HASTA QUE LLEGASTE TÚ (Editando)

Capitulo 28

Aquí dejo dos capítulos seguidos espero que les gusten (*˘︶˘*)

Llegamos a casa más que a tiempo pues de camino confirmé que no eran ni las 2 de la tarde y que mi hermano lo había dicho solo para asustarme, por lo que me hice la ofendida y él se disculpo, "tan graciosito que estaba" pero ya pronto le daría un pequeño susto.

Al entrar a mi habitación coloqué el vestido en una esquina junto a aquellos bellos zapatos de plataforma que ya mas tarde combinaría con un bolso que hiciera juego. Abrí la ventana dejando así que el aire fresco entrara y luego me desplome en la cama, no podía evitar pensar en Diego estando tan celosito en la mañana y es que todo de él me gustaba podía decir que demasiado para ser normal. Después de haberle dado el «si» fue cuando pude ver cuanto en realidad me atraía, además siendo honesta es que (él estaba como un bomboncito de chocolate) cada vez que le veía mi corazón se aceleraba y que decir de esa sonrisa y esos labios que eran solo puro sabor a fresas, era demasiado para ser verdad.

Faltaba aproximadamente una hora para salir con él y comencé a pensar en que tal seria su madre, pues siempre se ha hablado mal de las "suegras" solo esperaba correr con suerte, estaba algo nerviosa porque el hecho de que  él me la quisiera presentar significaba mucho y yo quería dar una buena impresión. Así que me levanté y me dí una ducha, trate de arreglarme lo mejor posible a pesar de que los nervios jugaban en mi contra, pero al finalizar me sentí mas que satisfecha al verme en el espejo pues él vestido me hacia lucir fresca y resaltaba el color de mis ojos, mi pelo largo con algunas ondas en las puntas y ahora con un color mas claro me bajaba casi hasta la cintura, simplemente me gustaba como me veía, tomé mi teléfono y faltaban unos 5 minutos para las tres de la tarde y yo ya estaba lista.

Salí de la habitación dirigiéndome hasta la sala y cuando iba a bajar las escaleras justamente Diego iba a comenzar a subirlas, en ese momento sus ojos conectaron con los míos y nos quedamos mirándo unos segundos que parecieron eternos, se veía tan jodidamente bien que (hasta sé me salio una baba), llevaba puesto un pantalón negro a su medida acompañado de una camisa color crema que le quedaba bien marcada logrando que sé pudieran visualizar esos perfectos bíceps que poseía.

"Hay padre santísimo... Ayúdame señor" «Pensé».

- Que esta pasando con el cielo que los ángeles se están callando - dijo con una sonrisa perfecta aciendome reaccionar, proseguí mi camino hasta él sin soltar las escaleras porque de no hacerlo me caía porque me caía.

Al llegar a su lado me extendió la mano y me dio un beso en ella.

- Estas hermosa...

- Gracias - logré decir en un hilo de voz y toda sonrojada - tu también lo estas.

"Tantas historias de amor que lees y no se te pega ese espíritu de romance" me dijo mi subconsciente.

- Creo que seré la envidia de todos...

- ¿De todos? ¿Habrá mucha gente? - indagué algo confundida.

- De eso no puedes tener duda, mi hija es una belleza - habló mí padre llegando hasta nosotros y pasando una mano por mis hombros, justo cuando Diego iba a responder mi pregunta - toma pequeña, entrégale este presente a Sara de mi parte y dile que muchas felicidades - dijo entregándome un bolso de regalo.

- ¿Felicidades? ¿Es su cumpleaños? - ambos asintieron - ¡pero no me dijiste! Nisiquiera le compré un regalo - dije mirando a Diego indignada.

- Pensé que si te decía talvez no ibas a querer ir.. lo siento - dijo pasando una mano por su cabello y con un intento de sonrisa.