Capítulo Once

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Félix volvió a bailar en una academia, Minho lo llevó de vuelta, después de varios meses de la primera vez que puso un pie en aquel lugar, a inscribirse y la alfa aceptó gustosa al ver el estado físico ajeno

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Félix volvió a bailar en una academia, Minho lo llevó de vuelta, después de varios meses de la primera vez que puso un pie en aquel lugar, a inscribirse y la alfa aceptó gustosa al ver el estado físico ajeno.

En ese tiempo el omega mejoró significativamente su anorexia, no estaba del todo bien, pero ya no era el de hace medio año que comía una porción diminuta cada tres días; pasó de ese daño a su ser a comer dos veces al día, sin excepción, a veces tres y a aceptar un poco de postres o comidas llenas de azúcar y calorías.

Su apariencia ya no era la de un chico casi en los huesos, ahora lucía un poco más sano, a unos cuantos kilogramos de llegar al peso ideal para alguien de su estatura.

Changbin lo notó cuando los abrazos del menor no calaban en sus costados y su piel recuperó el precioso tono bronceado que le vió en aquella foto. Parecía que la vida estaba regresando a su cuerpo, haciendo notar su enérgica personalidad, escondida agotamiento de no contar con las calorías suficientes para llevar su tipo de vida.

Dos meses atrás, luego de su accidente en motocicleta, se dió cuenta de que todavía rondaban esos terribles complejos en él cuando lo atrapó mirándose en el espejo y pellizcando los lugares donde era más obvio el aumento. Solo pudo decirle que era precioso de pies a cabeza, después de eso no por el recuerda que lo haya vuelto a hacer.

-- ¿Ya te vas? -– preguntó al ver como se ponía ropa deportiva, antes de recibir una respuesta, alguien golpeó la puerta y en seguida la abrió. Era Minho, siempre lo acompañaba –- Comienzo a odiar que vengas.

Y era verdad. Eso significaba que el pelirrosa se marchaba y se quedaría solo, entonces iría a trabajar y cuando volviera Lee dormiría profundamente.

Para su suerte, era un par de veces por semana... O así era, hasta que el omega decidió entrar también al grupo del pelirrojo. Siempre era extraño despedirse, decirse "nos vemos" o "adiós" y hacer ad de despedida con la mano era extraño. No eran nada como para abrazarse para despedirse, a pesar de compartí la cama seguido, aunque eso es lo que querían.

Luego de expresar sus sentimientos por el otro, no hubo mucho cambio, solo el que seguido se hacían preguntas para conocerse mejor, ya sea algo simple como la comida que más odiaban hasta algo más serio como su pasado. No habían vuelto a besarse desde la primera vez y era algo frustrante cuando los labios pomposos de Félix lo tentaban a cada instante y los rosados labios del alfa atraían la atención de Félix; ambos demasiado nerviosos como para intentar.

Hyunjin apareció en su cuarto alegando estar aburrido cuando Jeongin se iba al gimnasio. Simplemente fue a hacer su tarea en compañía del pálido.

-- ¿Félix y tú ya han hecho algo? -- la mirada de desconcierto en el azabache lo hizo suspirar –- Tú sabes... –- giró su mano como si eso explicaba.

Le tomó un poco más entender.

-– Demonios, Hyunjin. Apenas nos estamos conociendonos –- lo miró mal y después abrió mucho los ojos -–¿Acaso Jeongin y tú...?

Odió recibir el asentimiento, el omega era como su hermanito y por un momento quiso medio matar a Jeongin, pero conociendo a Hyunjin, él fue el de la iniciativa.

-- Lamento haberlo preguntado –- masculló al querer regañarlo, eso no le correspondía, era su amigo, no su padre.

No finalizaron sus deberes, pues él alfa aprovechó que estaban en esa clase de tema para resolver sus dudas.

Tenía suerte de que para Hyunjin ni un tema fuera tabú, todo era fácil de hablar y no le apenaba nada. En cambio, su rostro se mantenía en la gama del color rojo, paseándose por todos los tonos.

-- ¿Entonces crees que esté esperando a que de el primer paso?

-- Por supuesto, él se confesó primero, él te besó primero, él también te contó lo de ser destinados -– movía las manos al hablar, con la diestra enumeraba y la zurda se movía libre -- ¡Hasta yo quiero que hagas algo! –- soltó exaltado -- Es frustrante cuando solo corresponden y nunca toman la iniciativa. Te lo digo por experiencia.

Si tanto quería volver a besarlo, debía hacerlo. No es como si sus sentimientos no fueran correspondidos, lo peor que podría llevarse es un rechazo, nada muy grave.

– Incluso al omega más rebelde y que suele tener el control, le pone que le paguen con la misma moneda –- se detuvo a pensar un instante --. A menos de que lo hagas mal y se lo termine tomando como un reto.

Hyunjin continuó parloteando y haciendo que el alfa se ruborice por tanta cosa salida de su boca. ¿No tiene botón de apagado?

Félix entró a la habitación vacía, por su olfato descubrió que Hyunjin había estado en su cama

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Félix entró a la habitación vacía, por su olfato descubrió que Hyunjin había estado en su cama. Se tiró en el colchón y apenas iba a caer dormido cuando el dueño del olor en sus colchas entró como si fuera su cuarto.

-- No quiero estar solo y llevo esperando tu llegada un par de horas -– informó haciéndose espació junto a Félix, lo abrazó por la espalda y soltó –- Debería dejar a Jeongin y casarme contigo –- el pelirrosa estalló en carcajadas --. Hieres mis sentimientos.

En poco tiempo cayeron dormidos tan profundo que no notaron la llegada del alfa. Sacó una cobija para cubrirlos, dormidos era el único momento en que juntos no eran una bomba de ruido, incluso parecían inocentes. Apenas se acostó, hubo movimiento en la cama vecina, creyó que era el rubio que despertó y se iría a su cuarto. Era Félix, yendo a acostarse junto a él.

-- ¿Cómo le fue? –- se interesó con voz ronca.

-- Agotador –- exhaló al ser envuelto por el brazo de Félix. A tientas y con cuidado, acunó con su mano derecha la mejilla y con su pulgar buscó los labios de Félix para acercarse y besarlo –- ¿Y a ti? -– se alejó un poco para hablar.

-- Genial -– respondió antes de eliminar la distancia y volver a juntar sus labios.

Terminó acurrucandose en el espacio entre su hombro, siendo rodeado con ambos brazos.

Hyunjin despertó con la alarma del alfa y se dió cuenta de que terminó dormido fuera de su cuarto. Antes de salir a hurtadillas, notó la posición en que durmieron. Sonrió al verlos tan cómodos.

 Sonrió al verlos tan cómodos

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Estudiante De Intercambio [Changlix] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora