Estudiante De Intercambio [Changlix]

Capítulo Cuatro

Era odiosamente temprano cuando la puerta de su cuarto fue golpeada por los nudillos de Chan para despertar a su sobrino. Changbin abrió los ojos y se agradeció a si mismo por haber cerrado las cortinas en la madrugada o se hubiera lastimado las retinas al estar de cara a ¿Félix? Seguía acostado a un lado del nombrado, era obvio que cayó dormido ahí en la madrugada. Se veía tan bonito con el inconsciente puchero y su mejilla aplastada contra la almohada.

Recordó la larga plática que tuvieron hasta casi las cinco de la mañana y, justo cuando se preguntó qué hacía despierto, volvieron a tocar la puerta.

Se levantó con un quejido, su espalda dolía por haber dormido en un espacio tan pequeño y abrió la puerta luego de quitar pestillo.

Chan lo miraba con los brazos cruzados y una ceja arqueada.

-- No quiero que cierres la puerta de nuevo o te despertaré temprano lo que resta del año -- sentenció con firmeza, siempre odió que tuviera la puerta cerrada.

Por su parte Changbin apenas procesaba lo que decía, ocupando de toda su concentración para prestar atención a lo que decía. De la nada se abrazó al omega, confundiendolo en extremo. No lo hacía desde que era pequeño y se preguntaba por qué ahora.

Con voz melosa por acabar de levantarse le aseguró no volver a cerrarla, sin embargo seguía aferrado a él.

-- ¿Estas bien? -- preguntó sin decidirse entre estar confundido o preocupado.

-- Lo quiero -- el mayor hizo un ruido con el que le dejaba saber que no entendía ni un carajo --. A Félix, lo quiero, no como posesión -- explicó al darse cuenta de cómo sonaba --. Ayer lo vi sonreir -- soltó una corta risa -- y no sé cómo describir lo que sentí...

Bang quedó enternecido por la forma extraña que tenía su sobrino para tratar de darse a entender, tal vez fuese en parte porque acaba de despertar y no puede ordenar sus ideas.

-- De acuerdo -- acarició su cabello con cariño --, pero si vuelven a dormir en la misma cama se van a lastimar -- advirtió dejando al alfa pensando en cómo se dio cuenta, percatandose de que su cama se veía ordenada.

Permitió que los adolescentes durmieran hasta que no pudieran más, siempre recordaba lo mucho que le fastidiaba que su madre lo despertara a pesar de no haber nada qué hacer.

Félix despertó cerca de las dos de la tarde, sintiéndose agotado de igual manera. Nunca se desveló a tal hora antes y que halla sido hablando con Seo de todo lo que a nadie le contó, cosa que le extrañaba en demasía siendo muy reservado en lo que ocurría en su casa, y que este le intentara consolar de una manera algo torpe le hizo sentir especial al hacerse a la idea de que no solía consolar usualmente.

El alfa seguía dormido y no tenía la confianza para bajar a convivir, mucho menos para tomar una ducha sin pedir permiso. Sabiendo de sobra la afirmación, dobló su toalla y la dejó en el lavamanos.