Capítulo Cinco

10K 1.3K 345
                                    

Félix no parecía tener la intención de despertarse para ir a clases, pues por más que la alarma sonara, no movía ni un músculo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Félix no parecía tener la intención de despertarse para ir a clases, pues por más que la alarma sonara, no movía ni un músculo. Sopesó la idea de dejarlo dormir y que se ausentara a algunas clases, desechandola al recordar que era su primer día en clases. Tomó asiento a su lado, acercó la mano a su hombro con la intención de sacudirlo, pero su atención se vio desviada hacia sus suaves facciones.

Lucía inundado de calma y tan bonito que le fue imposible no tocar uno de sus cachetes, literalmente. No fue una caricia, solo un tosco pinchazo en su piel. Y lo repitió un par de veces, murmurando a la vez:

-- Sigues vivo? -– insistió molestandolo.

-- Es muy malo ¿lo sabe? -– se quejó atrapando la muñeca para detener los picotones.

-- Babeas cuando duermes -- informó causando gracia al menor.

Se había puesto nervioso cuando mencionó lo último por la forma tan cálida en que lo miraba y le sonreía.

-- Usted también –- fue el turno del pelirrosa pinchar la mejilla ajena, justo donde tenia saliva seca.

Changbin huyó al baño, disimulando su nervio con un creíble chasquido de lengua y yendo a bañarse. Era terrible convivir con ese omega para su corazón, que solía acelerarse tanto que temía que lo notara o que su lobo pudiese escuchar los desesperados aullidos que el propio soltaba para llamarlo. Nunca había sentido tanto a su lobo.

Bajo el agua, esta se tornó hirviendo casi de la nada, entonces escuchó una risita y unos segundos después a los resortes de la cama quejarse porque seguramente se aventó.

Antes de salir del edificio de habitaciones, se encontraron los cinco chicos para ir juntos. Félix abrazó al pelirrojo apenas lo vio en la puerta y luego a Hyunjin. Era muy distinto al omega retraído de hace dos días. Esa era la magia de Minho, siempre hacia sentir a las personas incluidas y aceptadas.

Jeongin y Félix se fueron acompañados del otro al estar en el mismo grupo.

Lee jugaba con los botones de sus mangas al estar nervioso, no había tratado demasiado con el alfa.

-- Eres demasiado pequeño –- dijo el castaño luego de perderle de vista entre un las personas que buscaban su salón.

-- Tal vez tú eres muy grande –- le restó importancia y lo escuchó reír.

No fue difícil que terminaran distraídos entre ellos cada tanto. Yang era demasiado ocurrente y el omega muy bueno para continuar chistes momentáneos.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estudiante De Intercambio [Changlix] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora