• Donde YeonJun ha pasado por una vida difícil y Soobin es un chico con la vida pintada de rosa.
Ambos se darán cuenta de que sus vidas son muy distintas.
'¿Podrán llegar a ser algo más que conocidos?'
»Historia propia
»Prohibida su copia sin autor...
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En cuanto salí de la escuela fuí a mi casa a cambiar mi ropa, tomé una sudadera, llaves, celular y salí de casa.
Buscó por su vecindario algún trabajo pero no había nada así que tomó un autobús para cerca del centro de la ciudad.
Cuando bajó siguió buscando por todas las calles de allí, perdiéndose de momentos, pasaron unas 3 horas hasta que encontró una cafetería con un letrero que anunciaba su oportunidad, no lo pensó y entró.
–Buenas tardes– Saludó una vez dentro a la chica muy linda y sonriente del otro lado del mostrador.
–¿Qué se le ofrece?– preguntó ella una vez que YeonJun se había acercado.
–Es sobre el letrero de afuer–
–¿Buscas el puesto?, está disponible si gustas, la paga será buena pues sólo seríamos tú y yo – habló la chica apresurada sin dejarlo terminar de hablar, se notaba muy entusiasmada.
A lo que Yeonjun se le hizo un poco divertido, se notaba como una buena chica.
–Bien, gracias, soy YeonJun– Aclaró extendiendo su mano hacia ella para estrecharlas.
–Mi nombre es Dahyun–dijo la chica sonrriente–
–Cuándo puedo iniciar?–
La chica pareció pensarlo un tiempo– Pues está a punto de llover, no creo que haya muchos clientes, pero puedes iniciar mañana, estudias por la mañana?–
—Sí–
–Entoces inicias mañana a partir de las 3 hasta las 7, un total de 4 horas, te parece?–
–Me parece perfecto–Dijo YeonJun sonriendo, antes de notar como una mirada intensa se pegaba a él y a cada movimiento que hacía desde que entró al establecimiento. Volteando en aquella dirección, viendo cómo un chico de cabellos castaños intentaba esconderse en aquél libro que "leía" soltando un bufido irónico.
–Nos vemos mañana compañero– habló la chica feliz, sacándolo de sus pensamientos para regresarlo a la realidad.
YeonJun volvió su mirada a ella y asintió, entonces emprendió su camino hasta la entrada para salir, jalo la puerta pero un gran trueno lo detuvo, exaltándolo de repente. «demonios olvidé mi paraguas».
–¿Traes un paraguas?– preguntó la chica desde el mostrador y YeonJun negó.–Ven– le dijo y YeonJun la siguió.
—Toma– le ofreció un paraguas negro con pequeñas estrellas blancas que lo decoraban.–Siempre tengo dos por si olvidó el mío en casa, puedes llevártelo y traerlo mañana– ofreció, dedicándole una gran sonrisa.
—Gracias, que amable– Yeonjun agradeció haciendo una pequeña reverencia.
–No hay de qué compañero– río un poco tras remarcar esa palabra la chica, realmente le hacía falta un compañero.
