Capítulo 12.

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Leer está muy infravalorado.

Antes de darse cuenta, Eddie se ha leído tres de los seis libros que Ben le prestó en el verano.

Si, Ben quería compartir lecturas y Eddie no quería que se sintiera mal porque nadie más quería hacerlo (Richie había gritado: "¡Alerta nerd!"), así que recibió los libros y prometió devolvérselos pronto (Richie se calló cuando Eddie hizo eso, toda una azaña).

A Eddie aún le ardía la mejilla, el labio y el costado izquierdo del abdomen por los golpes. Y le ardía el corazón por todo lo perdido.

Y leer estaba muy infravalorado, porque leer como el señor Darcy se esforzaba tanto por demostrar su amor si que era reconfortante, aunque Darcy hubiera sido idiota al principio.

Sostenía con una mano el libro y con la otra un hielo en su frente. Las dos cosas se le resbalarom cuando escuchó piedras golpear su ventana. Atardecía, y Richie era el único capaz de hacer tamaña estupidez (aunque su madre estaba durmiendo, por suerte).

Y prefiere pensar que es Richie, porque sino son los matones y no tiene ganas de vérselas con ellos ahora. Así que, con algo de miedo, abre la ventana e inclina la cabeza hacia afuera.

—¡Hey, Eds!

Es Richie. No es un maldito espejismo ni una ilusión óptica por daño cerebral. Richie Tozier realmente esta parado afuera de su casa tirando piedras a su ventana.

Sonríe como bobo, pero solo un instante, suficiente para darse cuenta de que no es nada seguro de que Richie esté en la puerta de su casa (más para él que para Eddie), y entonces se altera.

—¡¿Qué demonios, Richie?!— exclama entre susurros.

—¿Ese es tu mejor recibimiento?

—Mis vecinas van a salir a pegarte con las escobas, tonto.

—Decidí correr el riesgo por ti, princesa en la torre.

—No me digas princesa, ¡menos me lo grites afuera de mi casa!

—Okey okey, ¿puedes bajar?

—¿Estás loco?— Eddie suspira, de verdad lo extraña—. Bien, solo un momento.

—Ese es mi Eds.

Eddie no entiende porqué Richie esta tan...sonriente, después de todo lo que ha pasado.

Atardecía. Eddie se asoma por la puerta con expresión alerta, atento a quién pueda verlos.

—¿Qué haces aquí?— le pregunta Eddie en un susurro.

Richie se inclina y le acaricia la mejilla herida, pero Eddie rechaza el gesto, retrocediendo.

—Van a vernos— le advierte—. ¿A qué viniste? No es seguro, mi madre puede verte y...

—Vine a buscarte.

Eddie lo mira con sorpresa.

—¿A... A buscarme? ¿Qué dices? Mi mamá ya está lo suficientemente molesta, no puedo.

—¡Olvídate de tu madre! Ella no se dará cuenta— medio sonríe, parece extasiado—. Y no hablo de llevarte a pasear, hablo de huir.

—¿Huir? ¿pero que dices? ¿a dónde?

—No lo sé, solo muy lejos— responde—. Podemos tomar un tren.

—¡¿Perdiste la cabeza?!

—Creo que nunca había estado tan cuerdo en toda mi vida— le toma la mano y, esta vez, Eddie no lo aparta—. Vamonos, Eds. No necesitamos este pueblo de mierda.

En secreto | Reddie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora