HASTA QUE LLEGASTE TÚ (Editando)

Capítulo 24

Abrí mis ojos y me enderece en el asiento, no sabia si se trataba de una visión o si fue la pizza, esas anchoas y  el litro de refresco. Empecé a marearme y a sentir náuseas me sentía horrible.

- ¡Para el auto! - exclamé y él se detuvo, corrí hasta afuera y vomite. Diego salió corriendo detrás de mí y me agarro, ayudándome a establecerme sobre mis pies.

— ¿Qué tienes?—preguntó Diego, lo miré y cuando iba a responder sentí como si se me revolviera todo en el estómago y vomité en sus pies. Sentía arcadas y termine de vaciar mi estómago ¡Ay qué vergüenza!,él se  miró los pies e hizo un gesto como de quien iba a vomitar; se pasó una mano por el pelo y solo dijo:
— Mis tenis.

—Llévame a casa no me siento bien.

—Lo pude notar y mis tenis también.

—Lo siento—me disculpe sonrojada de la vergüenza.

—Te llevare a un hospital, está  cerca de aquí, voy a llamar a Gabriel para que se detenga.

— ¡No! Me siento mejor.

Decirle que no lo hiciera fue como dale un empuje para que llamará mas rápido; los chicos retornaron inmediatamente y me llevaron al hospital mas cercano, allí me pusieron un suero para hidratarme, solo me dijeron que posiblemente era un malestar por el estrés aunque me enviaron a hacerme varios análisis.

Los muchachos me esperaban afuera, solo Diego, Gabriel y gloria entraron conmigo.

— Los análisis son para descartar embarazos, entre otras afecciones - me dijo la doctora.

— Puede que esté embarazada de mí - dijo Diego.

— Sabes que eso es completamente negativo — dije fulmindolo con la mirada.

— Debe ser negativo —Gruño Gabriel, llegando junto a Gloria.

—Recuerden que están en un hospital esto es emergencias, no es su casa—nos dijo una enfermera, con una mirada dura. La doctora que me atendió asintió con la cabeza.
—Lo siento—dijo Gabriel—Discúlpenos, ¿cuándo se le dará de alta?

—Cuando se le acabe el suero en unos minutos, dígame señorita entonces usted puede estar embrazada según este joven—Pregunto la doctora con una cara seria, muy profesional y todo. Diego se rio por lo bajo y Gabriel parecía furioso, yo me puse pálida y empecé a tartamudear.

—No, no él está bro-meando, en serio no estoy em-embarazada—casi estaba por llorar. Me voy a vengar Diego.

—Bien señorita, al tiempo indicado puede retirarse, por favor no hagan más ruido y señorita siga las indicaciones y traiga los análisis lo más pronto posible.

—Sí, señora.

— ¡SCARLET! —grito Morelia cuando Salí a fuera.

—Shh—Todos le riñeron a Morelia
— Niña estamos fuera de un hospital, pero eso no se hace — Morelia corrió hacia mí y me abrazo, sin prestar a tención a los reclamos de los demás.

—Estaba asustada, disculpa que no entrara contigo pero odio los hospitales, no quiero ver sangre.

—No había sangre—le dije.

—Eso fue lo que le dije—me apoyo Gloria—caminamos hasta el estacionamiento.

—A ti no te creo nada, sanguinaria—Morelia le gruño a Gloria, ella rio y Diego también.

—Parece que hay una historia detrás de esto—me dijo Gabriel.

—Claro que si—respondió Diego— Estábamos ayudando a Christopher hacer un trabajo, necesitábamos cortar unos cartones para una maqueta, Le dimos a Morelia una navaja.