Estudiante De Intercambio [Changlix]

Capítulo Catorce

Vacaciones, dulces y gloriosas vacaciones. Ese sábado mientras andaban hacia la camioneta se despedían de despertar temprano por un par de meses. Eran los primeros días libres en que Félix gozará de un verdadero descanso tarde estando allá. Chan buscaba hacerlo sentir parte de la familia todo el tiempo, por lo que insistió en que no era necesario estar cargando una mochila con ropa para llevarla de un lado al otro, así que ahora ya tenía algo de ropa en un mueble para cuando estuviera allá.

Durante las vacaciones, tendrían más tiempo para practicar los grupos de baile, alargando una hora el tiempo de ensayo para poder dedicar más tiempo individual a aquellos que aún dominaban algo. Lee se dividía entre dos grupos teniendo ensayos cuatro veces a la semana.

Esa tarde tenía práctica con su grupo de contemporáneo para seguir afinando detalles y practicar las dos coreografías una y otra vez. El concurso era a mediados de enero y el tiempo pasaba a toda velocidad, no fue consiente en qué momento llegaron a diciembre cuando sintió que apenas había pasado septiembre.

Mientras tanto, sujetó la diestra del alfa y entrelazó sus dedos para tenerlo cerca durante el trayecto. Dejó su cabeza recargarse en el hombro ajeno, comenzando a dormitar por el constante balanceo del vehículo y la suave música de la radio.

No se enteró que cayó dormido hasta que Changbin lo despertó sacudiendo su brazo con cuidado de no ser brusco.

-- Llegamos, Félix –- anunció en voz baja para no asustarlo --. Hola~ -- saludó sonriendo cuando abrió los ojos obtuvo una extraña sonrisa cansada.

Le ayudó a bajar y mantener el equilibrio sosteniendo su mano con firmeza pues dio traspiés al llegar al asfalto. Se tambaleaba un poco yéndose hacia los lados de pronto. Changbin lo hizo espabilar un poco antes de subir las escaleras para evitar un accidente.

Era algo complicado saber cómo dormirían, y a cómo se referían a dónde, pues no siempre se metían en la misma cama, pues no cabían cómodamente en el colchón individual, era bueno cuando querían estar casi encima del otro o abrazarse tan apretadamente que podrían confundir qué pierna es de cada quien. Dependía de su cansancio, pues estar en camas separada les permitía desparramarse como quisieran el la cama. Usualmente era Félix quien decidía a qué cama se iría y estaba bien para él de esa forma, porque no lo hacía por completo conveniencia. Lo recibió en su pecho con los brazos abiertos cuando el menor se puso de rodillas para gatear hasta él, en segundos lo tuvo acostado en su pecho y con su pierna cruzando su torso.

--  Felix -– nombró al contrario y escuchó un quejido en forma de respuesta -- Te quiero.

Olvidó que estaba a nada de dormirse y se alzó mirarlo a los ojos, completamente sorprendido. Se sentó sobre sus pantorrillas para verlo, sus orbes marrones brillaban y su boca ligeramente separada, dejando a la vista una pequeña parte de sus dientes frontales, su corazón se acelero con la emoción de su lobo, aún procesaba lo que escuchó poniendo al alfa nervioso ante la falta de respuesta y la mirada fija. para