En secreto | Reddie.

Capítulo 14.

Esa mañana, Richie besa a Eddie en la frente para despertarlo.

—¡Anda, bello durmiente! ¡Es hora de despertar!— luce emocionado, como si tuviera un plan.

Eddie abre los ojos con lentitud, debido que la luz del sol les llega directo.

—¿Dormiste bien, Rich?

—Fresco como estofado.

—Se dice "fresco como lechuga".

—¿Lechuga? Iugh, no.

Eddie rueda los ojos y sonríe, en lo que se pone de pie.

—¿A dónde iremos?— pregunta—. Hay varias opciones.

Pero parece que Richie sabe exactamente a dónde quiere ir, porque se pone de pie de un salto y pone esa sonrisa de "se la respuesta".

—Hay algo que llevo mucho tiempo queriendo hacer contigo.

A veces, Richie habla así y Eddie no puede evitar que se le acelere el corazón.

—Igual podría haber ido con tu gorda madre, pero ella no entraría en el espacio de la pobre puerta.

Y a veces, Richie dice esas cosas y Eddie no puede evitar darle un buen golpe en el hombro.

—No seas idiota.

—¡Ay! Pegas fuerte, mi Eds— Richie le toma la mano—. Vamos.

Y Eddie le sigue.

Le seguiría siempre...

....

—¿Un parque de diversiones?

—¿Qué esperabas? ¿A tu madre en ropa interior?

—Richie...

—Okey Okey, ya paro— señala el lugar con ambos brazos—. Siempre quise que fueramos al que estuvo en el pueblo, pero este es mil veces mejor.

Eddie tiene que admitir que es verdad. Tiene juegos más grandes que cualquier lugar de Derry, está cubierto de luces y de noche debe verse precioso.

—Necesitaríamos el día para recorrerlo completo— menciona Eddie, y luego agrega:—No creo que tengamos dinero para pagar la entrada y, además, comer adentro.

—Oh, mi inocente Eds, ¿quién dijo que íbamos a pagar la entrada?

....

—¡Esto es muy ilegal!— exclama Eddie, nervioso, mientras Richie termina de cortar los alambres de la parte de atrás del parque.

—Aja aja. ¿Por qué mejor no te preguntas de donde saque este...aparato que corta alambres?

—Eres Richie, es mejor no preguntar.

—Uy, gracias— Richie se guarda el alicate en la mochila—. Ya está, adelante.

Eddie traga saliva y titubea. Pero vamos, huyó de su casa en tren, durmió en un bosque, Richie lo babeo más de lo que prefiere... Esto es pan comido.

Se agacha y pasa por el espacio que Richie cortó, justo y preciso.

—¡Voy yo!

Richie pasa con mucho menos cuidado que Eddie, por lo que se le engancha la polera en uno de los alambres.

—Richie no...