Changbin un estudiante que no suele convivir con los omegas, lo obligan a ingresar a una escuela donde lo principal es que convivan con alfas y omegas.
Todas sus compañeras de cuarto omegas, han pedido cambiar de habitación, por su carácter pesado...
Dos cosas. La primera: Felix tiene la marca de Changbin, pero no la permanente sino una que simboliza que el omega tiene pareja.
La segunda:
🍋Este capítulo tiene contenido sexual y será narrando en tercera persona.🍋
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Changbin subió con omega, su olor ya había llenado todo el lugar y el pálido ha perdido la mayoría de su autocontrol.
Félix estaba despierto por los cólicos del celo, sus boxer está mojado por el lubricante natural y el sudo pegó el cabello en su frente. Abrazando la almohada que el mayor usa.
Changbin fue hasta el menor, y lo estrecho en sus brazos. Le dejo un casto beso en los labios y dejó una cadena de besos hasta el cuello de la camisa, donde gruño bajito por el estorbo.
Bajo sus manos hasta el borde de la camisa y la retiro con brusquedad. Se deleitó mirado el cuerpo semidesnudo del chico que ahora está debajo de él. Paso sus manos por el pecho, su estómago y sus brazos encontrándose con las pequeñas manos de Félix entrelazandolas con las de él, para volver a besar esos carnosos labios del chico.
-- Te amo Lee Félix -- le dije mordiendo el labio inferior de este.
-- Yo también te amo -- lo atrajo hacia el para abrazarlo.
El pálido aprovechó y empezó a besar y lamer su cuello, de la boca de Félix se escapan jadeos y pequeños gemidos que a él no le importaba el acallarlos.
Changbin se separó un poco y llevo sus dedos hasta un pezón lo comenzó a delinear sin prisa. Mientras pellizcaba un pezón, con su boca succionaba el otro.
Félix cambio de posición quedando sobre el regazo del alfa, le sacó la camisa con torpeza. Movia sus caderas común lento vaivén que logró exitar aún más a Changbin, después el menor desabrocho el pantalón para después quitarlo por completo.
El pálido lo jalo a la cama donde cayó con brusquedad, sólo una prenda impedía que estuvieran completamente desnudos, acaricio la piel que estaba en el borde del elástico de los boxers antes de que los comenzará a bajarlos lento, permitiendo la vista del miembro ya erecto de Felix.
Con su mano empezó a subir y bajar por toda la extensión, el peli rosa tenía las mejillas sonrojadas haciendo que sus pecas resaten un poco más y su boca entre abierta, el pálido se acercó y volvió a unir sus labios, silenciando los gemidos del menor. No duró mucho antes de que necesitará más aire.
-- Changbin ~
Gimió cuando subió la velocidad, un cosquilleo en le vientre le dio a entender que iba a venirse. Antes de poder decir cualquier cosa, se corrió en la mano del mayor, manchando un poco ambos pechos.
-- Lo siento -- logró formular con su respiración agitada.
-- No pasa nada, Lix.
La sonrisa del mayor aceleró más su corazón, se levantó para querer sobre Changbin de nuevo. Recorrió con su lengua desde el pecho hasta donde su ropa interior comienza, donde apretó un par de veces el bulto dentro de ellos, arrancandole gemidos roncos al pelinegro. Se aferró al resorte con sus dientes y tiro de ellos hasta las rodillas y se ayudó con las manos para sacarlo por completo.
Acerco sus labios al miembro del mayor, mientras dudaba en lo que iba a hacer, el aliento caliente de Félix le erizo la piel, pero eso no fue nada en comparación a cuando este introdujo su hombría por completo en su boca.
Subía y bajaba en un rápido vaivén, mientras ahuecaba sus mejillas para darle más placer.
-- Félix, espera me voy a....
No pudo terminar la oración por que el menor empezó a lamer la punta con ímpetu, robandole un gemido grave. Se corrió en su boca, este lo trago ignorando a Changbin que se disculpaba apenado.
-- ¿Qué estás esperando para hacerme tuyo, Changbin?
Lo sorprendio por esas palabras, pero el celo transforma a los omegas. Llevo un dedo a la entrada del menor, este se quejó en un gruñido, pero empezó a gemir cuando simuló embestidas. Félix tenía la cara más expresiva y erótica que Changbin jamás había visto. Sus ojos cerrados, sus mejillas sonrojadas y húmedas por el sudor, su boca entre abierta dejando salir sonidos lascivos y excitantes para el mayor.
Metió de golpe un segundo dedo, mirando fijo al rostro para no perderse su reacción, un espasmo se hizo presente en el menor. Aumento un tercer dedo, la vista de Félix se nublo por el placer.
Quito sus dedos cuando su entrada estaba dilatada, se puso el condón y se acomodó entre las piernas de su pareja y alineó su miembro, jugó un poco con la entrada de este y su glande, desesperando al chico que tenía abajo. Fue entrando poco a poco, Félix arrugaba la sábana bajo sus puños por el dolor de la intrución.
Ya estaba dentro de él y se espero a que se acostumbrada, Félix por su parte se sentía lleno, literalmente, pero no tardo demasiado en mover sus caderas en busca de más contactó. Changbin comenzó a embestirlo con cuidado de no lastimar al omega.
Cambiaron de posición, Félix ahora de encontraba de cuatro. Las embestidas ahora eran más fuertes y profundad, el sonido de las pieles chocando y los sonidos lascivos de Félix llenaban la habitación. Un cosquilleo en le vientre del de ojos gatunos le informó que estaba cerca del clímax. Comenzó a masturbar al menor con el afán de que este también terminará.
Los colmillos de Changbin salieron para marcar permanentemente a su omega, pero el poco autocontrol que le queda le recordó aún no era tiempo de eso, pero los colmillos no regresarían hasta morderlo. Colocó su otra mano en el cuello, el menor empezó a temblar y en su vientre hubo un par de espalmos antes de que se corriera en la mano del pálido de nuevo, dos tocadas más bastaron para que el mayor terminara. Instintivamente llevo su boca hasta el cuello del omega y mordió el dorso de su mano.
Por culpa del cansancio cayeron rendidos en la cama, mientras se desinflamaba el nudo. Le ardía la mordida, pero valió la pena cada segundo.
Después de unos minutos, golpearon la puerta de la habitación. Changbin sabía que se trataba de Minho.
-- Van a llegar en unos minutos, más vale que arregles todo -- grito desde el otro lado de la puerta --. No quiero que Chan nos maté.
5/11
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