Estudiante De Intercambio [Changlix]

Capítulo Seis

Changbin despertó con el sonido de un golpe, desconcertado aún por acabar de despertar, tardó en procesar que la cama del pelirrosa estaba vacía y este estaba en el suelo. Parapadeó unas cuantas veces antes de levantarse asustado, dándose cuenta que Félix estaba en el piso por gusto.

Quedó impactado por su flexibilidad al ver que hacía un split y se estiraba a tocar la punta de su pie. Cuando se reacomodó, pateó la cama accidentalmente. Ese fue el sonido culpable de que estuviera despierto a.. ¿Las cinco de la mañana?

Se dispuso a dormir luego de caer en cuenta de que estaba espiando al omega.

Otro golpe y un siseo, luego Félix recostandose con cuidado. Sin importarle el conocimiento ajeno sobre haberlo estado viendo, se levantó preocupado.

-- ¿Qué pasó? –- se interesó sereno.

-- Solo me mareé un poco –- restó importancia.

Se le bajó la presión con tan poco esfuerzo que le parecía alarmante, pero debía mantenerlo para si mismo. Con ayuda, se sentó de nuevo e igual para levantarse, aunque el azabache lo cargó, realmente.

Seo se asombró de lo ligero que era, era como si alzara a un niño. Lo sentó en su respectiva cama y al tocarlo percibió lo frío que estaba.

-- Aún me siento algo mareado –- confesó luego de que el alfa volviera a preguntar por su estado.

-- Ya vengo -– se puso una sudadera caminando hacia la puerta -–, no te duermas.

Salió, notó que no hacía tanto frío como él pensó. Se apuró y golpeó la puerta del cuarto de Minho, sin importarle molestar a las personas a su alrededor.

El pelirrojo abrió la puerta con los ojos a nada de cerrarse, por primera vez la idea de matar a Changbin le fue tentadora.

-- ¿Ya viste la hora? -– dijo entre dientes.

-- Luego te desquitas -– rodó los ojos y entró –- necesito comida.

-- ¿Soy una tienda? -– se tiró de nuevo a su cama.

Seo agradecía la falta de compañero de su amigo, así podía voltear el cuarto hasta encontrar la mochila llena de comida que Lee siempre mantenía abastecida.

Le gruñó cuando Minho dijo que la escondió para que dejara de ir a robarle.

-- ¿El que sea para Félix te hará cambiar de opinión?

Como arte de magia. El pelirrojo la sacó de debajo de la cama contraria y se la dio.

-- ¿Puedes dejarme dormir, ya?