Two Moons [•Showki•]

29. El principio del fin.

Sensaciones nunca antes experimentadas envolvían el cuerpo de Changkyun que jadeaba con cada beso que le propinaba Jooheon por su cuerpo desnudo. Se sentía algo avergonzado pero el placer lo inundaba. Jooheon era dulce en cada caricia, podía sentir cómo intentaba cuidarlo, de verdad lo estaba apreciando en detalle. El mayor por su parte no podía dejar de observar a Changkyun bajo su cuerpo, quería impregnar esta imagen en sus retinas y la memoria para siempre. Quería hacer las cosas lentas, quería demostrarle a Changkyun todo su amor justo ahora, quería hacerlo sentir seguro porque iba a ser su primer y último hombre para siempre el día de hoy.

-¿Estás bien con esto?-preguntó Jooheon con voz suave. El menor asintió con un gesto y él le sonrió.-Ven aquí. Quiero que me desnudes tú, amor.- agregó. Las manos de Changkyun temblaron mientras intentaba quitarle la camiseta al otro beta. Tenía miedo de hacerlo mal y estaba nervioso como jamás lo había estado en su vida. Sus ojos brillaban hermosamente en la concentración de sus actos y Jooheon no pudo dejar de sonreír con ternura cuando notó sus mejillas sonrojada.-Eres adorable. Te lo juro.- dijo y Changkyun se tapó el rostro cuando vio el cuerpo del mayor expuesto a sus ojos.

-N-no creí que esto sería tan vergonzoso...- declaró Changkyun y Jooheon lo tomó de ambas muñecas obligando a que sus ojos se encontrarán.

-Mírame.- su voz fue casi demandante y el lobo de Changkyun cedió con él bajando sus manos. Sus ojos se posaron en el torso marcado del contrario cubierto de cicatrices antiguas y recientes. Jooheon había luchado mucho al lado de su hermano, una ola de orgullo inundó el pecho del menor.-Tócame.-exigió ahora y Changkyun dejó que sus manos vagaran por el torso desnudo del contrario delineando con sus dedos las cicatrices y el contorno de los abdominales. Si su cara estaba roja ahora estaba seguro que todo él era completamente rojo. Jooheon era tan perfecto a sus ojos. La mano de Jooheon retuvo su muñeca y la posó sobre su pecho.-Soy todo tuyo ahora, Changkyun.- dijo el mayor. Después Jooheon lo besó con más intensidad hasta tumbarlo sobre la cama de espaldas otra vez. Su lengua se encontró con la del menor y comenzó a besarlo con pasión desbordando por todas partes. Sus esencias comenzando a mezclarse por completo. Se separó sólo para quitarse el pantalón y la ropa interior. Changkyun se dedicó a mirarlo con timidez.

Jooheon sintió un poco del miedo que sentía Changkyun y lo besó para tranquilizarlo.

-Está bien. Confío...en ti.- declaró el menor. Jooheon sonrió sobre sus labios y luego presionó su miembro entre los muslos suaves de Changkyun, que soltó un gemido. Un dulce gemido que excitó a Jooheon aún más.

Jooheon humedeció uno de sus dedos y besando el abdomen de Changkyun, comenzó a introducirlo dentro de la estrecha entrada del más joven. Changkyun se quejó por la repentina intromisión. Ardía un poco y se sentía extraño.

-Relájate, mi vida. ¿Si?- Jooheon dijo antes de lamer tentativamente el miembro del más joven. Changkyun gimió. El mayor comenzó a mover su dedo, entrando y saliendo. Cuando notó que el menor movía sus caderas se animó a meter un dedo más. El interior de Changkyun comenzó a dilatarse y humedecerse dulcemente alrededor de su tacto.-Eres tan tierno por dentro. No sabes cuánto me quiero hundir en ti.-lamió otra vez el miembro erecto del contrario. La pasión se desbordó en ambos y luego de que Jooheon prepara más al menor se unieron en un beso húmedo que los hizo volar a ambos en su propio cielo donde sólo eran ellos dos. Entonces Jooheon ubicó su glande en la entrada de Changkyun.

Las piernas del menor temblaron y se sonrojó al jadear.

-J-Jooheon...-gimió. Jooheon tomó su mano y apretó sin dejar de mirarlo.

-Te amo.- confesó y empezó a hundirse lentamente en el caliente interior del menor. La mano de Changkyun apretó la suya pero se concentró en no cerrar los ojos, quería estar viendo a los ojos de Jooheon en todo momento porque moría por ver su rostro mientras lo hacía suyo. Sintió el dolor extenderse alrededor de su entrada pero sonrió mientras lágrimas escapaban de la comisura de sus ojos. Jooheon entró completamente sintiendo como el interior de Changkyun lo apretaba gloriosamente logrando que soltara un gemido y queriendo moverse. Aún así su instinto protector ganó la batalla y espero a que el menor se acostumbrara a su miembro.