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—Y es por eso, que el culpable es él.— dijo el Omega de ojos azules, señalando al respectivo homicida del asesinato de una chica de apenas catorce años.

El señor que resulta ser su tío no era tonto, conocía aquel famoso detective juvenil por lo cuál debía admitir que para su desgracia, solo era cuestión de tiempo para que se descubriera que fue él el culpable. El mayor, que es un Alpha de treinta años no se tomó tantas molestias en ocultar una de las evidencias que solo un genio como Kudou lo delata como no solo un gran sospechoso, sino de inmediato el culpable. Y es que, realmente no sé podía creer que para su muy mala suerte justo Kudou Shinichi estuviese de viaje en Sapporo en el momento y lugar exacto que planeó en asesinar a su sobrina, de quién era tutor mientras la abuela quien falleció hace días la cuidaba.

Shinichi hizo el excelente trabajo uniendo las pistas, observando a los sospechosos y escuchando como se relacionaba cada uno con la víctima, pobre niña inocente solo por que heredó la herencia de su abuela Victoria, es que su tío quiso deshacerse de ella.

Ahora mismo se encontraban en una clase de pequeña persecución para atrapar al asesino, uno de los policías les prestó una motocicleta —en realidad Kudou la tomó prestada pidiendo permiso a último segundo, pero por la situación se lo permitieron—, aunque claro Kaito se emocionó y preocupó ya que aunque sabía que Shinichi podía defenderse solo y salir de ese tipo de situaciones sin ninguna —casi— herida grave, aún así temía por la seguridad de su amado detective. Así que tomó otro casco prestado, poniéndose atrás del detective quien arrancó sin darle tiempo de decirle a Kaito que no era necesario que lo acompañará.

El hombre tuvo una pequeña ventaja al principio ya que tiró a un repartidor de pizzas de la moto cuando pasó cerca de ahí, así para huir sin usar protección.

Mientras que Shinichi estaba centrado en alcanzarlo y atraparlo, con la adrenalina y el sonido de algunos coches haciendo sonar la bocina, Kaito estaba medio asustado por la velocidad y como Kudou ni se inmutaba al recorrer las calles, banquetas y pasarse solo algunos semáforos, aunque siempre sin dañar algún peatón o auto. Cualquiera pensaría que se quieren suicidar por la forma en cómo van. Kuroba estaba tan preocupado y poco asustado que sujetó con fuerza la cintura del Omega, mientras con su otra mano con mucho cuidado pero a la vez fuerza sacaba su móvil para mandarle un mensaje a su madre escribiendo que está con Shinichi en una clase de persecución para atrapar a un asesino y llevarlo ante la justicia.

Su mamá le respondió que tuviese mucho cuidado, que cuidara de Shinichi y además que la cita que tenía con el detective es de lo más poco común que ha oído. Aún así, como madre y futura suegra del detective japonés le desea suerte en su salida con el Omega. Kaito con una risa nervioso le dijo que luego le llamaba para decirle como acabaron las cosas, prosiguió a apagar su celular y guardarlo  soltando un suspiro.

No supo en que momento Kudou hizo una repentina vuelta en un callejón que casi sintió que se resbalaba del maldito asiento, si no fuerza por como estaba sujetado del pelinegro. Qué aunque el casco lo ocultaba, estaba ruborizado por el acercamiento del Alpha detrás suyo.

Para suerte de ambos, el hombre no sabía manejar tan bien y arriesgado como Kudou que terminó casi chocando contra una pared en el callejón. Aunque su caída fue acogida por las bolsas de basura que olían terriblemente mal, por lo menos no se hizo un daño grave tomando en cuenta que no llevaba el casco puesto.

Cabe destacar que detrás de toda esta persecución un coche de policía iba detrás de ellos de todas maneras, muy detrás a decir verdad. Aún así, Kudou estaba satisfecho por su trabajo y cuando se bajó de la moto para decirle "queda arrestado, más vale que no haga algún movimiento sospecho, la policía viene en camino", el hombre se para sutilmente pareciendo que no va atacar, pasa todo lo contrario.

"El Omega"- Kaishin [EDITADO2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora