En secreto | Reddie.

Capítulo 6.

Para identificar que a un Richie le sucede algo extraño, hay tres factores básicos.

Primero, saluda a Eddie con una sonrisa. ¿Qué Richie saluda sin abalanzarse sobre alguien?

Segundo, no dice sus chistes-saludos mañaneros. Ni spaguettis, ni madres gordas, ni siquiera intenta reírse de Gretta Bowie.

Tercero, el trayecto exacto por el pasillo al salón no dice nada. NADA. Comienza a preocuparte, comprueba que a tu Richie no le hayan cortado la lengua o sufra de faringitis aguda.

Si cuenta ya tu Richie con estos tres síntomas básicos, es momento de actuar.

Guía por Edward Kaspbrak, novio del espécimen Richard Tozier alias "Richie".

....

—Richie... ¿de verdad estás bien?— Eddie le pregunta al notar que esta mirando con mucho ahínco por sobre su hombro, como si pensara que algo lo sigue.

Eddie ya sabe que es un No rotundo, aunque Richie asienta con la cabeza nuevamente. Al principio, pensó que era por el padre de Tozier, dado que Richie tenía el labio partido en el ángulo de una cachetada. Quisiera acariciarle la herida, rozarla con sus propios labios, consolarlo. Richie, sin embargo, no es de los que se dejen consolar.

Pero ahora sabe que hay algo más, porque el estado de alerta que mantiene Richie no es algo normal y, bueno, las palizas si lo son.

—Anoche no llegaste...— murmura Eds. La verdad, no esta molesto por eso, pero quiere escuchar la voz de Richie y no se le ocurrió otra forma de hacerle hablar.

Richie le miró. Apenas alzó los ojos un instante.

—Lo siento— musito—. Yo... no pude llegar.

Esa no era para nada una respuesta común de Richie. Eddie tragó saliva y dibujó en su rostro una sonrisa preocupada.

—Es...Está bien— llegaron a las puertas del salón—. Puede ser compensarmelo más tarde.

Al parecer el Eddie atrevido salía a luz solo en presencia de un Richie con síntomas depresivos.

—¡No!— Richie se apresuró a negar con la cabeza ante la mirada confundida de Eddie. Luego aclaró:—Es que...Es que tengo algo que hacer hoy, esta tarde. Te lo compensare...otro día, lo juro.

Eddie suspiró.

—¿Enserio no vas a decirme lo que te pasa?

Richie abrió la boca y la cerró nuevamente sin decir nada. Wow, eso si que era único de ver.

—Yo...

El profesor llegó, dando automáticamente por terminada su conversación. Richie se marchó a su asientos, unos cuantos atrás del de Eddie.

Sin embargo, Eddie sintió que se alejaba demasiado.

....

Cuando las clases acabaron, Eddie intentó interceptar a Richie para hablar con él, pero falló. Resignado, se dirigió a su casillero para dejar algunos libros y lo abrió con cuidado.

Para los perdedores, los casilleros son lugares potenciales donde un abusivo puede dejar una broma. Desde cuadernos empapados y frases obscenas hasta una maldita rata.