hombros, abrazandolo y atrayendolo hacia él.

—¿Eds?

Eddie se voltea hacia Richie para mirarlo y este aprovecha la instancia para robarle un beso de esos dulces y fugaces.

El pequeño sonríe. Se inclina hacia Richie, le pone una mano en la mejilla y toma la iniciativa en un beso más profundo y lento, al que los dos le siguen el ritmo.

Saben que esto no es para siempre. Que en algún momento tendrán que volver a Derry porque el dinero se agotará. Que volverán por sus perdedores, sus amigos.

Sin embargo, eso no los distrae de la calidez que ahora los invade. No cambiarían eso por una cama o una gran comida, nunca lo harían.

Eddie y Richie se duermen abrazados con el dulzor de los besos en sus bocas.

Están juntos, y eso es lo único que les importa por ahora.

....

—¡Raptaron a mi niño, se lo juro!

La señora K lleva al menos dos horas en la estación de policía intentando acelerar el proceso de "la investigación de la desaparición de su hijo".

—Señora, hasta cumplidas las cuarenta y ocho horas, no podemos darlo por desaparecido.

—¡¿Qué se creen?! ¡Son unos inútiles! ¡¿Cómo pueden...?!

Ese día, la policía de Derry descubre que la madre de Eddie Kaspbrak puede ser muy creativa con los insultos.

Sin embargo, alguien más la escucha.

Estaba en la estación para reportar una bicicleta robada y, ahora, tiene información valiosa.

Ella esparció una foto de un beso entre dos chicos. Será mucho más fácil esparcir un rumor.
....

¿Qué planea Gretta ahora?

Bueno, bueno, ¿qué les pareció el capítulo? ¿sugerencias?

¡Nos leemos pronto!

En secreto | Reddie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora