HASTA QUE LLEGASTE TÚ (Editando)

CAPÍTULO 4

Después de lo que me había pasado con Diego, no habíamos vuelto a hablar solo nos mirábamos con indiferencia y seguiamos nuestro camino, mi padre últimamente había estado atareado con los trabajos y no pasaba mucho tiempo en casa, mientras que yo no había vuelto a salir dentro de todos estos días, mi vida en la casa de mi padre era toda una monotonía:

Me levanto, lavo mis dientes, entro a la ducha y duro un largo tiempo cantando, luego de salir me pongo ropa cómoda y recojo mi cabello, salgo a desayunar, entro en mi habitación, leo, veo TV y escucho música... todos los días lo mismo.

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Esta mañana salí de mi habitación, ya mi padre se había ido así que fui a la cocina por mi desayuno a donde se encontraba Gabriel.

— Buenos días Gabriel — dije sonriendo y de forma educada.

— Buenos días señorita Scarlett, ¿esta usted bien hoy? — me dijo mientras me entregaba mi desayuno.

— Estoy mas o menos, creo que me estoy acostumbrando a el aburrimiento de esta casa — dije soltando un suspiro — ¿y tu estas bien hoy?..

— Yo estoy bien ... ya estoy acostumbrado a el aburrimiento de esta casa — dijo con cierta diversión en su voz.

— Podríamos salir algún día y relajar nuestra mente en un lugar mas tranquilo — el penso un momento y luego negó con la cabeza soltando un suspiro — bueno piénsalo y luego me dices — dije mostrándole una sonrisa y el solo asintió, así me dirigí a la mesa para desayunar.

En ese momento llegó Diego a la cocina, su cabellera rubia estaba algo mojada viéndose de un color más oscuro, tenia una camiseta blanca de cuello redondo, un pantalón capri y unas chanclas blancas lisas, a decir verdad era un chico muy sexy, tenía un lindo rostro, ojos hermosos, nariz perfilada, unos labios carnosos color rosa y su cuerpo estaba bien definido, se veía muy bien ...

— Creo que es mala educación quedarse mirando a alguien fijamente — me dijo mientas me miraba y sonreía ... sentí el calor subir a mis mejillas y desvíe mi mirada un poco avergonzada, se acerco a mi, sentándose en la mesa con su desayuno, duro unos segundos que para mi fueron como una eternidad sin dejar de mirarme mientras comía lentamente...

— creo que es de mala educación quedarse mirando a alguien fijamente — le dije sin diversión e imitando sus palabras.

— Wao ... Un burro hablando de orejas — dijo alzando una ceja y con tono divertido.

— Espera .. ¿Me dijiste burro? — le dije con una mirada fulminante.

— Esas palabras no salieron de mi boca — dijo ahogando una risa.

— Sabes ... hoy no quiero discutir contigo Diego, me voy — dije mientras me levantaba de la mesa.

— Espera — me detuve mirándolo extrañada — voy a salir a esta tarde con unos amigos ¿Te gustaría ir?

— No puedo ir — dije mirando a el suelo.

— Pero si tu no tienes nada que hacer aquí ... además tu padre te dio permiso de salir conmigo ¿Recuerdas?

— Dijo si necesito comprar algo ¿Recuerdas?..

— Puedes decirle que vas a comprar algo aunque no sea así ... ya le has mentido mas de una vez — dijo en tono burlón ... ¿yo no podía hablar un día de forma normal con este chico?

— No soy buena conociendo nuevas personas y menos haciendo amigos — dije casi en un susurro.

— Solo quiero que pases un día bien, y que salgas a conocer este hermoso país, el cual yo estaría más que duspueto a mostrarte preciosa — me dijo sonriendo de lado.